La exposición del feto durante el tercer trimestre a algunos medicamentos antidepresivos, puede producir un síndrome de alteraciones en el comportamiento del recién nacido. Antes de prescribir estos medicamentos a las mujeres con trastornos de ansiedad o depresión es importante tener en cuenta que sus hijos pueden sufrir problemas. Dentro de los síntomas descritos destacan el insomnio o la somonolencia y la irritabilidad. Algunos bebés presentan vómitos o diarrea o incapacidad para mamar, por lo que tienen que ser alimentados a través de una sonda.
Otros síntomas pueden ser temblores, agitación, rigidez o tono muscular disminuido. También se ha descrito fiebre, inestabilidad de la temperatura o bajadas de azúcar. En otros casos, los bebés presentan dificultad para respirar o congestión nasal.
Por lo general, los síntomas duran dos semanas y hace falta un tratamiento médico que debe realizarse en una unidad de neonatos. En algunas ocasiones, puede parecer un cuadro muy grave con ataques epilépticos, deshidratación, pérdida de peso excesiva y fiebre, que incluso puede hacer que los niños tengan que recibir respiración asistida. No se han publicado casos de muerte por exposición a estos fármacos.
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