¿Afecta la contaminación por ozono la salud de nuestros hijos? 

Juan José Luis Sienra Monge* 

Los que vivimos en la ciudad en los últimos días hemos sufrido altos índices de uno de los contaminantes atmosféricos, el Ozono. Siendo éste el que desde hace algunos años más frecuentemente ha sobrepasado los límites de seguridad, y nuevamente se ha mantenido en concentraciones que pueden poner en riesgo la integridad de los habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad de México. 

¿Qué es el ozono
Este contaminante es de los llamados secundarios, lo cual significa que no se emite en forma directa por las diferentes actividades humanas, como sería la combustión de gasolina y otros energéticos o por desecho de industrias, sino que se necesitan en primer lugar de otros contaminantes, estos sí derivados del uso de combustibles, más la acción de la luz solar y condiciones climáticas específicas, frío y falta de vientos propicios para su dispersión. 

¿Cómo afecta el ozono al ser humano? 
En la actualidad sabemos que la exposición a niveles sostenidos y por arriba de la norma oficial, afectan a varios órganos pero principalmente producen inflamación de los pulmones alterando su elasticidad normal, disminuyendo la capacidad del individuo para defenderse de las infecciones y en forma general irritación de todas las membranas que cubren al organismo, (piel, conjuntiva de los ojos, mucosa de la nariz y boca). 
Esto significa que la función pulmonar estará afectada, con dificultad para aspirar aire, disminución en la capacidad pulmonar, ardor y resequedad de garganta y si se padece alguna enfermedad respiratoria como un resfriado, este será más intenso y prolongado. 
En aquellos sujetos que tienen alguna otra enfermedad cardiaca o bronquial como asma, se empeorarán sus síntomas. 
Aún no sabemos qué puede pasar a largo plazo en aquellos que estamos expuestos directamente al ozono, pro lo que es necesario llevar a cabo un mayor número de investigaciones en este campo. 

¿A quienes les hace más daño? 
Existen los que llamamos grupos de riesgo, no queriendo decir que al resto de las personas no les hace daño, sino que a estos grupos: niños, ancianos y personas enfermas del corazón y pulmones, son los que primeramente se afectan. 

¿Por qué les afecta más a los niños? 
Las características particulares de los niños, como que respiren más rápidamente, que durante sus primeros años sufran de mayor número de infecciones de las vías respiratorias y el que su sistema inmunológico de defensa al igual que sus pulmones estén en pleno desarrollo los hace ser más susceptibles; asimismo, en esta edad son más propensos a sufrir enfermedades de tipo alérgico como rinitis y asma los hace ser el principal grupo de riesgo. 
A los ancianos que son el otro grupo de riesgos, les afecta porque en muchas ocasiones ya presentan otras enfermedades adyacentes y eso los predispone además que algunos de sus sistemas de defensa ya no funcionan adecuadamente. 

¿Qué enfermedades les puede producir el estar expuestos al ozono
No provoca ninguna enfermedad en especial, pero como decíamos previamente el estar expuesto por tiempo prolongado a altos niveles de ozono ocasiona irritación de la piel y ojos, resequedad de la mucosa de la nariz y boca, con sensación de comezón o ardor, falta de aire, ya que hay dificultad para su aspiración, (por irritación o dolor de garganta y por disminución de elasticidad en los pulmones) haciendo que se respire más superficialmente, con disminución de la capacidad de sus pulmones y presencia de tos seca, dependiendo del tiempo de exposición y de la concentración, estos síntomas pueden ser muy intensos. En aquellos que sean susceptibles se pueden desencadenar crisis de asma. Si el niño tiene un cuadro gripal o alguna otra afección de las vías aéreas, ésta será más grave. 

¿Cómo podemos evitar esta exposición? 
Lo primero que hay que hacer es tratar de utilizar lo menos posible nuestros vehículos de combustión, verificar que las fábricas e industrias cuenten con los aditamentos necesarios para producir el menor número de contaminantes, acatar las deposiciones oficiales en cuanto al qué hacer en caso de una contingencia. 
A nuestros hijos hay que mantenerlos bien arropados, evitando los cambios bruscos de temperatura, no permitir que cuando los niveles de ozono sobrepasen las concentraciones establecidas estén en lugares abiertos, jugando o haciendo ejercicio. 
Dentro de la casa mantener las ventanas cerradas, no utilizar estufas o calentadores de leña, carbón o gas, no fumar ni permitir que se fume dentro de la casa, no asistir a lugares donde se concentre mucha gente y evitar estar en contacto con personas enfermas de gripe o catarro. 
Hay que darles una alimentación con abundantes frutas y verduras frescas, pues éstas son ricas en vitaminas, sobre todo A, C y E, darles a tomar abundantes líquidos, pues se ha visto que una buena hidratación y el empleo de estas vitaminas protege de los efectos de este contaminante. 
Si presentan síntomas consultar con el médico y en caso de problemas para respirar o que el cuadro sea muy intenso, acudir a los hospitales o clínicas de emergencia para ahí recibir atención adecuada. 
La utilización de mascarillas o tapabocas no impide el paso de contaminantes y se requiere de un mayor esfuerzo para respirar con lo que se empeoran los síntomas. 

Jefe del Departamento de Neumología y Alergia. 
 



 
 
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