Opinión/ Mi bebé se "roza" muy frecuente 

 
Dr. Carlos Alfredo Mena Cedillos* 
La "rozadura" o dermatitis de la zona del pañal (DZP) es una inflamación de la piel, que les ocurre frecuentemente a los niños recién nacidos y los lactantes (hasta los dos años de edad) por razones obvias, aunque también la podemos encontrar en niños mayores cuando éstos tienen algún problema neurológico en sus vías urinarias o digestivas, que les impide controlar sus esfínteres.
¿Qué la ocasiona?
Aunque desde hace mucho tiempo se ha considerado que el material del pañal así como las heces y la orina son los factores más importantes en la producción de esta inflamación, más recientemente se ha demostrado que la humedad juega un papel aun más relevante. La DZP se ha considerado como una variante de la dermatitis por contacto y como tal tiene dos posibilidades de producirse: la primera, por una substancia muy fuerte, como son las heces cuando el niño tiene diarrea líquida, ya que en este caso el pH de las mismas disminuye y se vuelven más irritantes para la piel; la otra es por sensibilización, es decir, el niño tiene cierta susceptibilidad (piel delicada) que a veces llega a ser específica (se puede considerar como una alergia). En el primer caso se requiere, como se dijo, de una substancia fuerte, con la que los factores que más afectan, son los externos y dependientes de dicha substancia, como lo serían su concentración, cantidad y el tiempo al cual estarían expuestos casi todos los niños; en el segundo caso, en cambio, depende más de los factores internos y por lo tanto estos factores antes mencionados no influirían en el desarrollo de la DZP.
Cuando el enrojecimiento está localizado a las zonas de presión del pañal, se debe sospechar que ya necesita un cambio de tamaño de pañal a un número superior. Si dicho enrojecimiento se halla localizado a región perianal o alrededor de los genitales, se puede pensar que las heces y la orina juegan un papel muy importante en la producción de la inflamación de la piel. Si abarca toda la zona cubierta por el pañal puede ser que el niño haya hecho sensibilización al material del mismo.
A todo esto se le agregan frecuentemente infecciones, ya que la piel dañada es un campo favorable para el desarrollo de algunos gérmenes, el más frecuente, un hongo tipo levadura del género Candida y de éste la especie C, albicans que es un ser que vive normalmente en nuestro organismo pero sin ocasionar síntomas, aunque una vez que se rompe el equilibrio coloniza más abundantemente nuestra piel o mucosas.
¿Cómo distingo la dermatitis pura de una infección agregada?
En primer lugar el antecedente del tiempo de evolución es importante, ya que es difícil que una DZP pura persista después de 72 horas si se han hecho las cosas bien; si persiste después de este tiempo ya hay que sospechar que tiene infecciones, principalmente por Candida. Pero además hay datos clínicos que nos sugieren la presencia de dicho hongo: rojo intenso, afectación de los pliegues, fisuras o grietas, escama macerada y extensión fuera de la zona que cubre el pañal, ya sea en forma contínua o bien en pequeñas placas aisladas de la más grande (lesiones satélites).

Cómo evitarla

En primer lugar se debe aumentar la frecuencia en el cambio de los pañales; en el recién nacido se recomienda un promedio de ocho cambios al día, hasta llegar al límite de edad para el control de esfínteres, es decir a los dos años aproximadamente, cuando se recomienda alrededor de cinco cambios; ésto es obvio ya que la frecuencia de las micciones y de las evacuaciones disminuye conforme aumenta la edad.
El material del pañal es un tema muy controvertido aún a la fecha; aparentemente no hay diferencias entre un buen pañal desechable y uno de tela y lo más importante es el cambio frecuente; los detalles que se deben cuidar al respecto son la calidad del pañal y que el tamaño sea adecuado, en el caso de los desechables; y el material, preferiblemente de algodón, cuando se trata de uno de tela; también se debe evitar usar calzones de plástico encima de estos últimos, ya que éstos favorecen la proliferación de algunas infecciones al conservar la zona más húmeda y caliente. Si se escogen los pañales de tela se deben lavar con jabón de pastilla más que con detergente en polvo y lavar y enjuagar muy bien.
Al cambiar cada pañal se debe hacer el aseo con agua simple, procurando eliminar los residuos de orina o heces; se debe secar sin frotar ni friccionar enérgicamente, sino más bien por contacto y dejando también al aire libre. El uso de las toallitas húmedas se puede permitir en forma ocasional, como cuestión práctica al salir de paseo, pero no en forma rutinaria.
Cuando ya el niño se encuentra "rozado" se pueden utilizar pastas inertes a base de óxido de zinc con la finalidad que la piel ya lastimada no entre en contacto con las heces o la orina; de ser rebelde se debe acudir al facultativo quien debe revisar, dar una buena explicación y ofrecer un tratamiento específico en caso de presentar infecciones sobreagregadas.

* Jefe del Servicio de Dermatología 
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588 9791, dónde recibirá respuesta a sus dudas.


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