¿Es normal la masturbación en los niños? 

 

Dr. Rafael Guerra Márquez 
 
     La sexualidad infantil ha sido reconocida y estudiada sólo a principios de este siglo, antes era negada o rechazada porque se consideraba a los niños lejos de todo pecado, por la carga negativa que se daba a la sexualidad.
 
     Actualmente se reconoce que las manipulaciones sexuales aparecen como una conducta normal alrededor de los seis meses cuando el niño, gracias a su desarrollo neurológico y muscular, logra sentarse y explorar su entorno y su propio cuerpo.
 
     En los pequeños de sexo masculino, la disposición de sus genitales favorece aún más este tipo de manipulación que en las niñas, en las que es menos acentuada esta actividad a temprana edad.
 
     A medida que el niño se desarrolla y alcanza la posibilidad de diferenciar los sexos, aparece una mayor curiosidad y actividad manipulatoria, incluso exhibicionismo. A través de juegos de exploración en solitario o en compañía.
 
     Generalmente la "verdadera masturbación" aparece a partir de los 2 ó 3 años sin atribuirle valor patológico, sino como formando parte del desarrollo y de una evolución de la fantasía que acompaña a esta actividad.
 
     El primero va desde el conocimiento-reconocimiento del cuerpo, la satisfacción de saber su cuerpo íntegro, hasta la verdadera diferenciación sexual con reconocimiento del pene en el niño, y del clítoris y vagina en la niña. A esta edad es frecuente la aparición de vulvovaginitis en niñas.
 
     ¿A qué edad disminuye la masturbación en el niño?
 
     Hacia los 6 años la actividad masturbatoria disminuye considerablemente, debido a la interiorización de normas sociales y morales, y porque el desarrollo de las capacidades intelectuales y la evolución del pensamiento permite a esta edad privilegiar la fantasía y el pensamiento lógico matemático por sobre las sensaciones del cuerpo, permitiendo así que el niño tenga mayor disposición hacia el aprendizaje.
 
     ¿Cuándo es considerada la masturbación como anormal?
 
     Es importante saber diferenciar que cuando la actividad masturbatoria es muy intensa, cargada de exhibicionismo o de voyerismo (curiosidad desmedida por el cuerpo de los otros) que limita otras actividades de juego, sociabilización, etcétera, no es una actividad normal que acompañe al desarrollo, sino un síntoma de involución en la personalidad del niño con un monto de ansiedad importante que requiere quizá de orientación psicológica.
 
     ¿Por qué aparece la masturbación anormal?
 
     Cuando la masturbación es anormal puede tener varios orígenes, que va desde las infecciones de vías urinarias y genitales, que al producir irritación inducen al niño a frotarse repetitivamente, hasta la sobre estimulación sexual por presenciar (ver o escuchar) relaciones íntimas entre adultos o bien como manifestación en niños víctimas de abuso sexual.
 
¿Qué hacer? 
 
     1.- No reprimir o amenazar al niño, sino favorecer actividades tanto deportivas como de convivencia con otros niños y mejorar la calidad de tiempo que se pasa con ellos. En condiciones normales, estos pequeños ajustes liberan al niño de la necesidad de masturbarse.
 
     2.- Si con lo anterior no mejora la conducta, se debe descartar algún proceso infeccioso que pueda originar el problema, para lo cual debe consultar a su pediatra. No será ningún procedimiento molesto ni intrusivo para su hijo.

    3.- Si la conducta permanece después de corregir o descartar alguna infección, su hijo se retrae para masturbarse aun cuando se encuentra en compañía de un grupo o le habla explícitamente de sexo en términos no acostumbrados por su vocabulario, debe consultar al pediatra nuevamente y al psicólogo para que le oriente respecto a la conducta a seguir.

* El doctor Guerra Márquez es jefe del Departamento de Medicina de la Adolescencia.    


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