Las vacunas 

 
Dr. Roberto Carreño Manjarrez 

 
¿Qué son las vacunas?
Las vacunas son productos donde se utilizan microorganismos muertos o debilitados (o las sustancias tóxicas que éstos producen), los cuales han sido alterados por medio de exposiciones al calor o químicos para evitar que sean capaces de producir una enfermedad, pero al mismo tiempo sean reconocidos por el organismo, creándose anticuerpos como si la persona hubiera padecido el mal.
Desde la antigüedad se conocía el hecho de que cualquier persona que hubiera presentado una enfermedad y sobrevivido era capaz de ser expuesta a la misma enfermedad sin enfermarse. Esta capacidad de memoria que presenta nuestro sistema de defensa se utiliza constantemente al vacunar a un niño.
Las vacunas salvan la vida de miles de niños cada año y en algunos casos han sido tan efectivas que su uso ya no es necesario; tal es el caso de la vacuna contra la viruela, la cual logró desaparecer la enfermedad. Otro caso es el de la poliomielitis, ya que desde 1991 no se ha reportado un solo caso.
Sin embargo, no todo son buenas noticias, ya que existe la posibilidad de que en ocasiones surjan reacciones a las vacunas.
¿Qué vacunas debe recibir mi hijo?
Actualmente, en nuestro País se ha tratado de incluir un esquema de vacunación contra las enfermedades más comunes de la niñez.
Iniciando con la vacuna contra la tuberculosis (BCG), la cual puede aplicarse desde el nacimiento, con un refuerzo alrededor de lo 6 años; se aplica en el brazo derecho por vía intradérmica.
Esta vacuna ha sido controvertida, pero su eficacia ha sido demostrada en países desarrollados como Suecia y es de especial importancia en un país como el nuestro, donde la tuberculosis es una enfermedad común.
La vacuna contra la poliomielitis se aplica a los 2, 4 y 6 meses, en forma de gotas tomadas. Se recomienda que durante las campañas los niños también la reciban.
La vacuna triple (DPT) contra la Difteria, Tosferina y Tétanos debe aplicarse a los 2, 4 y 6 meses y posteriormente a los 2 y 4 años; se aplica por vía intramuscular, y en niños menores de 1 año el sitio recomendado son los muslos. Después de los 10 años se recomienda aplicar el toxoide tetánico en caso de una herida cortante, el cual brinda protección por 10 años.
La vacuna contra el Sarampión se aplica a los 9 meses y a los 6 años, aunque en algunos casos extremos puede ser antes de los 9 meses; se pone en el brazo izquierdo por vía subcutánea.
 
¿Existen algunas otras vacunas que mi hijo deba recibir?
Desde 1970 el uso de vacunas contra la rubeola y la parotiditis (paperas) se lleva a cabo en muchos países. Por lo general, la aplicación de estas vacunas es en forma conjunta alrededor de los 15 meses de edad, de manera subcutánea en el brazo izquierdo y en ocasiones junto con la vacuna antisarampionosa.
La vacuna contra la rubeola es importante, sobre todo en mujeres para evitar la posibilidad de que presenten la enfermedad una vez embarazadas, previniendo así el riesgo de que el bebé tenga malformaciones.
Existen algunas otras vacunas que se aplican desde 1991 en los países desarrollados y que han demostrado su utilidad.
La vacuna contra la meningitis por Haemophilus influenzae tipo b ha permitido disminuir esta enfermedad. Protege contra la Meningitis producida por esta bacteria únicamente. Esta vacuna se aplica por vía intramuscular a los 2, 4, 6 y 18 meses; dependiendo de la edad se pueden aplicar menos dosis a todos los niños menores de 5 años.
Otra es la vacuna contra la hepatitis B, infección que afecta al hígado y que se adquiere por la transfusión de productos sanguíneos, jeringas o agujas contaminadas con el virus o por contacto sexual. Aunque inicialmente se recomendaba para grupos de alto riesgo, como hemofílicos, personal médico y paramédico, actualmente su recomendación es de vacunación universal; se aplica en forma intramuscular a los 0, 1 y 6 meses iniciando a cualquier edad, de preferencia desde recién nacido.
 
¿Existe algún riesgo al aplicarle vacunas a mi hijo?
Como ya se mencionó, el poner una vacuna conlleva un riesgo, el cual se presenta como una respuesta individual a algún componente de la vacuna; las reacciones pueden ser fiebre, molestias en el sitio de aplicación, irritabilidad, llanto incontenible y, en ocasiones, crisis convulsivas.
Es importante que sus dudas acerca de las vacunas que su hijo puede recibir sean contestadas por su pediatra, quien cuenta con toda la información para protegerlo de todas estas enfermedades y, al mismo tiempo, informarle de la mejor manera de vigilar a su hijo una vez que éstas le son aplicadas.
 
El Dr. Carreño Manjarrez es jefe del Servicio de Medicina Interna II, del Hospital Infantil de México.
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588-97-91, donde recibirá respuesta a sus dudas.



 
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