Por. Roberto Carreño Manjarrez
¿Qué características de dolor de piernas de mi hijo me deben llamar la atención?
-Es importante inicialmente diferenciar entre el dolor que puede presentarse a nivel muscular, a nivel óseo (de los huesos) y a nivel articular. Los dos primeros por lo general son profundos, difíciles de localizar en un solo punto y referidos en toda la (s) pierna (s); mientras que el dolor articular se localiza específicamente (rodillas, tobillo, pie) y puede acompañarse de otras características como hinchazón, aumento de temperatura e imposibilidad para llevar a cabo los movimientos normales de piernas y pies. El momento en el que se presenta el dolor es también de suma importancia. Así el dolor que se presenta por las mañanas y mejora con el transcurso del día y las actividades diarias pudiera corresponder al dolor articular. El dolor que se presenta por las noches, posterior a haber realizado actividad física intensa, que despierta al niño y mejora con la aplicación local de calor o con el masaje pudiera corresponder a dolor musculoesquelético. También el dolor nocturno profundo, intenso, que se acompaña de sudoración y que es de difícil control nos estaría hablando de una alteración ósea. La intensidad del dolor es también de suma importancia y los padres pueden estimar el grado de intensidad de acuerdo a qué tanto interfiere con las actividades normales del niño.
¿Existe la artritis en los niños y puede ésta ser la causante de dolor de piernas?
-La creencia de que sólo los ancianos cursan con artritis aunque generalizada es errónea, ya que los niños pueden cursar esta misma enfermedad. Es importante reconocer que la inflamación de las articulaciones no sólo causa dolor sino las demás características ya mencionadas previamente, y en este caso la causa puede ser muy diversa desde la presencia de traumatismos (golpes), infecciones (en la misma articulación o en algún otro lugar del cuerpo) o múltiples enfermedades que involucran otros órganos y aparatos de nuestro organismo, incluyendo enfermedades como la leucemia hasta la conocida como artritis reumatoide juvenil. En el caso de los traumatismos, las infecciones y las neoplasias es de suma importancia el rápido diagnóstico, ya que esto disminuirá la posibilidad de que se presenten complicaciones a largo plazo.
¿Los dolores de piernas de mi hijo pueden deberse a su crecimiento?
Uno de los dolores más comunes es el referido por los niños después de un día de actividad física intensa, se presentan por las noches, pueden llegar a despertar al niño y normalmente ceden con masajes o el uso de algún analgésico. Estos dolores conocidos como dolores del crecimiento, se presentan entre los 4 y los 12 años de edad y en la edad escolar se considera que 1 o 2 de cada 10 niños pueden llegar a presentarlos. En ocasiones puede llegar a ser un diagnóstico del cual se abusa, por lo que una vez que se hayan descartado otras posibilidades de dolor en las piernas y de acuerdo a las características antes mencionadas se puede hacer este diagnóstico. Otra causa de dolor en las piernas y en ocasiones en brazos y manos es la presencia de la flexibilidad aumentada de sus articulaciones (hiperlaxitud ligamentaria). Los niños que presentan esta alteración cuentan con una gran movilidad de sus articulaciones, por lo que son capaces de realizar movimientos más allá de los normalmente observados llegando a destacar en algunas actividades deportivas. Sin embargo, no es recomendable continuar realizando estas actividades ya que no sólo se presenta dolor sino que a largo plazo puede llegar a dañarse la (s) articulación (es). Esta laxitud ligamentaria puede acompañarse de laxitud de la piel, coloración azularosa de escleras (lo blanco de los ojos), enfermedad ocular así como daño en arterias y talla exageradamente alta. En general el dolor de piernas puede ser una manifestación de una enfermedad benigna, pero los padres deberán reconocer las características de este dolor y vigilar su evolución ya que pudiera ser este también inició de alguna enfermedad generalizada y de consecuencias graves.
Su pediatra puede ayudarle a diferenciar cualquiera de estos cuadros y brindarle el tratamiento necesario para hacer desaparecer estos dolores.
Médico Pediatra Jefe del Servicio de Medicinas III, Departamento de Medicina Interna