'Mi hijo se torció un pie' ¿Qué hago? 

 
Dr. Raúl Frías Austria* 

 
 
La lesión que ocurre después de un esfuerzo inadecuado o de un "traspié" es un esguince.
Los esguinces también son llamados comúnmente: Entorsís, distensiones, tirones o sencillamente torceduras; son una rotura parcial o completa de un ligamento por una fuerza que lo jala bruscamente en dirección de las fibras que lo constituyen pudiendo llegar hasta desprenderse del hueso al que están unidos, arrancando un fragmento óseo. 
Esta fuerza suele lesionar otros elementos anatómicos vecinos que rodean una articulación, por lo que un esguince se trata de una serie de lesiones de ligamentos, cápsula articular, tendones, músculos, venas, arterias y nervios. 
La fuerza que los ocasiona es un movimiento brusco, repentino y potente en un sentido diferente al de la movilidad de una articulación, lo cual ocurre muy frecuentemente en la práctica deportiva o en la vida diaria con los desniveles del piso, por escalones, hoyos, objetos en el suelo o por pasos mal apoyados, pisos resbalosos, zapatos inadecuados o falta de atención a la marcha, resultando un movimiento forzado y brusco que elonga o desgarra las partes blandas que rodean una articulación.
La gente ha preferido llamar torcedura a las lesiones de los miembros superiores que son más frecuentes en las muñecas, antebrazos y brazos y llama esguinces a las lesiones de los miembros inferiores, los cuales son más frecuentes en tobillos. Quizá el esguince de tobillos es el accidente más común, tan solo en los Estados Unidos se reportan 23 mil casos de ellos diariamente, pero tanto esguinces como torceduras son lesiones semejantes.
Se dividen en tres grados según su gravedad en forma progresiva. El esguince grado I inicia con la sensación del estirón muscular y tendinoso por el accidente, acompañado de dolor inmediato, después hay hinchazón, aumento de la temperatura local y coloración rojiza, dolorimiento permanente que aumenta si se toca o presiona la zona, así como con los movimientos, pero no hay un hueco que nos indique ruptura muscular o tendinosa, hay disminución de la movilidad por dolor pero la movilidad muscular y la función articular están conservadas.
La articulación está estable. En el esguince grado II el cual es más grave, porque hay más daño, se observa y palpa una ruptura parcial del tendón o músculo, el dolor y la inmovilidad es mayor y hay una inestabilidad articular moderada.
El más grave de los esguinces es el grado III, en él hay una ruptura completa del tendón lesionado que se observa y se puede palpar a través de la piel, hay hinchazón rápida, hemorragia y dolor permanente que va aumentando, pérdida de la movilidad muscular y articular, inestabilidad de la articulación con movimientos anormales.
El tratamiento de los esguinces es diferente según su gravedad, por lo que hay que examinar cuidadosamente la zona lesionada, prestar atención a la forma en que ocurrió, la intensidad de la fuerza que actuó, la sensación durante el accidente y la deformidad resultante ya que si ha quedado deformada la articulación puede haber rupturas tendinosas completas, pero en el periodo inmediato es necesario que el lesionado descanse en una posición cómoda y se le debe aplicar en la región afectada frío, por medio de una bolsa con hielo o compresas húmedas frías, elevar discretamente la extremidad lesionada y colocar un vendaje compresivo firme que evite la edematización.
Si se está seguro de que se trata de un esguince leve, en que hay poco dolor y la movilidad articular es casi normal bastará con un vendaje compresivo con una venda adhesiva, esparadrapo, férula de yeso, o una órtesis de plástico que se venden comercialmente en las tiendas de deportes. Se incia la movilidad aplicando calor local húmedo a las 72 horas del accidente y a las 2 o 3 semanas se estará recuperando ya que su pronóstico es bueno.
Si existe la duda o hay evidencias de una lesión más grave, manifestada por mucho dolor y no poder mover la articulación es imperativo acudir al médico, practicar radiografías simples, pero en ocasiones se requieren vistas especiales bajo algún tipo de analgesia para precisar el diagnóstico y establecer un tratamiento.
Los esguinces graves requieren de tratamientos más enérgicos y precisos que favorezcan la curación de la lesión, conserven la función y prevengan las secuelas como pueden ser tendones o articulaciones dolorosas, el desgaste y la destrucción articular, por lo que en algunos casos su manejo es quirúrgico.

Recomendaciones para prevenir los esguinces

Tanto los niños como los adultos pueden tener traspiés que lesionen un tobillo o un brazo, para prevenirlos es necesario retirar todos los objetos del suelo que puedan ocasionar "tropezones", principalmente dentro de la casa. Los objetos que más caídas causan son los juguetes olvidados en el suelo, el piso mojado, sobre todo si hay jabón, limpiador, aromatizante de piso o aceite de cocinar, por lo que las lesiones ocurren comúnmente en el baño, la cocina, el cuarto de los niños y las escaleras, pero también hay que evitar las arrugas en las alfombras, los tapetes sobrepuestos, las mangueras, los camisones demasiado largos y el calzado grande. Es difícil mejorar el suelo fuera de casa, pero las lesiones en la calle se pueden prevenir usando un calzado flexible con suela adherente, zapatos de tamaño adecuado y evitar correr en lugares resbalosos y húmedos, desnivelados o muy irregulares, principalmente si no se conoce el sitio o no se tiene el adiestramiento pertinente para hacerlo. Se deben practicar juegos y deportes con los cuidados debidos, la ropa adecuada y el lugar destinado para ellos.

*Departamento de Ortopedia Pediátrica
Hospital Infantil de México
"Federico Gómez"



 
 
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