Para los bebés, alimento "óptimo, único e inigualable"
Una de las razones principales por las que casi la mitad de los infantes de dos años y 27.2 por ciento de los niños menores de cinco años sufren anemia es que aproximadamente una cuarta parte de las madres amamantan a sus hijos hasta los cuatro meses y una quinta parte hasta el medio año, cuando lo ideal es que sea hasta el año, o aún mejor hasta los dos, así como que durante los primeros seis meses su alimentación sea exclusivamente leche materna, señalaron expertos del Hospital Infantil Federico Gómez, de la Secretaría de Salud.
En conferencia de prensa, Samuel Flores, investigador del citado nosocomio, precisó que la leche materna debe ser considerada el alimento "óptimo, único, e inigualable", ya que contiene los elementos necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales en el primer semestre de vida del lactante.
"La lactancia materna es el estándar de oro para la adecuada nutrición del recién nacido y lactante. Los niños menores de seis meses deben ser alimentados sólo con leche materna y a partir de los seis meses, debe iniciar la ablactación con alimentos ricos en hierro y continuar con la lactancia al seno materno hasta los 12 meses".
Georgina Toussaint, jefa del servicio de nutrición de perinatología, señaló que en México es una práctica frecuente destetar al niño y comenzar el uso de leche entera de vaca a partir de que éste se va integrando a la dieta familiar, es decir alrededor de los 10 meses, o incluso antes.
Alertó que sustituir la leche materna por leche entera de vaca en esta primera etapa de la vida puede causar no sólo anemia por falta de hierro sino también microsangrado intestinal, alergias y obesidad pediátrica. Y es que aunque la leche entera de vaca contiene la misma cantidad de hierro que la materna, la biodisponibilidad del hierro en ella es menor, ya que sólo se absorbe 12 por ciento de su mineral, lo cual no cubre las necesidades del lactante. A diferencia de ello, la materna, que tiene mayor biodisponibilidad de hierro, permite la absorción hasta de 50 por ciento de éste.
En lo que se refiere a las alergias, las proteínas de la leche entera de vaca son mayores que las de la materna, por lo que al penetrar al organismo del infante pueden ser identificadas por el sistema inmunológico como un cuerpo extraño, lo que predispone a las alergias.
Flores destacó que en materia de amamantamiento ha habido un avance magro, pues mientras hace casi dos décadas sólo 20 por ciento de los recién nacidos eran alimentados con leche materna, en la actualidad el porcentaje se elevó a 25.
Por Carolina Gómez Mena
Publicado en el periódico "La Jornada" el
Viernes 18 de Febrero de 2005
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