El virus del papiloma humano (VPH) es el causante de la infección de transmisión sexual más frecuente en todo el mundo. Se calcula que el 70% de las personas sexualmente activas podría haber estado en algún momento de su vida expuesta al VPH. Muchas infecciones con los tipos de VPH de bajo riesgo se presentan clínicamente como verrugas genitales -presentes en el 1-2% de todos los adultos sexualmente activos- o displasias genitales de bajo grado. Sin embargo, el principal impacto de la infección persistente provocada por los tipos de VPH de alto riesgo viene de su condición de factor de riesgo necesario para el desarrollo del cáncer de cuello uterino invasivo, del que cada año se diagnostican en Europa 33.500 casos.
Aunque la puesta en marcha de costosas campañas rutinarias de detección precoz, basadas en el test de Papanicolaou, ha reducido dramáticamente la mortalidad causada por esta neoplasia, todavía 15.000 europeas mueren cada año a causa del cáncer de cuello de útero, lo que le convierte -tras el de mama- en la segunda neoplasia que causa más muertes en la población femenina. Sin embargo, la mayoría de los 470.000 casos de cáncer de cérvix que tienen lugar en el mundo cada año lo hacen en los países en vías de desarrollo, en los que es el cáncer más frecuente y letal.
Desde los años noventa se sabe que la infección con los tipos 6 o 11 de VPH de bajo riesgo está detrás de prácticamente el 100% de las verrugas genitales y que la infección con los tipos 16 y 18 de alto riesgo ocasionan más del 70% de estos casos de cáncer. Además, los expertos han recordado que, además de cáncer de cuello uterino, la infección causada por el VPH está asociada también con el 85% de los cánceres anales y el 50% de los de vulva, vagina y pene.
La importancia de estos comunes procesos patológicos ha hecho que las compañías farmacéuticas estén trabajando en el desarrollo de vacunas preventivas para los distintos tipos del VPH. En la actualidad se encuentran en su última etapa de desarrollo clínico dos vacunas multivalentes que están demostrando su eficacia en numerosos estudios. En concreto, se ha desarrollado una vacuna bivalente VPH frente a los tipos 16/18 (GSK) y otra tetravalente frente a los tipos 6/11/16/18 (Sanofi Pasteur MSD).
Esta segunda vacuna -denominada Gardasil- ha vuelto a demostrar su elevada eficacia -100%-. Así, el seguimiento durante 5 años de un grupo de 241 mujeres vacunadas ha revelado que esta vacuna evitaba tanto la aparición de casos de neoplasia cervical intraepitelial -una lesión precursora del cáncer de cérvix invasivo- como de verrugas genitales, ambas relacionadas con la infección por los tipos 6, 11, 16 y 18 del VPH.
Estos resultados forman parte de un nuevo análisis de un ensayo clínico en fase II y han sido presentados esta mañana en París durante la reunión anual de la EUROGIN (European Research Organization on Genital Infection and Neoplasia).
"Estamos muy satisfechos con estos nuevos resultados porque apoyan la idea de vacunar a las mujeres jóvenes y adolescentes con esta vacuna. Es, sin duda, otro paso significativo en la lucha frente al cáncer de cérvix", señaló la Dra. Luisa Villa, jefa del Departamento de Virología del Ludwig Institute for Cancer Research de Sao Paulo (Brasil) e investigadora en este ensayo.
Otro análisis de ensayos fase II y III, también presentado en la EUROGIN, ha revelado que esta vacuna tetravalente también fue muy eficaz en mujeres que habían estado expuestas anteriormente a uno o más de los tipos de virus de la vacuna. En éstas, la vacuna previno el 100% de las lesiones precursoras de cáncer invasivo de cérvix (neoplasia cervical intraepitelial de alto grado CIN2/3 y adenocarcinoma in situ, AIS) debidas a aquellos tipos de virus -16 y 18- a los que la mujer no había estado expuesta. Además, fue también muy eficaz a la hora de prevenir las lesiones genitales externas, incluyendo lesiones vulvares y vaginales y las verrugas causadas por los 4 tipos ya mencionados.
Según el Dr. Darron Ferris, director del Gynecologic Cancer Prevention Center de Georgia (EE.UU.) e investigador del estudio de fase III, "estos resultados verifican la robustez de la eficacia de Gardasil a la hora de prevenir la neoplasia de cérvix y otras enfermedades del tracto genital relacionadas con la infección por VPH. En la mayoría de los casos las mujeres no saben si ya han estado o no expuestas al VPH. De acuerdo con nuestros hallazgos, la mujeres ya expuestas podrían también beneficiarse de la vacunación".
Se espera que la FDA y la EMEA autoricen estas dos nuevas vacunas en los próximos meses. Los expertos consideran que la vacunación universal frente al VPH podría ser más efectiva si se implementa en las niñas de 10-13 años de edad, cuando aún no han tenido contacto con el VPH. En cuanto a Gardasil, Sanofi Pasteur MSD estima que el coste de las tres dosis de vacuna sería de alrededor de 300 euros.
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