Algunos recordarán una serie de televisión en la que se mostraba la vida de un hombre que había pasado su infancia delante de este aparato. Todas las situaciones de su cotidiano tenían un referente en escenas de la 'tele'. Lejos de ser una invención de los guionistas, un estudio de la Universidad de Tufts, en EEUU, demuestra que incluso los niños de un año son capaces de absorber las emociones de los programas televisivos e incorporarlas a sus comportamientos.
Fueron suficientes 20 segundos de un video en el que una actriz representaba diferentes emociones ante un muñeco para que los pequeños que la habían contemplado reprodujeran una actitud similar con el juguete. El autor principal del trabajo publicado en Child Development asegura que «es impactante que los niños de un año sean capaces de captar toda esa información con sólo 20 segundos de tele».
Las reacciones emocionales de los bebés no sólo mimetizaban las expresiones de sentimientos de la actriz, sino que lo hacían de un modo preciso. Por ejemplo, cuando se representaba una actitud negativa con un muñeco, los niños evitaban jugar con este juguete en concreto. Sin embargo, no tenían ningún inconveniente en hacerlo con otro que también formaba parte del video, pero que no había sido objeto de 'malas vibraciones'.
Algunos expertos en psicología infantil opinan que los padres consideran que sus hijos no perciben lo que se muestra en los programas de televisión. Este estudio demuestra que los niños son como esponjas que absorben, interpretan e incorporan a su constelación de comportamientos todas las manifestaciones emocionales que se producen a su alrededor. Los científicos especulan que incluso los bebés de menos edad son sensibles a las expresiones de su entorno. Algo que, por otra parte, sostienen desde hace años muchos psicólogos y psicoanalistas.
Sin embargo, las vivencias emocionales y su impacto en el niño no se pueden limitar a un periodo de su existencia. Han sido numerosos los estudios que han demostrado que en el útero materno, el feto percibe las experiencias de su madre con el entorno.
Publicado en El Mundo Salud