Un momento de distracción puede ser fatal para nuestro bebé, pues en un descuido se pueden caer, asfixiar y lastimar sin que tengamos oportunidad de actuar y evitar las consecuencias.
De la cantidad de accidentes que podemos vivir con nuestros hijos pequeños hay uno de vital importancia que es altamente prevenible si se pone atención a ello, como es la asfixia, pues a diferencia de los adultos, no tienen conciencia de cómo actuar ante la falta de aire de forma normal.
Para ello es muy importante que quienes tengan bebés en casa sepan de primeros auxilios y estén enterados de cómo actuar cuando el pequeño se atragante con algo, por este motivo los pediatras y especialistas sugieren evitar que el niño tome y juegue con piezas pequeñas que se pueda meter a la boca, tales como botones, canicas, uvas, e incluso monedas.
Y es que a veces las mamás por evitarse la tarea de cargar con más cosas del bebé cuando salen e inclusive dentro de la casa, le cuelgan en el cuello un listón en el que portan chupones o medallas, y hasta en las manos le colocan pulseras con objetos para que "se distraigan".
No obstante, los accidentes pueden ocurrir a cualquier hora del día, ante el mínimo descuido de los padres o tutores, por lo tanto, se debe tener noción de cómo realizar una RCP (Reanimación cardio-pulmonar) a los bebés, que no lleva el mismo procedimiento que para los adultos.
La RCP debe comenzar al momento en que se notan los primeros síntomas de asfixia, como lo es el llanto sin ruido, el gesto de desesperación por no poder respirar, e incluso el tono azulado de la piel, pero también se puede registrar pérdida de conocimiento y de pulso.
Cabe resaltar que ante un caso de asfixia en los niños se debe actuar de inmediato, a contrarreloj, porque pasados cuatro minutos la sangre se detiene ante la falta de oxígeno y esto puede dañar el cerebro y, por ende, ocasionar la muerte.
Lo primero es buscar ayuda, ya sea gritando o por medio del teléfono si la distancia entre éste y el pequeño lo permite y, a la par, asegurarse de que el niño aún tiene respiración; en caso de que así sea se coloca al bebé boca arriba, se le levanta la barbilla con un mano y con la otra se empuja la frente hacia abajo con el propósito de abrir las vías respiratorias; si no se escucha su respiración se pueden cubrir la boca y la nariz, alternándose el destape tanto de la nariz como la boca con el propósito de que comience a entrar oxígeno, siempre cuidando de mantener la barbilla levantada y la cabeza inclinada.
Al momento de proporcionarle respiración hay que asegurarse que sean dos y de forma pausada, con el fin de que el aire entre lentamente a los pulmones; se puede repetir el paso, mas también hay que cerciorarse de que no hay nada obstaculizando el paso por la vías respiratorias. En caso de que así sea, algunos expertos en RCP recomiendan remover el objeto que afecta la óptima respiración del bebé, pero también se puede recurrir a colocar dos o tres dedos a la altura del esternón, justo debajo de los pezones, con el fin de presionar el pecho del bebé hacia abajo, se realizan cinco compresiones rápidas y se alternan con una respiración.
Después se debe advertir algún indicio de respiración, en caso de que no sea así, se debe repetir la secuencia de reanimación cardio-pulmonar hasta que pueda percibirse la circulación de oxígeno.
No obstante, cabe hacer énfasis en que todos estos pasos deben ser en pocos minutos, por lo cual lo más aconsejable es buscar la manera de pedir ayuda por teléfono y los cuerpos de emergencia nos indiquen lo que debemos hacer y, a la vez, aguardar a que lleguen en nuestro auxilio.
No hay que esperar que algún accidente suceda, por lo tanto es indispensable instruirse en primeros auxilios para saber qué hacer ante una emergencia, pero lo más importante es: cuidar siempre de la salud y crecimiento de los bebés, y una primera forma de hacerlo es procurar adecuar sus lugares de gateo, así como los objetos con los cuales tiene contacto.
Publicado en La Salud