El virus de la hepatitis B, o VHB, se contagia de una persona infectada a otras personas a través de la sangre y otros líquidos corporales La hepatitis B es una enfermedad causada por un virus (el VHB) que afecta al hígado. Puede ocasionar daño permanente al hígado o la muerte.
¿Cómo se contrae?
El virus de la hepatitis B o VHB se contagia de una persona infectada a otras personas a través de la sangre y otros líquidos corporales.
Una mujer con hepatitis B puede contagiárselo a su bebé antes del nacimiento, durante el parto o por contacto estrecho durante el periodo neonatal y la primera infancia. Estos lactantes y niños tienen un alto riesgo de sufrir infección crónica.
La hepatitis crónica se define como una anormalidad en el funcionamiento del hígado que persiste durante seis meses o más.
La infección de madre a hijo es una de las formas como puede contagiarse el virus de la hepatitis B. El virus se disemina a través de la sangre y otros líquidos corporales como la saliva o el semen.
El virus puede entrar en nuestro organismo por contacto sexual, contacto con la boca o los ojos o contacto con una lesión en la piel, como una herida o rasguño.
También puede diseminarse por contacto directo con una aguja no estéril contaminada con hepatitis B. Esto puede ocurrir al hacerse un tatuaje, colocarse aretes en las orejas o el cuerpo (piercing), al someterse a acupuntura o al usar drogas inyectables.
El virus puede vivir sobre una superficie hasta por 30 días. Incluso puede adquirirse al compartir los utensilios para comer, el vaso, el cepillo de dientes o el rastrillo de afeitar de alguien que está infectado.
¿Quiénes son los portadores crónicos?
Los portadores crónicos a menudo no muestran ningún síntoma. Aunque no sepan que están infectados, pueden infectar a otros. Las personas con infección crónica por hepatitis B tienen un alto riesgo de morir de hepatitis crónica, cirrosis (una enfermedad que ocasiona endurecimiento y daño permanente del hígado), insuficiencia hepática o cáncer del hígado.
Los recién nacidos que contraen la infección de su madre al momento de nacer tienen un riesgo de 90% de convertirse en portadores crónicos, y hasta 25% morirán en la edad adulta como resultado de una enfermedad del hígado relacionada con la hepatitis B.
Una infección por hepatitis B durante los primeros cinco años de vida implica un riesgo de entre 30 y 50% de volverse crónica.
Síntomas:
Puede sentirse cansado y débil, no tener apetito y sufrir dolores de cabeza o de estómago.
Tener dolores en el cuerpo, fiebre o náuseas.
Presentar una erupción en la piel y comezón.
Tener evacuaciones pálidas y orina oscura.
Puede presentar un tono amarillento en la piel y en lo blanco del ojo, un trastorno llamado ictericia.
¿Cómo asegurarse de que no estar infectado?
Un análisis de sangre determinará su situación respecto de la hepatitis B.
Si usted está embarazada y le preocupa que pueda estar infectada, practique un análisis de sangre antes de que su bebé nazca.
¿Cómo evitar la infección por hepatitis B?
Evite compartir objetos tales como aretes, cepillos de dientes, vasos, utensilios para comer o rastrillos de afeitar.
Eluda entrar en contacto con la sangre o los líquidos corporales de otra persona.
Evite tener relaciones sexuales sin protección.
Eluda cualquier contacto con una jeringa sin esterilizar.
La hepatitis B también puede evitarse mediante vacunación.
Con información de los laboratorios
MSDPublicado en El Universal el Viernes 20 de octubre de 2006