NUEVA YORK (Reuters Health) - Los bebés que naces varias semanas antes de término tienen mayor riesgo de desarrollar problemas futuros de comportamiento que los chicos que nacen en la fecha esperada, indicó un estudio llevado a cabo en Francia.
La salud y los factores demográficos parecen influir en ese riesgo, según el informe publicado en la revista Pediatrics.
Los bebés que nacen prematuramente tienen riesgo de sufrir una cantidad de problemas de salud en las primeras semanas de vida, como por ejemplo el colapso pulmonar.
Cada vez más evidencia sostiene que los efectos del nacimiento prematuro son de larga duración.
En este caso, la investigación se concentró en bebés nacidos muy tempranamente, entre las semanas 22 y 32 de gestación.
Los resultados "deberían alentar la detección temprana de problemas del comportamiento para reducir sus consecuencias en el bienestar y en la adaptación social de los chicos", destacó el equipo dirigido por la doctora Malika Delobel-Ayoub, de la Unidad de Investigación de Salud Perinatal y Salud Femenina en Villejuif, en Francia.
Delobel-Ayoub y sus colegas estudiaron a 1.228 bebés nacidos muy prematuros y a 447 bebés cuyo nacimiento se produjo a término en 1997, y los evaluaron 3 años más tarde con el Cuestionario de Fortalezas y Dificultades, que se realiza a los padres.
El 20 por ciento de los niños muy prematuros y el 9 por ciento de los chicos nacidos a término sufrieron problemas de comportamiento, indicaron los autores.
Entre los factores de riesgo de problemas de conducta infantil aparecieron las anormalidades cerebrales detectadas por ultrasonido, la hospitalización en el último año y una baja calidad de salud.
La juventud y la baja educación de las madres también pudieron predecir esos problemas.
El nacimiento muy prematuro estuvo asociado de manera significativa con problemas de comportamiento, hiperactividad y conflictos con los pares.
"Es importante saber que los chicos que nacen muy prematuramente tienen riesgo de sufrir problemas de comportamiento en la niñez temprana, para poder tratarlos y prevenir los efectos en edad escolar", concluyeron los investigadores.
Publicado en Pediatrics, junio del 2006