Por cada hora que su hijo de 10 años esté delante del televisor, pasará 20 minutos menos en su compañía. Según un estudio que publica la revista 'Pediatrics', este medio merma el tiempo que los pequeños dedican a estar con su familia, hacer los deberes o dibujar. Sus resultados respaldan la necesidad de que se limiten las horas que los críos pasan ante la tele.
Prácticamente todos los niños españoles ven la televisión todos los días. De hecho, según la Encuesta Nacional de Salud 2003, un 30% de los críos de entre 1 y 15 años pasa todos los días más de dos horas delante de la pantalla.
Numerosos estudios han apuntado a los riesgos de la tele (obesidad, conductas violentas...), así que los especialistas recomiendan limitar las horas que los niños pasan ante el televisor. Por ejemplo, la Asociación Americana de Pediatría recomienda que se prohíba la televisión en los niños menores de dos años y se limite a menos de dos horas diarias en los más mayores.
Los niños estadounidenses pasan más horas viendo la televisión que en ninguna otra actividad (salvo dormir), pero aunque esto sugiere que el hábito interfiere en otras actividades más apropiadas para el desarrollo infantil, como leer o pasar tiempo con la familia, lo cierto es que hasta el momento ningún estudio había analizado el asunto.
"Parece que al menos parte de la mala fama de la televisión está justificada", concluyen los autores, de la Universidad de Texas en Austin (EEUU). Estos especialistas han revisado más de 1.700 encuestas de niños menores de 12 años. Los chavales o sus progenitores (en el caso de los participantes más pequeños) informaban de todas las actividades que realizaban durante un día lectivo y uno del fin de semana escogidos al azar.
Los autores cotejaron las horas que los chavales pasaban ante la 'caja tonta' con las dedicadas a cinco actividades que se considera que son beneficiosas para el desarrollo infantil (compañía de los padres y hermanos, lectura, tareas escolares, actividades creativas como el dibujo o los juegos de mesa y, finalmente, actividades al aire libre como jugar al fútbol o nadar).
Los resultados
Las horas ante el televisor reducían el tiempo que los chavales pasaban con su familia, en actividades creativas (sobre todo, entre los pequeños) y haciendo los deberes, en el caso de los participantes con más de seis años.
Por ejemplo, por cada hora que un niño con menos de dos años pasaba ante el televisor entre semana, estaba 52 minutos menos con sus padres o 45 minutos si se trataba de un crío de tres o cinco años. Entre los participantes más mayores, estos intervalos eran algo menores (25 minutos en los niños de seis a ocho años y 37 en los más mayores), pero los autores subrayan que la pérdida es igualmente importante dado que estos chavales son los que pasan menos tiempo con sus padres.
Precisamente, entre estos niños más mayores la tele desplaza notablemente la dedicación a las tareas escolares (ejercicios, estudiar, etc.): por cada hora ante el televisor los de seis a ocho años destinaban tres minutos menos a sus deberes. Los más mayores, siete minutos.
"Dado que los niños no pasan mucho tiempo haciendo los deberes [una media de 21 y 39 minutos diarios, respectivamente], estas relaciones fueron claramente grandes (...). Estos resultados sugieren que las familias harían bien en prohibir (o al menos limitar severamente) la visión de la televisión entre los niños en edad escolar durante las noches de los días lectivos", advierten los investigadores.
Entre los más pequeños, las diferencias eran más acusadas en el tiempo que dedicaban a juegos creativos, como manualidades, cartas, disfrazarse... Con cada hora televisiva, dedicaban un 9% menos de su tiempo entre semana a ese tipo de entretenimientos y un 11% los fines de semana. Los investigadores lo atribuyen a la "facilidad" de la televisión y recuerdan que "por ejemplo, para jugar a un juego de mesa, uno primero tiene que decidir cuál, encontrarlo y organizarlo. Además, al final de la actividad hay que limpiar o recoger. Esto no sucede al ver la televisión, que simplemente requiere que uno la encienda y la apague al final".
Mitos
"Así que claramente, algunas de las preocupaciones sobre el impacto de la televisión en los niños están justificadas. Por otra parte, algunas de las asunciones acerca de este medio han recibido poco apoyo empírico", concluyen estos especialistas, especialistas en desarrollo humano y ciencias familiares y en investigación en televisión y niños.
Ni el tiempo dedicado a la lectura (o a que les leyese alguien, en el caso de los más pequeños) ni a las actividades al aire libre se veían mermados por las horas ante el televisor. Los investigadores recuerdan que "desafortunadamente, parece que los niños pasaban poco tiempo leyendo antes de la llegada de la televisión, y pasan poco tiempo ahora". El tiempo dedicado a los libros entre los menores de dos años era de unos 15 minutos y, entre los más mayores, de 10.
En cuanto a las horas al aire libre, lo cierto es que su hallazgo no sustenta la hipótesis de que la tele tiene parte de culpa de la epidemia de obesidad infantil porque impide la actividad física. Sin embargo, los autores creen que "ver la televisión puede estar contribuyendo al sobrepeso infantil de otros modos importantes. Dos posibilidades incluyen un mayor consumo calórico al comer ante la televisión o la influencia de la publicidad", Más del 60% de los anuncios televisivos dirigidos a los niños están relacionados con la comida.
Las familias harían bien en prohibir o, al menos, limitar severamente la televisión durante los días de colegioReportaje de Isabel Espiño publicado en El Mundo Salud