Hace unos meses el Centro para el Control y Prevención de enfermedades de los Estados Unidos anunció de manera oficial que la rubéola había sido erradicada de su país. Prácticamente los bebés afectados por la rubéola congénita, enfermedad que provoca al recién nacido malformaciones, oculares, cardiacas, sordera, cerebro pequeño y retrazo mental, se erradicó gracias a la aplicación rutinaria de la vacuna, la cual se aplica entre el año y los 15 meses combinada con la vacuna del sarampión y la parotiditis y se refuerza entre 4 y 6 años.
Es difícil pensar que hace muchos años en una epidemia de rubéola se llegaron a reportar 20,000 casos de rubéola congénita, esto es rubéola en bebés que la adquirieron en el embarazo, y que aproximadamente 11,250 abortos o embarazos no consumados fueron provocados por ésta enfermedad . De los afectados hubo 11,600 casos de sordera, 3,580 casos de ceguera y 1,800 de retrazo psicomotríz.
En México apenas hace unos cuantos años que se aplica la vacuna contra la rubéola de manera rutinaria a todos los niños dentro del esquema básico de inmunizaciones, y aún existen muchos adolescentes y adultos jóvenes sin inmunizar, por lo que aún se presentan casos de la enfermedad en la consulta diaria .
Este es un buen ejemplo de la importancia de la aplicación masiva de las vacunas. No solo son para que su hijo no se enferme, sino al ser aplicadas a toda la población ayudan a la erradicación de la enfermedad, tal como está sucediendo con la temible poliomielitis la cual está apunto de ser eliminada totalmente de la tierra, o la viruela que ya está erradicada. Esperemos que ésta y muchas otras vacunas como la vacuna contra el pneumococo heptavalente (Prevenar) , la vacuna contra la varicela y la hepatitis A sean parte del esquema básico de inmunizaciones en México y en Latinoamérica.