¡Mi hijo tiene Lupus!


Por Dr. Roberto Carreño Manjarrez

     El Lupus eritematoso generalizado de la infancia es una enfermedad que puede afectar múltiples órganos de nuestro cuerpo, puede presentarse a cualquier edad y sus manifestaciones pueden ser muy variadas.

     Esta enfermedad cuenta con una predilección marcada por las niñas llegándose a observar hasta 10 niñas con Lupus por cada niño que lo padece. Es sobre todo en la adolescencia que esta proporción es mucho más marcada lo que puede asociarse con los cambios hormonales propios de la edad.

     Su inicio puede ser tan sutil con únicamente la presencia de fiebre, malestar general, pérdida de peso y del cabello. Otras ocasiones las presencia de una mancha roja que abarca las mejillas y la nariz que asemeja a una mariposa y que aumenta su coloración cuando se expone al sol puede ser la manifestación que marque el inicio del padecimiento. Otras ocasiones la presencia de úlceras en la boca, que no causan dolor acompañan a los datos anteriores.

     Ya que estas manifestaciones pudieran ser las de cualquier otra enfermedad, pasan desapercibidas y semanas y meses pueden pasar sin que exista algún otro dato.

     Sin embargo, en ocasiones puede presentarse con la presencia de inflamación articular, en ocasiones puede presentarse con la destrucción masiva de glóbulos rojos, lo que causa anemia, fatiga y dificultad para respirar, daño a nivel pulmonar que puede ir desde la acumulación de líquido en el pulmón hasta sangrado que pone en riesgo su vida. Dos órganos que se afectan, desafortunadamente en cualquier momento de la enfermedad pueden ser el riñón y el cerebro.

     En el caso del riñón es a través de estudios tan sencillos como un examen de orina que se pueden detectar alteraciones que nos hagan sospechar la presencia de inflamación pero en otras ocasiones la evolución puede ser tan rápida como para llevar a la falla de estos y la necesidad de realizar procedimientos como la diálisis para suplementar la pérdida de la función de estos órganos.

     El cerebro puede también verse afectado, y en estos casos las manifestaciones son tan variadas y pueden ir desde el simple dolor de cabeza, problemas de atención, cambios en la personalidad, problemas de aprendizaje hasta la presencia de crisis convulsivas.

     Hasta el momento se desconoce la causa de esta enfermedad, lo que sí se sabe es que sólo ocurre en ciertas personas que cuentan con una proclividad al mal funcionamiento de su sistema inmune.

     La actividad normal del sistema inmune consiste principalmente en saber reconocer que pertenece a nuestro cuerpo, lo propio, y aquello que es extraño, lo no propio y que pudiera causar daño.

     Sin embargo, en los pacientes con lupus que cuentan con esta predisposición genética, algún factor hasta el momento desconocido causa que el sistema inmune llegue a desconocer lo propio y por lo tanto pueda llegar a pensar que componentes de los diferentes órganos deben ser atacados.

     Como cualquier otra enfermedad su diagnóstico y tratamiento tempranos ayudan a controlar adecuadamente la enfermedad y permitir el desarrollo dentro de límites normales de este paciente. El tratamiento inicial se realiza con cortisona lo que ayuda a mantener bajo control al sistema inmune, sin embargo esto significa también que el paciente puede encontrarse a merced de los microbios lo que incrementa su riesgo de infección.

     Aunado a esto existen efectos indeseables del tratamiento como pueden ser el aumento del apetito, aumento de peso, incremento del vello, acné, aumento de la presión arterial, adelgazamiento de los huesos, entre otros, que en especial en una adolescente complican su manejo, sobre todo, el llevar acabo un tratamiento completo.

     Más tarde otros medicamentos son utilizados para continuar con el control del sistema inmune y de acuerdo a las manifestaciones de la enfermedad se lleva a cabo el tratamiento del paciente de acuerdo a su evolución.

     La intervención de un grupo de médicos liderados por un reumatólogo pediatra y que incluye nefrólogos, neurólogos y psiquiatras y expertos en medicina física y rehabilitación pueden brindar a estos pacientes la posibilidad de una vida dentro de los límites normales. Consulte a su pediatra, él sabrá cómo orientarlo ante cualquier duda.


* Jefe de Servicio
Hospital Infantil de México.


Si quiere consultar algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 5 228 9917 extensión 1241, donde recibirá respuesta a sus dudas.


 



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Revisado:13/07/10

 

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