Es indudable el avance de la ciencia médica en los finales del siglo XX y principios del siglo XXI, sobre todo en lo que se refiere a protección y prevención contra enfermedades que son contagiosas, muestra de ello han sido las vacunas de reciente creación como la desarrollada para combatir el neumococo, la varicela, el rotavirus entre otras. Muestra del ingenio y dedicación del ser humano para combatir padecimientos que pueden ser mortales.
El cáncer cérvico uterino es producido por el virus del papiloma humano, se estima que en el mundo existen 630 millones de personas infectadas por este virus y se considera que diariamente mueren 650 mujeres. Cada año se diagnostican 500 mil nuevos casos de cáncer cérvico uterino, este tipo de cáncer ocupa el segundo lugar mundial como causa de muerte. Se sabe también que el 50% de las mujeres mayores de 50 años están infectadas por este virus y que el 50 % de la población mundial con vida sexual activa contraerá este tipo de infección en algún momento de su existencia.
Cuando esta infección ocurre tarda entre 5 y 10 años para que se encuentren células cancerosas en el Papanicolau y muchas veces el olvido de hacerlo o la desidia para practicarse la prueba llevan a una situación en donde ya no hay nada que hacer. Este virus tiene cerca de 60 diferentes tipos, pero los importantes para la producción del cáncer son dos principalmente. La vacuna de reciente aparición protege contra estos dos tipos y dos tipos más que son potencialmente productores de cáncer.
Debido a que el virus se contagia por vía sexual, deberá protegerse a las niñas principalmente, antes de que tengan actividad sexual. Se recomienda que se aplique la vacuna entre los 9 y los 17 años. Sin embargo es recomendable de acuerdo a las investigaciones hechas por el laboratorio que la produce, que las mujeres entre los 18 y los 26 años también se la apliquen, ya que pudieran estar infectadas por un tipo de virus y las protegería contra los demás que contiene la vacuna.
La aplicación de la vacuna es intramuscular, se deben poner tres dosis. Después de la primera, la segunda dosis se aplica a los dos meses y la tercera a los seis meses de la primera. Según el fabricante esto garantiza el 100 % de efectividad. También los hombres deberían de aplicarse la vacuna ya que son los principales portadores y pueden padecer de cáncer en el pene. La aplicación de la vacuna no sustituye a la revisión médica periódica. Para mayor información consulte con su pediatra.
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Artículo del Dr. José Alberto García Aranda publicado en el periódico La Crónica