LO NUEVO EN MI PEDIATRA

Las últimas novedades en el campo de la pediatría, en un lenguaje accesible para los padres.


abril 9, 2006

LA TELEVISIÓN INFANTIL, UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA


  • Los especialistas creen que no se ha abordado de la forma correcta el impacto de la tele

  • Piden un cambio de actitud a los padres, expertos y legisladores

Varios estudios publicados esta semana constatan los riesgos de abusar de la televisión y otros medios electrónicos, así como de algunos de sus contenidos. Los expertos en salud infantil reclaman que se considere un tema de salud pública y piden un enfoque equilibrado del problema, que tenga en cuenta los efectos negativos y positivos de la tele, los videojuegos o Internet.

"La mayoría de lo que se ha hecho hasta la fecha para comprender, reducir o regular los efectos negativos de los medios [electrónicos] sobre los niños puede considerarse un fracaso", dice uno de los editoriales publicados en un número especial de Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, dedicado íntegramente a los efectos de los medios de comunicación en la salud y el desarrollo infantiles.

"Teniendo en cuenta la enorme influencia que los medios electrónicos en todas sus formas [televisión, películas, Internet, videojuegos...] tienen sobre las vidas de los niños, es sorprendente lo poco que padres, investigadores y legisladores se han movido a la acción", reclama el comentario, firmado por los expertos en salud infantil de la Universidad de Washington (EEUU) Dimitri Christakis y Frederick Zimmerman.

Las investigaciones publicadas en la revista confirman algunos de los efectos negativos de los medios, como la relación entre las horas ante el televisor y el riesgo de sobrepeso u obesidad (incluso cuando el aparato sólo está encendido, como "ruido de fondo"), la exposición a anuncios con el consiguiente afán consumista o las alteraciones que generan los videojuegos violentos.

"Los medios tienen que ser reconocidos como un gran tema de salud pública en lugar de una serie de esfuerzos comerciales susceptibles de regulación legal, pues se trata de una de las mayores influencias infantiles; se entrecruza con muchos otros asuntos que son críticamente importantes para la salud, como la violencia, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco y las conductas sexuales de riesgo", reclaman los autores del mencionado editorial.

Es necesario, en definitiva, un cambio de actitud, un dejar de 'ver la paja en el ojo ajeno': "Todos coincidimos en que los medios pueden ser malos, pero no para nuestros niños, sólo para los de los demás (...) Estamos preocupados por la ubicuidad de [los medios] pero no queremos renunciar al papel que han adquirido en nuestras vidas", advierten Christakis y Zimmerman.
Riesgos, pero también ventajas

"Ver el consumo infantil de los medios como un asunto de salud pública puede ayudar a cortar la actitud defensiva de los adultos ante este tema", añaden estos especialistas, quienes piden un enfoque más equilibrado.
"El debate actual es demasiado combativo y a menudo poco informado. La televisión y los otros medios deben considerarse algo más que una fuente malvada o meros placeres frívolos; su potencial para enriquecer las vidas de nuestros niños es, de hecho, enorme y esas posibilidades necesitan explorarse y actualizarse. Necesitamos encontrar modos de optimizar el papel de los medios en nuestra sociedad, aprovechando sus atributos positivos y minimizando los negativos", reclaman.

Por ejemplo, otro de los editoriales de la revista, firmado por Donald Shrifrin, presidente del comité de medios de comunicación de la Academia Americana de Pediatría, pide que se indague en los efectos positivos y negativos de las nuevas formas de utilizar los medios electrónicos, como es su empleo simultáneo.

En busca de soluciones

Christakis y Zimmerman también reclaman más investigaciones, en especial acerca de las nuevas formas de comunicación: "La televisión está siendo rápidamente superada por otras tecnologías en la competencia del tiempo de los niños frente a las pantallas. El empleo infantil de Internet, videojuegos, mensajes instantáneos y 'podcasting' [la distribución de archivos de vídeo y audio a través de la red] están sin explorar. Es más, las tecnologías existentes pronto convertirán cada teléfono celular en un televisor en minuatura. Ya fue bastante alarmante [para algunos] que dos tercios de los adolescentes tuviesen televisores en sus dormitorios. Pronto, todos los tendrán en sus bolsillos".

"Demasiados datos acerca de la televisión y los niños están pasados", advierten estos especialistas. También es preciso dar un mensaje claro sobre qué deben hacer los padres ante el problema. "Durante décadas, hemos sabido que un uso excesivo de los medios y la exposición a contenidos problemáticos es negativo para el desarrollo sano de los niños. (...) Sin embargo, las intervenciones evaluadas rigurosamente son escasas. Hay que esforzarse en crear campañas para aumentar la concienciación paterna y proporcionar estrategias simples para reducir el tiempo ante los medios y limitar la exposición a contenidos negativos", reclama un tercer editorial publicado en la revista.

"El pragmatismo es la clave. No hacen falta más trabajos demostrando cuánto ven la tele los niños o cuánto superan las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría [dos horas diarias]. Son necesarios mejores estudios sobre cómo la ven y cómo pueden mejorarse estos hábitos", concluyen Christakis y Zimmerman.


Publicado en El Mundo Salud



Publicado por Dr. Murguía  # 2:32 PM

Archivos

07.2003   08.2003   10.2003   11.2003   12.2003   01.2004   02.2004   03.2004   04.2004   05.2004   06.2004   07.2004   08.2004   09.2004   10.2004   11.2004   12.2004   01.2005   02.2005   03.2005   04.2005   05.2005   06.2005   07.2005   08.2005   09.2005   10.2005   11.2005   12.2005   01.2006   02.2006   03.2006   04.2006  


Mi Pediatra

Visite  Blogger