En primer lugar, averiguar la causa que la produce, y la mejor forma de
saberlo es acudiendo con su hijo al médico, ya que este síntoma
puede ser la manifestación de una enfermedad leve, o bien, el signo de
alarma de una mortal.
La tos es un reflejo que se presenta para movilizar y eliminar de las
vías respiratorias las secreciones irritantes o material indeseable
(cuerpos extraños), por lo que debe ser considerada como un mecanismo de
defensa del organismo y el síntoma más frecuente de los
padecimientos respiratorios.
Sin duda, elaborar un diagnóstico a partir de la tos no es sencillo, en
virtud de la gran variedad de enfermedades respiratorias que la producen; de
ahí la importancia de su diagnóstico temprano por el
especialista, ya que sólo casos muy específicos, como la
tosferina (tos perruna, coqueluche), laringotraqueitis (crup) y quizá
los cuerpos extraños, por sus características, permiten hacer su
diagnóstico preciso.
Dentro de las causas más comunes que pueden provocar la tos
están:
A) Los procesos infecciosos virales y bacterianos de vías respiratorias
superiores (rinofaringitis, farinfoamigdalitis, sinusitis, etc.) y de
vías respiratorias bajas (laringotraqueitis, bronqueolitis,
neumonía, bronconeumonía, tuberculosis, etc.,).
B) La exposición a un medio ambiente seco y polvoso, o al ambiente que
provoca el humo del tabaco.
C) Psicógena o por hábito, que es la que persiste como
consecuencia a una infección de las vías respiratorias.
En las grandes ciudades donde la contaminación ambiental, mayor de 100
IMECA, alcanza niveles dañinos para la salud, es muy frecuente que los
niños presenten tos, la cual se exacerba durante los meses de invierno y
es motivo principal de ausentismo escolar.
La tos que se inicia súbitamente y se acompaña de dificultad
respiratoria grave puede corresponder a la respuesta del organismo a la
aspiración de un cuerpo extraño, que de no atenderse de inmediato
puede ocasionar la muerte del niño por asfixia.
La tos que dura más de dos semanas y persiste es un signo de alarma, y
como tal debe esclarecerse su causa e iniciar el tratamiento lo antes
posible.
Debemos recordar que la tos es primordial para movilizar las secreciones y el
moco de las vías respiratorias, por lo que constituye el primer
mecanismo de defensa natural del niño frente a una infección
respiratoria aguda.
Su tratamiento consiste en mejorar la humedad del ambiente para favorecer la
movilización de las secreciones, lo que también se consigue con
una buena hidratación; el mejor mucolítico (fluidificante) es el
agua, por lo que el niño deberá ingerir líquidos en
abundancia durante las enfermedades respiratorias. Ocasionalmente, en la tos de
tipo irritativa y no productiva (seca), puede recomendar el médico el
uso de jarabes que disminuyan la tos, pero que no la inhiban, con el
propósito de aliviar al paciente y calmar la ansiedad de los padres, lo
que permitirá un mejor tratamiento.
El Dr. Alejandro Serrano Sierra es director de Asistencia Médica del
Hospital Infantil de México.
¿Qué hacer con un niño con tos?
1.- Identificar si este síntoma se acompaña de dificultad
respiratoria.
2.- Acudir al médico para establecer un diagnóstico e iniciar el
tratamiento inmediato.
3.- Conseguir que ingiera suficientes líquidos.
4.- Una vez que su hijo haya sido revisado por el médico, no alarmarse
si tose, a menos que se acompañe de dificultad respiratoria o fiebre
(mayor de 38 grados centígrados), ante lo cual deberá acudir
nuevamente al médico.
5.- No administrarle antitusivos (calmantes de la tos), sólo cuando el
médico lo recete.
6.- El pediatra es el único capacitado para diagnosticar las
enfermedades de los niños.
7.- No hacer caso a las recomendaciones que no vengan del médico.