Mi hijo se tragó algo, ¿qué hago? 

 
Dr. Gerardo Blanco Rodríguez 

 
 
La ingestión de un cuerpo extraño es un accidente grave que suele presentarse en el hogar y que puede ocasionar hasta la muerte a un niño.
Este accidente se presenta con mayor frecuencia en menores de tres años, edad en la cual lo niños son muy inquietos; también están en la etapa de investigar todas las cosas, las cuales son llevadas a la boca para conocer su consistencia, pero la misma intranquilidad de los pequeños hace que corran, rían, lloren, brinquen y caigan con facilidad, esto aunado a un menor número de molares que le impiden una inadecuada presión de las cosas y permiten que éstas pasen a la faringe, donde de acuerdo con el diámetro pueden ir al esófago (monedas, fragmentos de plástico, aretes o seguros) o a la vía aérea (cacahuates, frijoles, maíz o pepitas de calabaza).
En el primer caso, los niños presentarán náuseas y vómito y de no ser expulsado (el objeto) tendrán incapacidad para tragar sólidos, además de la presencia de salivación intensa.
El segundo caso es el más grave, ya que al pasar un objeto a la vía aérea, éste producirá sensación de ahogo, tos (que al principio será intensa), se observará amoratamiento de los labios y uñas de los dedos y dificultad para respirar, datos que deberán poner en alerta a la madre para su rápida atención.
¿Qué podemos hacer para evitar este accidente?
permitirle que tenga a su alcance semillas; mantenerlo sentado mientras la madre le da de comer y no ir tras él dándole la comida.
Segundo, si nosotros nos damos cuenta que se acaba de introducir algo a la boca, hay que actuar con calma y gentileza tratando de que el niño nos lo dé sin forzarlo o pidiendo que abra la boca para extraerlo.
¿Qué debemos hacer si ha ocurrido el accidente?
Hay que actuar con muchísima calma, no hay que meter los dedos a la faringe del pequeño, ya que, por un lado, podemos lesionar ésta con las uñas y dificultar la extracción posterior y, por el otro, podemos introducir el objeto en la laringe, lo que dificultaría aún más la respiración del niño.
Tampoco es recomendable poner al menor de cabeza y golpearle con fuerza la espalda, ya que podemos hacer que un cuerpo extraño que ya pasó a un bronquio se desplace a la laringe y la obstruya.
Pero si la situación es muy grave y el menor ha dejado de respirar, no habla, ha perdido el conocimiento y presenta coloración violácea de labios y uñas de los dedos, se le deberá colocar en el suelo boca abajo, con la cara de lado, y realizar presiones enérgicas sobre la espalda, de tres a cuatro veces.
Si no responde, se le deberá dar respiración de boca a boca y repetir la maniobra; en niños mayores se les deberá abrazar por la espalda y hacer presión con las palmas de las manos en el centro de la unión del tórax con el abdomen.
Si el niño reacciona, aunque respire con dificultad, hay que llevarlo de inmediato al hospital o clínica más cercana, donde personal calificado podrá dar una mejor atención al pequeño.

 

Consejos:
-No dejar objetos pequeños o semillas al alcance de los niños.
-No tratar de quitar el objeto violentamente o meterle los dedos a la boca o ponerlo de cabeza y golpearle la espalda.
-Llevarlo al hospital más cercano para su pronta atención.

El Dr. Blanco Rodríguez es jefe del Servicio de Endoscopía del Hospital Infantil de México.
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588-97-91, donde recibirá respuesta a sus dudas.



 
 
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