Las últimas novedades en el campo de la pediatría, en un lenguaje accesible para los padres.
Este podcast es una traducción fiel de la conversación original en inglés con la doctora June Holstrum y la audióloga Pam Mason, y habla sobre la importancia de hacer una prueba exploratoria de la audición a todos los bebés tan pronto como sea posible después del nacimiento. También proporciona información que puede ayudar a los padres y proveedores de salud a determinar si un niño tiene pérdida auditiva, y a encontrar recursos adicionales.
Etiquetas: AUDIOS, PEDIATRIA PREVENTIVA, RECIÉN NACIDO
El exagerado consumo de refrescos o bebidas carbonatadas con grandes cantidades de azúcares, es un hábito ya inculcado a las nuevas generaciones que tienen que enfrentar la disyuntiva de corregir esa tendencia alimenticia o desarrollar prematuramente desde sobrepeso y obesidad hasta enfermedades como diabetes, osteoporosis e hipertensión ya presentes en el 60 por ciento de la población adulta en el país.
Para el director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, Juan Rivera Dommarco, el creciente consumo de refrescos está condenando niños y jóvenes a engrosar cada vez más tempranamente las filas de obesos, diabéticos e hipertensos, por lo que ya se busca limitar la publicidad para esa clase de productos altamente dañinos para la salud y emprender campañas de difusión para que los padres de familia opten por bebidas sanas para el adecuado desarrollo de sus hijos.
"Es lamentable que desde los tres meses de vida, muchos padres empiecen a dar de beber refresco a sus hijos o endulcen exageradamente leche o líquidos, lo que sin duda, es un inadecuado hábito de crianza que mucho pesa en la salud de millones de mexicanos de todas las edades", comentó.
El especialista de la Secretaría de Salud observó que es tan acendrado ese hábito por las bebidas azucaradas que México ocupa ya el primer lugar mundial en consumo per cápita de refrescos con 152 litros lo que ha recrudecido los problemas de sobrepeso y obesidad, sobre todo entre la población infantil de entre cinco y once años de edad.
Ejemplo claro del problema, subrayó, es que la prevalencia de obesidad en niños menores de 11 años aumentó de 20 a 37 por ciento en la última década en que también se registró un incremento de más de 40 por ciento en el consumo de refrescos y todo tipo de bebidas elaboradas con sacarosa, glucosa y fructosa carentes de vitaminas y minerales que fácilmente llegan al flujo sanguíneo para pasar a los tejidos y convertirse en grasa.
Rivera Dommarco señaló que el sobrepeso y obesidad relacionados con la ingesta exagerada de refrescos afecta ya a uno de cuatro niños de entre cinco y once años, al 35 por ciento de la población de entre 14 y 25 años y al 70 por ciento de los adultos mayores de 40 años.Los pediatras del Hospital Infantil de México, Sandra Rangel de la Garza y Romeo Rodríguez Suárez, apuntan que es tanta la concentración de glucosa y sacarosa en las bebidas embotelladas, incluyendo jugos, que consumir un litro diario aumenta en 1.5 kilogramos el peso corporal en tan sólo dos semanas.
Por el contrario, disminuir en 10 por ciento el consumo de refrescos sobre todo los de cola que contienen alta concentración de fructosa, fósforo y cafeína, significa perder cuando menos cinco kilogramos de peso en los primeros tres meses.
Ambos especialistas coinciden en que el consumo de refrescos tiene impactos más dañinos en los niños porque afecta los dientes disolviendo el esmalte protector y provocando caries. Además, las bebidas de cola que abarcan un 70 por ciento del mercado, contienen ácido fosfórico que impide al organismo la absorción de calcio lo que produce descalcificación y huesos débiles que se manifiesta en talla baja y fracturas ante cualquier golpe o lesión.
Por otra parte, el consumo de refrescos altos en cafeína genera hiperactividad que en el menor se traduce en nerviosismo y trastorno de sueño, hecho que adquiere relevancia si se considera que dormir estimula la hormona del crecimiento, por lo que la falta de descanso profundo afecta el desarrollo normal.
Otro de los riesgos para los infantes es consumir bebidas dietéticas que contienen aspartame como sustituto del azúcar y que de acuerdo a expertos, puede alterar las funciones metabólicas de los niños debido a que es una bebidas elaborada para los adultos que tienen un organismo y sistema inmunológico plenamente desarrollado.
EL MERCADO POTENCIAL
México ocupa el primer lugar mundial en consumo per cápita de refrescos y el segundo en importancia en ventas después de Estados Unidos. Las 230 plantas embotelladoras del país comercializan más de 300 millones de cajas al año con valor aproximado a los 15 mil 500 millones de dólares.
Tan sólo entre 1998 y este año el consumo per cápita creció de 120 a 152 litros y con ello el gasto de las familias de 2 mil 850 pesos a más de 5 mil pesos anualmente, una cifra importante si se considera que las aguas carbonatadas no son consideradas un producto de primera necesidad.La Encuesta Ingreso-Gasto del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) revela que una familia de escasos recursos destina el 7.5 por ciento de sus ingresos totales a la compra de refrescos, mientras que las familias de ingresos moderados gastan un 12 por ciento de sus ingresos en la adquisición de aguas y jugos embotellados, aquí destaca una mayor demanda por refrescos de cola que cubren el 70 por ciento del mercado.
Dato importante de la encuesta es que mientras el consumo de refrescos en los últimos diez años aumento más de un 40 por ciento, en esa proporción disminuyó el consumo de leche, frutas y verduras, lo que ha incidido en un aumento inmensurable de la población con sobrepeso, diabetes y obesidad.
El sobrepeso y obesidad entre la población adulta aumentó en la última década de 40 a 70 por ciento y ahora México ocupa el deshonroso segundo lugar en personas con sobrepeso sólo superado por Estados Unidos. La atención de estas enfermedades relacionadas con hábitos alimenticios inadecuados y sedentarismo, absorbe el 30 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Salud y son la causa de mortandad más importante después los tumores malignos.
Para la atención de la creciente demanda de refrescos y otras bebidas con cero valor proteínico, las embotelladoras cuentan con más de un millón de puntos de venta en todo el país. El 75 por ciento de las ventas se realizan en las pequeñas tiendas, el 24 por ciento en restaurantes, centros deportivos, discotecas y hoteles y sólo el uno por ciento en tiendas de autoservicio.
Alberto Zúñiga, jefe del Departamento de Nutriología del Instituto "Salvador Zubirán" observó que consumir refrescos de manera habitual y no realizar ninguna actividad física extraordinaria más que las normales (caminar, por ejemplo), significa subir de peso 12 kilogramos por año. Y es que, puntualiza, una sola lata de refresco representa aproximadamente 13 cucharaditas de azúcar lo que incrementa la posibilidad en 1.8 por ciento de ser obeso por cada lata adicional que se consuma.
El nutriólogo mencionó que independientemente de los malos hábitos alimenticios que se adquieren desde la niñez que hacen imprescindible el consumo de refrescos o aguas con gran contenido de azúcar, el aumento en los casos de sobrepeso y obesidad también tiene que ver con la introducción de alta fructosa o jarabe de maíz como endulzante que es más difícil de procesar por el organismo humano y que finalmente se convierte grasa en tejidos y arterias.
"Por ser más barata, los refresqueros han optado por utilizar la alta fructosa como endulzante sustituyendo la caña de azúcar que es un producto de más fácil absorción por el organismo y de menos efectos dañinos", añadió.
LIMITAR PUBLICIDAD
Ante el creciente consumo de refrescos en el país, las autoridades sanitarias urgieron al poder legislativo reformas a la Ley General de Salud para controlar y regular la publicidad de empresas embotelladoras que alientan el consumo con promociones y diversificación de marcas.
Juan Rivera Dommarco consideró que es necesario limitar la publicidad dirigida sobre todo a los jóvenes, por lo que se propondrá que las embotelladoras no patrocinen competencias deportivas y que se prohíba o limite la venta de refrescos en escuelas o espacios de concurrencia de menores de 18 años.
Además, precisó el funcionario de la SSA, se tiene la propuesta que a partir de enero del próximo año todos los refrescos y aguas carbonatadas incluyan la leyenda de que el abuso en el consumo es dañino para la salud.
El director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, indicó que por igual se emprenderá un análisis exhaustivo de los contenidos proteínicos y vitamínicos de las bebidas energéticas, a fin de que el consumidor tenga la certeza de que está adquiriendo un producto que realmente significa aportación calorífica ante la pérdida de sales por el esfuerzo físico.
También a principios de 2009, recalcó, se emprenderá una intensa campaña de difusión invitando a los padres de familia a sustituir el consumo de refrescos por leche y agua de frutas que además de ser altamente refrescantes aportan vitaminas y calorías.
Etiquetas: ALIMENTACIÓN INFANTIL, NUTRICIÓN INFANTIL, OBESIDAD INFANTIL, PEDIATRIA PREVENTIVA
Les recomendamos leer este documento con información básica sobre las vacunas que deben recibir todos los niños, desde el nacimiento.
Etiquetas: PEDIATRIA PREVENTIVA, VACUNAS
Las mujeres que toman suplementos de ácido fólico por lo menos un año antes de quedar embarazadas pueden reducir significativamente el riesgo de tener un parto prematuro, indicó un nuevo estudio.
Unas 38.000 embarazadas, que tomaron ácido fólico, o folato, durante 12 meses o más antes del embarazo, tuvieron un 50 por ciento menos de riesgo de tener un parto prematuro -entre las 28 y las 32 semanas de gestación- y un 70 por ciento menos de peligro de dar a luz entre las semanas 20 y 28.
El efecto protector del folato consumido durante por lo menos un año se mantuvo luego de que los investigadores ajustaran la información según la edad, la etnia, los partos prematuros previos y otros factores que pudieran influir en el riesgo de parir antes de las 40 semanas normales de gestación.
El estudio incluyó sólo embarazadas con un feto único y excluyó los embarazos con complicaciones médicas u obstétricas.
El doctor Radek Bukowski, profesor asistente de Obstetricia y Ginecología de la University of Texas, en Galveston, presentó los resultados esta semana, durante la reunión anual de la Sociedad para la Medicina Materno-Fetal, en Dallas, Texas.
El Servicio de Salud Pública de Estados Unidos recomienda a todas las mujeres en edad reproductiva que tomen 400 microgramos diarios de ácido fólico para prevenir los defectos de nacimiento en el cerebro y en la médula espinal, como la espina bífida y los defectos del tubo neural.
El nuevo estudio le aporta a las mujeres otro motivo para tomar folato a diario, dijo en una entrevista telefónica con Reuters Health la vicepresidenta de educación y promoción de la salud de la Fundación March of Dimes, Janis Biermann.
"Tome ácido fólico todos los días, esté o no embarazada", recomendó la experta.
"Si todas las mujeres lo hicieran antes de quedar embarazadas y durante los primeros meses del embarazo, se disminuirían hasta un 70 por ciento los defectos del tubo neural y se podrían reducir las tasas de parto prematuro", concluyó Biermann.
Etiquetas: PEDIATRIA PREVENTIVA, PROBLEMAS EN EL EMBARAZO
Según los resultados de un estudio publicado en la edición de junio de Pediatrics, el consumo reducido de sacarosa a largo plazo en niños entre 13 meses y 9 años de edad se asocia a mejores hábitos nutricionales y mayor crecimiento que un consumo de sacarosa más elevado.
Soile Ruottinen, MSc, de la University of Turku (Finlandia) y sus colaboradores del Special Turku Coronary Risk Factor Intervention Project señalan que “dado que los alimentos ricos en azúcar pueden reemplazar a otros nutrientes, el consumo elevado de sacarosa influye negativamente en la calidad nutritiva de la dieta. El consumo excesivo de azúcar en la infancia puede favorecer la obesidad”.
El objetivo de este estudio prospectivo aleatorizado era evaluar las asociaciones entre consumo de sacarosa y de otros nutrientes, consumo de alimentos específicos y crecimiento en 543 niños con edades comprendidas entre 13 meses y 9 años.
Para evaluar el consumo de alimentos utilizaron los registros anuales de comidas desde los 13 meses hasta los 9 años. Dividieron a los niños en tres grupos según el consumo promedio de sacarosa: consumo constantemente elevado de sacarosa (el 10% superior), consumo constantemente reducido de sacarosa (el 10% inferior) y consumo intermedio de sacarosa (el 80% intermedio). Determinaron el peso y la altura absolutos y relativos a los 7, 13 y 24 meses de edad, y después de forma anual hasta cumplir los 9 años.
Cuando los niños alcanzaron los 2 años de edad, el grupo de consumo elevado de sacarosa ya había superado el nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud (<>
En comparación con los niños con consumo elevado de sacarosa, los niños con consumo reducido y medio tomaban más proteínas, sus dietas tenían grasas de mayor calidad y tenían tendencia a un mayor consumo de vitamina E, niacina, calcio, hierro, zinc y fibra alimentaria. Los niños del grupo de consumo reducido de sacarosa también tomaban más cereales, verduras y productos lácteos. Aunque el consumo de azúcar no estaba directamente relacionado con la obesidad, el peso, la altura y el índice de masa corporal de los niños presentaban diferencias entre los tres grupos entre los 7 meses y los 9 años de edad.
La limitación principal de este estudio era la dificultad para calcular con precisión el consumo de alimentos por parte de los niños.
Los autores del estudio señalan que “en niños entre 13 meses y 9 años de edad, el consumo reducido de sacarosa a largo plazo se asocia a mejores hábitos nutricionales y mayor crecimiento que un consumo más elevado. La sacarosa reemplaza en la dieta del niño a los productos lácteos, los cereales y otros alimentos ricos en micronutrientes, por lo que un consumo elevado de sacarosa también se asocia a menor consumo de proteínas. Nuestros hallazgos indican que el consumo elevado de sacarosa podría incluso afectar ligeramente al crecimiento”.
Etiquetas: ALIMENTACIÓN INFANTIL, NUTRICIÓN INFANTIL, OBESIDAD INFANTIL, PEDIATRIA PREVENTIVA
Todos saben lo que observar demasiada televisión puede hacer a la mente y lo que muy poco ejercicio puede hacer al cuerpo, pero un estudio canadiense ahora ha demostrado que el televisor también puede aumentar la cantidad de lo que comemos.
El nutricionista Harvey Anderson de la Universidad de Toronto descubrió durante un estudio sobre la obesidad infantil que los niños que veían televisión mientras almorzaban ingerían 228 calorías extra que aquellos que comían sin la televisión encendida.
"Una de las conclusiones de Anderson es que comer mientras se ve la televisión anula nuestra habilidad de saber cuándo dejar de comer", anunciaron el martes los Institutos Canadienses de Investigación de Salud, que financiaron el estudio.
"En efecto, ver televisión mecánicamente hace comer mecánicamente (...) Anderson tiene un consejo inmediato para los padres: apaguen la televisión durante horas de comida", agregaron.
Etiquetas: CONDUCTA INFANTIL, OBESIDAD INFANTIL, PEDIATRIA PREVENTIVA
Un estudio encontró que el llanto del niño no evocaba la misma respuesta
La ciencia podría haber confirmado algo que las madres ya saben: cuando una mujer ve a su bebé sonreír, ciertas áreas de su cerebro se activan y estimulan sentimientos de felicidad.
"Estos sentimientos de las madres tienen definitivamente un origen biológico", afirmó el autor del estudio, el Dr. Lane Strathearn, profesor asistente del departamento de pediatría del Colegio de medicina Baylor en Houston. "El contraste que mostraba la mayor respuesta en el sistema dopaminérgico del cerebro se daba cuando el propio bebé de una mujer sonreía, en comparación con la cara de un bebé desconocido".
"La sonrisa de un bebé es un estímulo muy poderoso", señaló Strathearn. "Biológicamente tiene sentido. Los bebés dependen completamente de sus cuidadores. Tiene sentido que la naturaleza desarrolle un sistema que refuerce esa relación".
El llanto del bebé de una mujer, o incluso una expresión neutral del bebé, no evocan el mismo tipo de respuesta en el cerebro que cuando el bebé sonríe, encontró el estudio.
Strathearn dijo que no han tenido la oportunidad de evaluar los efectos en los padres. Su equipo publicó sus hallazgos en la edición de julio de la revista Pediatrics.
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 28 madres primerizas durante el último trimestre del embarazo. En este momento, Strathearn dijo que las mujeres completaron "entrevistas de apego" para evaluar los tipos de experiencia que habían tenido durante su crianza y el tipo de relación que estas madres tenían con sus propios padres.
La edad promedio de las mujeres era de 29 años y la mayoría tenía al menos título universitario. Trece de las mujeres eran blancas, siete eran negras, cuatro eran hispanas y cuatro clasificaron su raza como otra. La mayoría de las mujeres, veinte, eran casadas.
Entonces, los investigadores se reunieron con las madres y bebés cuando los bebés tenían unos seis meses de edad. En ese momento, los grabaron y capturaron imágenes sonrientes, de llanto y neutrales de los bebés. Cuando los bebés tenían unos diez meses de edad, pidieron a las madres que regresaran para someterse una IRM funcional (IRMf), que muestra qué áreas del cerebro están activadas.
Cuando las madres veían fotos de los rostros de sus propios bebés, se activaba una extensa red cerebral, según el estudio. Pero era cuando las madres veían las caras felices de sus propios bebés que el sistema de recompensa dopaminérgico se activaba de manera particular. Este sistema no se activaba cuando las madres veían a sus propios hijos tristes o neutrales.
"Este estudio es fascinante. Es un paso hacia resolver la química de la emoción, y comienza a mostrar la compleja química de la relación entre madre e hijo", señaló el Dr. Michael Wasserman, pediatra del Sistema de salud Ochsner de Nueva Orleáns.
Strathearn explicó que para algunas madres, podría haber un problema con este sistema natural de recompensa, y eso podría ayudar a explicar por qué algunas mujeres nunca se vinculan con sus hijos, o incluso abusan de ellos.
Etiquetas: PUERICULTURA, RECIÉN NACIDO
El consumo de drogas entre adolescentes y jóvenes se diversifica y plantea nuevos riesgos.
Luis Solís, director de Diagnóstico y Tratamiento de los Centros de Integración Juvenil, sostiene que los consumidores de menor edad están "recuperando" drogas de los 90, como la ketamina (anestésico) y los "poppers" (inhalantes a base de nitrato de amilo), al tiempo que emplean otras relativamente nuevas como la "yaba" (mezcla de metanfetaminas) y la cafeína.
Recurren además a modalidades más riesgosas de consumo de drogas "convencionales", como los llamados "palitos mojados" -cigarros de mariguana empapados en éter-, o al empleo como estimulante de aire comprimido para limpiar computadoras.
Aunque su uso es aún limitado, advierte Solís en entrevista, esas drogas representan un riesgo muy elevado, pues son de fácil acceso, en la mayoría de los casos, y provocan alteraciones en el comportamiento que colocan a los menores en situación de alta vulnerabilidad y pueden causas daños severos a la salud.
"Las que afectan la conciencia son las más peligrosas, porque los jóvenes pierden el control sobre las situaciones de riesgo", indica.
Los usuarios de "yaba", por ejemplo, pueden experimentar episodios de conducta violenta, paranoia, ansiedad, confusión, e insomnio, según el Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas de Estados Unidos.
En el caso del aire comprimido, los sprays en los que se vende contienen solventes que provocan efectos y daños similares a los del thinner y el cemento plástico. El frasco de ketamina cuesta 25 pesos, el aire comprimido 90 y los poppers 200.
Alfredo Nateras, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, asegura -por su parte- que en muchos casos los jóvenes consumen esas drogas teniendo muy poca información sobre sus efectos, y en entornos que favorecen las mezclas con otras sustancias, como los raves.
"Los chavos usan varias drogas al mismo tiempo, en el mismo evento o en el mismo espacio de divertimento, y entonces hacen un mezcladero en el que de repente ya no saben lo que están consumiendo, y eso es lo riesgoso.
"Se están reciclando viejas drogas, hay nuevas drogas en el mercado, y una modalidad muy frecuente de consumo son las mezclas", destaca.
Las anfetaminas y metanfetaminas aumentan la empatía, por lo que los jóvenes se sienten más identificados con sus amigos o compañeros de fiesta, pero su consumo puede provocar insuficiencia renal, hipertensión e incluso una hemorragia o un infarto cerebral, advierte Raúl Fernández Joffre, director del Centro Toxicológico Venustiano Carranza.
Esas sustancias, alerta, tienen también efectos riesgosos en materia cognitiva y conductual, pues alteran la percepción de la realidad y los peligros. Esos factores de riesgo, remarca, se incrementan con la mezcla de sustancias.
"Mezclan mariguana con anfetaminas, con cocaína. Hay la percepción de que si libran el 'pasón' ya la hicieron, pero estas sustancias degeneran el sistema nervioso, alteran la dinámica del corazón y no sólo a corto plazo, porque el organismo del consumidor no aguanta eso", señala. Focos rojos Sustancias motivo de asistencia a centros de tratamiento de adicciones en el país: (Porcentaje) Cristal 2006------ 19.8 2007------ 16.3 Cocaína 2006--- 11.9 2007------ 11.4 Heroína 2006----- 11.7 2007------ 10.5 Crack 2006----- 7.9 2007----- 10.1 Mariguana 2006------- 8.4 2007------ 7.9 Inhalables 2006------ 5.2 2007------- 4.7 El 'menú'
Algunas de las drogas "nuevas", cuya ampliación de consumo preocupa a los Centros de Integración Juvenil: Nitrato de amilo Nombres comunes: Popper; Clímax; Aroma de hombre. Uso médico: No tiene. Efecto: Depresor. Vía de administración: Inhalada. Riesgos: Mareo; relajamiento involuntario de músculos; taquicardia; colapso circulatorio; muerte. Aire comprimido Nombres comunes: Aire. Uso médico: No tiene. Efecto: Depresor. Vía de administración: Inhalado. Riesgos: Agresividad, deterioro de memoria; retardo psicomotor. Salvia divinorum Nombres comunes: Hierba María; Ska María. Uso médico: Medicina tradicional. Efecto: Alucinógeno. Vía de administración: Fumada. Riesgos: Descenso en la temperatura corporal y la presión sanguínea. Yaba Nombres comunes: Yaba. Uso médico: No tiene. Efecto: Estimulante. Vía de administración: Oral. Riesgos: Aceleración del ritmo cardíaco; aumento de la presión arterial, daño a los vasos sanguíneos del cerebro. Ketamina Nombres comunes: Special k; kit kat; Vitamina k; Cri cri. Uso médico: Anestésico. Efecto: Depresor. Vía de administración: Oral, inhalada e inyección. Riesgos: Agresividad; agitación psicomotriz; taquicardia; crisis convulsivas; coma. GHB (Gamma Hidroxibutirato)
Nombres comunes: Éxtasis; Líquido; Vita G. Uso médico: Tratamiento de cataplejia. Efecto: Depresor. Vía de administración: Oral. Riesgos: Alteración de la capacidad de juicio; somnolencia; deterioro de la memoria.
Etiquetas: ADOLESCENTES, DROGADICCIÓN, PEDIATRIA PREVENTIVA
Una investigación reciente muestra que cuando los niños llegan a la adolescencia, su nivel de actividad física se reduce de manera significativa.
Los niños que hacían en promedio tres horas de actividad entre moderada y vigorosa a los 9 años apenas se las arreglaban para hacer más de media hora de ejercicio diario a los 15 años, de acuerdo con un estudio publicado en la edición del 16 de julio de la Journal of the American Medical Association.
"La actividad infantil desciende de manera dramática entre los 9 y 15 años", dijo el autor del estudio, el Dr. Philip Nader, profesor emérito de pediatría de la Universidad de California en San Diego, La Jolla.
Nader señaló que las razones del descenso eran varias.
"Es posible que existan más actividades contrapuestas e interesantes que hacer; la educación física se realiza en lugares específicos y alejados, así como el recreo; no hay tantos espacios abiertos o parques, y estar al aire libre es un factor principal para mantener a la gente activa", apuntó.
Además, los niños no hacen la misma rutina de actividad diaria que los jóvenes de una o dos generaciones atrás. "Los niños solían correr y montar en bicicleta por todos lados, además caminaban para ir a la escuela. Ahora, los padres llevan a sus hijos a la escuela", anotó Nader.
La falta de actividad física está asociada con el problema creciente de obesidad infantil y la mayoría de los expertos recomiendan que los niños deben hacer por lo menos una hora de actividad entre moderada y vigorosa cada día, informa el estudio.
Para evaluar qué tan cerca estaban los niños de alcanzar ese objetivo, Nader y colegas dieron seguimiento a un grupo de 1,032 niños desde el año 2000, cuando los niños tenían 9 años hasta 2006, año en que cumplieron 15 años.
La mitad del grupo eran de sexo masculino y casi un cuarto provenía de familias de bajos ingresos.
A los 9 años, los niños hacían un promedio de tres horas de actividad física entre moderada y vigorosa cada día. A partir de ahí, la actividad física descendía un promedio de 38 minutos por año en los días de la semana y 41 minutos al año durante los fines de semana. A los 15 años, los adolescentes participaban en una actividad diaria entre moderada y vigorosa por un promedio de 35 minutos los fines de semana y 49 minutos los días de la semana.
Los chicos se mantenían más activos que las chicas, ya que hacían un promedio de 18 minutos extra los días de la semana y 13 minutos más los fines de semana. Las chicas hacían menos de una hora de actividad diaria los días de semana en torno a los 13.1 años, mientras que los chicos no alcanzaban esa marca hasta los 14.7 años.
"Ese descenso siempre ha estado ahí. Los niños muy pequeños son extremadamente activos y a medida que crecen, adquieren diferentes estilos de vida y se involucran en actividades distintas", dijo el Dr. Goutham Rao, director clínico del Centro de gestión del peso y el bienestar del Hospital infantil de Pittsburgh.
"Juegos como jugar el escondite son sustituidos por las tareas escolares y el tiempo frente a la computadora", anotó.
De lo que realmente carecemos hoy, agregó, es de actividad diaria. "Los niños ya no caminan para ir a la escuela, y esa es probablemente la actividad física que más podrían hacer. Ya nadie utiliza las escaleras o monta en bicicleta. Además, nuestro entorno no siempre está adaptado para estas cosas", dijo Rao.
"Los padres necesitan reconocer que la actividad es una parte importante de la rutina de los niños, al igual que las tareas escolares", aseguró Rao.
Nader agregó que el ejercicio debería convertirse en un asunto familiar, y que los padres necesitan predicar con el ejemplo y fomentar buenos hábitos de ejercicio.
Etiquetas: PEDIATRIA PREVENTIVA
Un grupo nacional de expertos recomienda que todos los recién nacidos sean examinados para la pérdida auditiva congénita.
"El examen de la pérdida auditiva debería formar parte de la evaluación de salud de cada recién nacido", enfatizó en un comunicado de prensa emitido por la Agency for Healthcare Research and Quality, Ned Calonge, presidente de la U.S. Preventive Services Task Force y también director médico del Departamento de salud pública y ambiental de Colorado.
"Evaluar al bebé justo después de nacer permite detectar la pérdida auditiva en una etapa temprana y está relacionado con mejores resultados médicos para los que dan positivo a la prueba", dijo.
Los niños que nacen con discapacidad auditiva o que la desarrollan durante la infancia o a principios de la infancia pueden tener problemas de comunicación y habilidades sociales, problemas de conducta y mal rendimiento académico en comparación con los niños que tienen una audición normal. Mientras más temprano se detecte y trate el problema, mejores serán las probabilidades de que el niño obtenga resultados positivos posteriormente en la vida, como mejoras en las habilidades del lenguaje.
Debido a que la mitad de los niños con pérdida auditiva no tienen factores de riesgo conocidos, el grupo de trabajo aboga por una evaluación universal en lugar de una focalizada. El grupo de trabajo, un panel independiente de expertos en prevención y atención primaria, expone las recomendaciones junto con un resumen de la evidencia que respalda su posición en la edición de julio de Pediatrics.
Hasta tres de cada mil bebés estadounidenses nacen con pérdida auditiva congénita; sin embargo, esta afección se evalúa con menos frecuencia que otros trastornos.
El grupo de trabajo recomienda la evaluación siguiendo un proceso de dos pasos: evaluar las respuestas del oído interno al sonido y las respuestas auditivas a nivel del tronco cerebral auditivo.
Etiquetas: PEDIATRIA PREVENTIVA, RECIÉN NACIDO
Las vacunas han reducido sustancialmente, y en algunos casos han llegado a erradicar los riesgos de padecer enfermedades que anteriormente eran habituales en los niños. Cuando se alcanzan tasas de vacunación lo suficientemente altas, se produce inmunidad de rebaño para distintas enfermedades, que protege incluso a aquellos niños que no están vacunados lo que enfatiza el concepto del beneficio comunitario de las vacunas.
Sin embargo, la decisión de no vacunar a los niños terminaría con este beneficio. En algunos casos, las barreras socio-económicas, las cuestiones religiosas o personales, o la creencia de que las vacunas no son seguras y que tienen efectos negativos a largo plazo sobre la salud, llevan a los padres a tomar la decisión de no vacunar a sus hijos.
La vacunación también es menos probable entre aquellos padres que no están convencidos de los beneficios de las vacunas. Algunos padres creen que podrán proteger a sus hijos de la enfermedad sin la inmunización.
Otros creen que no hay riesgo de enfermedad justamente debido al éxito de la vacunación que ha logrado reducir la incidencia de la enfermedad. En períodos previos de movimientos antivacunas, estas concepciones habían sido ya manifestadas.
Algunos padres consideran que la vacunación es más riesgosa que la enfermedad y creen que se sentirían peor si su hijo resultase lastimado por su acción (recibir la vacuna) que por su no-acción (no recibir la vacuna).
Las preocupaciones públicas respecto a las vacunas no son nuevas. Desde tiempos pasados, ya se evidenció una gran resistencia a las vacunas más antiguas, como la vacuna contra la viruela en Inglaterra y la vacuna contra la polio en los Estados Unidos. Como resultado de esta disconformidad, en Inglaterra los padres lograron el derecho de rechazar la vacunación. Por otro lado, los activistas lucharon para obtener la vacuna acelular contra pertussis, con la que se vacuna rutinariamente en varios países.
A pesar de las mejoras en la seguridad de las vacunas, continua una cierta percepción global de que las vacunas son inseguras.
Algunas de estas percepciones estarían fundadas en evidencias que no están completamente comprendidas, de estudios con un número pequeño de muestras, no representativos que han sugerido que la vacuna triple viral (vacuna contra sarampión, paperas y rubéola) podría causar autismo.
Muchos estudios subsiguientes, que utilizaron métodos más rigurosos, no avalan esta afirmación, incluyendo un estudio epidemiológico a gran escala, con el poder estadístico de determinar incluso una relación mínima entre el autismo y la vacuna triple viral.
La investigación respecto a un posible vínculo entre las condiciones neurológicas y el tiomersal (un conservante utilizado en algunas vacunas) no ha mostrado una relación consistente y reproducible. Sin embargo en algunos casos la sensación negativa todavía persiste,
Hay varios tipos de publicidades negativas: las que involucran los eventos adversos entre aquellos niños que han recibido las vacunas, las opiniones desfavorables que suelen circular rápidamente por Internet, afectan a aquellos padres que tienen creencias anti-vacunas. Los padres que están a favor de las medicinas alternativas son menos propensos a vacunar a sus hijos. 1
Es sumamente importante concientizar a los padres sobre los beneficios de la vacunación y del valor de la vacunación de rutina. Con este objetivo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y el Centro de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) organizaron hacia finales de Abril de 2008 la Semana Nacional de la Inmunización Infantil (NIIW). Uno de los objetivos de esta reunión fue estimular a los padres a que se informen con sus profesionales de salud y pregunten acerca de los beneficios de las vacunas.
Actualmente hay vacunas que protegen a los niños contra 15 enfermedades distintas antes de los 2 años de edad. A pesar del incremento en las tasas de vacunación, en Estados Unidos, por ejemplo, el 20% de los niños de 2 años de edad no están completamente inmunizados contra enfermedades infecciosas a las que son especialmente vulnerables. "Los niños son más vulnerables a muchas más enfermedades que los niños mayores y los adultos.
Es asimismo relevante que los adultos completen sus calendarios de vacunación para mantenerse sanos y evitar, de este modo, el contagio a personas vulnerables, entre ellos, los niños", dijo la Dra. Schuchat (Directora del Centro Nacional de Inmunizaciones y Enfermedades Respiratorias).2
Si bien la vacunación ha reducido drásticamente la incidencia de diversas enfermedades prevenibles, éstas aún circulan en muchas partes del mundo incluyendo los Estados Unidos, donde se han reportado 64 casos de sarampión en lo que va del año.
Varios de estos casos ocurrieron en niños cuyos padres habían decidido no vacunarlos, ya sea por cuestiones religiosas, personales o por su corta edad. En el año 2005, se produjo la muerte de 311.000 niños menores de 5 años a causa de sarampión y esto es una fuerte evidencia de la importancia de la vacunación en niños y en adultos para la protección contra esta enfermedad.3
La prevención de las enfermedades es clave para la salud pública. Siempre es mejor prevenir una enfermedad que tratarla médicamente. Las vacunas previenen enfermedades en aquellas personas que las reciben y protegen a los individuos no vacunados que se relacionan directamente con ellos.
Las vacunas han permitido el control de varias enfermedades infecciosas (entre las que se encuentran: polio, sarampión, difteria, pertussis, paperas, tétanos y Haemophilus influenzae tipo b) y salvan vidas. La evidencia clara de que la vacunación cumple un rol fundamental en la salud pública se observa a través del análisis del siguiente cuadro que muestra la disminución significativa de las enfermedades durante el siglo XX
(Fuente: CDC, MMWR 1998, 48 (12) y MMMWR 2003, 52 (31)).
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