Dr. Pedro Valencia Mayoral
Ante la enfermedad de nuestros hijos, no es raro que pensemos administrar medicamentos por nuestra cuenta, basándonos en experiencias previas o por consejo de las personas que nos rodean; sin embargo, antes de tomar esta decisión debemos considerar que no hay medicamentos seguros: Todos los medicamentos tienen efectos secundarios adversos, que van desde alteraciones que pasan inadvertidas hasta complicaciones graves. Año tras año se reciben en los hospitales a miles de niños intoxicados con medicamentos mal empleados; por desgracia, muchos de estos pequeños llegan a fallecer. La acción de los medicamentos depende de múltiples factores del niño, como su edad, peso, estado nutricional, desarrollo, etcétera, de tal forma que su organismo no siempre responderá igual. Es decir, lo que fue bueno una vez, no necesariamente lo será siempre. La industria farmacéutica pone a nuestro alcance una gran variedad de medicamentos; gran parte de ellos se pueden adquirir sin receta médica, a pesar de que no son tan inofensivos como se pregona. Las combinaciones de medicamentos pueden producir efectos contraproducentes. Los medicamentos son armas de doble filo, especialmente cuando no se saben utilizar. Las enfermedades no son siempre iguales: un padecimiento puede manifestarse en forma completamente diferente entre un niño y otro. Un conjunto de manifestaciones semejantes puede corresponder a enfermedades totalmente distintas. Los medicamentos pueden producir síntomas por si mismos, algunos de ellos comunes, como ronchas o fiebre y otros graves, como reacciones alérgicas, trastornos del ritmo del corazón, alteraciones respiratorias, depresión y coma. Los medicamentos administrados sin fundamento pueden enmascarar enfermedades mas graves y retrasar el tratamiento adecuado con lo que se pone en peligro la vida del niño. Saber recetar lleva años de estudio: la cantidad de medicamentos (dosis), el tipo de medicamento (antibiótico, contra la fiebre o el dolor, etcétera) y la vía de administración es esencial para obtener la respuesta deseada. No es lo mismo administrar un mismo medicamento mediante inyecciones que en gotas o en pastillas; la dosis variará principalmente con la edad, el peso y desarrollo y el tipo de medicamento se elige de acuerdo con la edad y otras variables. Es por ello que el médico es la persona capacitada para seleccionar el medicamento, la vía de administración y la dosis mas adecuada, ademas de saber los efectos esperados e indeseables de los medicamentos, su metabolismo, etcétera. Únicamente conserve los medicamentos
que se están usando, manténgalos en su envase original y
deshágase de aquellos ya vencidos y, sobre todo, manténgalos
fuera del alcance de los niños.
*Subdirector de Servicios Auxiliares de Diagnostico del Hospital Infantil de México. Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo medico del Hospital Infantil de México llame al 588-97-91, donde recibir respuesta a sus dudas. |
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