A mi hijo lo mordió un perro ¿qué debo hacer?


Por Dr.Salvador Santoyo Amor


     Las mordeduras por perro siguen siendo un motivo común de consulta en los servicios de urgencias pediátricos. Por tal motivo, en este artículo abordaré la prevención de este accidente, así como su manejo inicial de primeros auxilios.

     ¿Es conveniente que los niños tengan mascotas como los perros?

     Definitivamente sí. Lo importante es evaluar primero la capacidad que tiene un niño de cuidar a su perro, es decir, no me refiero simplemente a tener una mascota en casa, sino a adquirir la responsabilidad de cuidarlo las 24 horas del día por medio de su alimentación diaria, su aseo y, por supuesto, sus visitas periódicas al veterinario.

     El hecho de poder tener en casa una mascota en la edad pediátrica es un gran estímulo en el desarrollo del niño, ya que por medio de los animalitos el niño aprende nuevas responsabilidades como son el cuidar, proteger, alimentar y hasta querer a su mascota.

     Por supuesto que el tipo de perro, su raza, será determinante en la buena relación con su dueño. Todos sabemos que existen razas de diferentes tamaños y conductas, algunos más nobles que otros, más caseros, que requieren espacios amplios y, por supuesto, otros utilizados como medida de protección.

     Es indudable que de existir niños casa, el perro se deberá adaptar a las necesidades de los niños, no así de los adultos que utilizan a sus mascotas con otros fines, lo cual podría favorecer tener animales agresivos o peligrosos en una casa donde habiten niños.

     La edad recomendada para que un niño tenga perro es aproximadamente hasta los 4 años, momento en el cual un niño es capaz de poner atención en los cuidados de su mascota, de otra manera, ésta estará a cargo de los familiares adultos y la relación que se intenta fomentar entre animal y niño no se dará, y si por desgracia no se tomaron precauciones necesarias al escoger la mascota ideal, se podrían originar accidentes que pueden ir desde problemas infecciosos parasitarios hasta accidentes tan graves como mordeduras.

     ¿Qué debo hacer si un niño es mordido por un perro?

      Lo primero que se debe realizar es lavar enérgicamente la herida con agua y jabón de tocador. De ser posible colocar el miembro afectado debajo del chorro de agua y con una esponja tallar la herida a pesar de que sangre un poco más.

     Por supuesto que este procedimiento favorecerá el dolor y el malestar al accidentado, pero el efecto del lavado mecánico ante la mordida de un perro es importantísimo, ya que lo que estamos intentando hacer es remover toda la saliva del animal que pudiera estar en contacto con la herida del niño.

     De esta forma evitamos procesos infecciosos que pueden ir desde una celulitis hasta rabia, que es una infección mortal en el ser humano.

     Posterior al aseo será conveniente administrar por vía oral al niño algún analgésico, de preferencia indicado por algún médico. La herida, de ser posible, se podrá cubrir con gasas estériles, vendas o, en su defecto, algún lienzo limpio para trasladar al niño a un centro hospitalario lo antes posible.

     Para acudir al servicio médico siempre nos será de gran utilidad la siguiente información:

     1) Cartilla de vacunación del niño.

     2) Cartilla de vacunación del perro.

     3) Descripción del accidente, motivo que lo originó.

     4) Condición actual del animal agresor.

     En el sitio del accidente el perro agresor también merece nuestra atención, ya que lejos de lastimarlo lo deberemos atrapar y colocar en algún patio donde se le pueda ofrecer sus alimentos y agua, esto será de vital importancia, ya que el animal se deberá mantener guardado en este sitio, sin contacto con otros animales, por un periodo de 12 días forzosos, tiempo durante el que se evaluará su conducta para determinar si al momento de haber mordido al niño este animal cursaba con la infección de la rabia.

     Es de mencionarse que un perro no sobrevive más de 7 días con la infección rábica.

     Durante este periodo de vigilancia ante la evidencia de cambios de conducta no provocados por agentes externos en el animal, se deberá dar aviso de inmediato al médico tratante del niño afectado.

     ¿Cuál es el manejo médico de una mordedura por perro?

     A su llegada a un centro hospitalario se deberá lavar de nuevo, inmediatamente, el miembro que esté afectado. De acuerdo a la extensión de la herida, podrá ser un lavado con sustancias antisépticas en el servicio de urgencias o, de ser necesario, se podría hasta indicar un lavado quirúrgico, refiriéndome a sedación del paciente cuidando la vía aérea y realizando el lavado mecánico en un quirófano.

     En la mayoría de las ocasiones las heridas por perro no se deben suturar, pero en los casos individuales, ya sea por su gran extensión o localización en cara, previo lavado quirúrgico como mencioné, se procederá a la reparación quirúrgica por medio de suturas.

     Evidentemente se evaluará el estado de vacunación del niño y de sospecharse que estuviera incompleto se procedería a vacunarlo contra tétanos.

     Por otra parte, a todo niño mordido por perro se le inicia profilácticamente antibioticoterapia, evaluando su continuación 72 horas después de haberlo iniciado, y de acuerdo a su evolución se determinará continuarlo o suspenderlo.

     Por último, se deberá evaluar la necesidad o no de aplicar vacuna antirrábica y gammaglobulina. No a todo niño mordido por perro se le aplicarán estos productos. Su aplicación estará determinada por los siguientes puntos:

     1) Perro desconocido.

     2) Perro conocido, pero sin vacunas.

     3) Herida en cara (se deberá evaluar la condición del perro y extensión de la herida).

     Cabe mencionar que la vacuna antirrábica que actualmente se utiliza es noble en cuanto a reacciones adversas, son cinco aplicaciones de acuerdo a un esquema establecido y se aplica intramuscularmente en el deltoides (músculo del brazo).

     Para finalizar sólo mencionaré que la prevención es la herramienta fundamental para evitar accidentes tan graves como una mordedura por perro en la cara de un niño.

     Debemos fomentar la relación de los niños con sus mascotas, pero con ciertas normas que debemos respetar.


     Médico pediatra adscrito al Servicio de Urgencias y Toxicología
Hospital Infantil Federico Gómez

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Revisado:13/07/10

 

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