¿El desarrollo de mi hija adolescente es adecuado?

Dra. Ninel Coyote de Ramírez*


    Esta es una pregunta que todos los padres en un momento determinado nos hacemos, sobre todo cuando empezamos a notar cambios físicos o emocionales en ellas. Conocer la edad promedio en que se inician estos cambios es importante para detectar las alteraciones de los mismos y poder atenderlos a tiempo; además de que serviría para prepararlas en la presentación de esta serie de modificaciones que son parte del continuo desarrollo y cuyo objetivo es alcanzar la etapa adulta. La adolescencia es una etapa de transición en la cual la niña deja de serlo y alcanza su máximo crecimiento y su capacidad reproductiva, en ocasiones es causa de angustia, ansiedad o temor.

     Después de la calma relativa de la etapa escolar, la adolescencia es un periodo de turbulencia, ya que acontecen grandes cambios de tamaño y configuración del cuerpo, las adolescentes están constantemente preocupadas por como aparecen a los ojos de los demás en comparación con el concepto que tienen de sí mismas, por eso destacan en esta etapa de la vida rarezas en los modales y en la ropa, ya que no sólo cambia el cuerpo, sino que existe un gran cambio de actitudes, pensamiento y emociones, algo fundamental en las adolescentes es identificarse con su mismo grupo de edad, a pesar de buscar la individualidad y la independencia.

     Aunque las niñas atraviesan la fase de crecimiento acelerado relacionada con la adolescencia a diferentes edades cronológicas, el patrón o el orden de esta sucesión del crecimiento tiende a ser semejante en todas, porque el comienzo de ellos está influido por factores genéticos y ambientales.

     Se acepta que el primer signo de desarrollo es el crecimiento mamario (telarca), lo cual acontece entre los ocho y 13 años de edad, unos meses después se presenta la aparición del vello púbico, posteriormente alrededor de año y medio a dos años después del crecimiento mamario, se presenta la primera menstruación, también conocida como regla y en medicina denominada menarca; la edad de la menarca en la niña está más próxima a la de su madre, que a la de otras mujeres de la misma comunidad. La menarca constituye el aspecto culminante del desarrollo sexual femenino, la edad promedio de presentación en nuestro país es alrededor de los 12 años y medio, el vello axilar aparece uno o do años después del púbico.

        Un punto fundamental que debe conocerse y vigilarse es la presentación del pico de crecimiento en talla, en el que influyen varios factores como son: socioeconómicos, nutricionales, hereditarios y raciales, éste se presenta antes de que ocurra el primer ciclo menstrual, en nuestro país se inicia alrededor de los 11 años de edad y alcanza su máximo a los 12.1 años, a partir de esta edad, la velocidad de crecimiento disminuye para cesar cerca de los 16 a 17 años de edad. Diversos estudios a nivel mundial han llegado a la conclusión de que una vez que se presenta la menarca las niñas sólo van a crecer un promedio de 6 cm.; si notamos que la talla de nuestra hija está por debajo de la mayoría de sus compañeras de la misma edad, debemos buscar ayuda profesional antes de que menstrúe, porque después de ella es muy poco lo que puede ofrecérsele.

      Otro rubro importante de preocupación es el incremento de peso, ya que durante esta etapa existe un aumento importante de grasa corporal, independientemente de la redistribución de la misma, que puede ocasionar obesidad, por lo que no debemos permitir un aumento exagerado del mismo.

      Existen ciertas variaciones normales en la aparición de estos caracteres como son: la aparición de vello púbico antes del crecimiento mamario; pero unos meses más tarde se presenta éste, cuando existe una gran discrepancia entre uno y otro, o si sólo se presenta el vello púbico, o cuando estos se inician antes de los ocho años de edad, nos deben hacer pensar que existen problemas, los padres por sí solos no deben tomar ninguna medida tendiente a resolverlo, lo que deben hacer es acudir con un médico de preferencia pediatra, que los orientará y si es posible con un pediatra endocrinólogo o a un centro hospitalario reconocido.

     Mencionaba antes que durante la adolescencia no sólo existen cambios físicos como los ya descritos, sino que también se presentan grandes cambios anímicos, formas de comportamiento, actitudes hacia la vida, por lo que se ha considerado a la adolescencia como la de mayor crisis en los seres humanos, no necesariamente guardan relación con los cambios físicos, habitualmente se presentan después que se han iniciado; en esta etapa necesitan de toda nuestra comprensión y apoyo para que al final alcancen la madurez biopsicosocial y se integren en forma adecuada a la sociedad en que se desenvuelven.

* La Dra. Coyote de Ramírez pertenece al Departamento de Endocrinología del Hospital Infantil de México, Federico Gómez








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