Esta revisión de estudios deja claro que los niños deben volver a los patrones de hace unas décadas: bajar a la calle a correr, saltar o montar en bicicleta. Para ello recomiendan tanto a padres, profesores, políticos y médicos que se tomen en serio la importancia de la actividad física para la salud. Una vez conseguido, deben poner el cuerpo en movimiento para servir de ejemplo a sus hijos.
Otra medida que aconsejan es que los niños reduzcan a menos de dos horas diarias las tareas por sí mismas sedentarias como jugar con los videojuegos, ver la tele o hablar por el móvil o celular. "La evidencia deja muy claro que la actividad física ha disminuido drásticamente en los últimos 10-20 años".
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