¿Su hijo tiene una hernia? 

     

 Dr. Ricardo Reyes Retana Valdés* 

En la mayoría de los casos, la noticia de que un hijo tiene una hernia genera angustia en los padres; sin embargo, la mejor recomendación es informarse sobre el tema: origen, tratamiento y riesgos.

¿Qué es una hernia?
Es un defecto en la pared abdominal de los niños, debido a la persistencia de un orificio o espacio que durante la vida intrauterina se tuvo que haber cerrado.

¿Dónde se localiza?
Puede ser en varios sitios, pero se ubica más en la ingle y en el ombligo.

¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma principal es la presencia de una masa o bola en la zona donde se encuentra el defecto y que se hace patente durante el esfuerzo o llanto.
Esto significa que las vísceras del abdomen (intestino, ovario) protruyen a través de ese defecto pudiendo, en la mayoría de los casos, regresar libremente a la cavidad abdominal, con lo que desaparece en forma transitoria para reaparecer con el esfuerzo, es decir, dicha masa o bola aparece y desaparece con el esfuerzo y reposo.
El dolor puede acompañar a la hernia y ser de diferente intensidad, cuando es leve a moderado e intermitente, pero cuando es intenso y constante constituye un signo de alarma que obliga a la valoración inmediata por el pediatra, sobre todo si se asocia a la incapacidad de que la hernia desaparezca con una presión suave.

¿Existe algún riesgo?
Sí lo hay y el principal es el que se atrape el intestino en la hernia y no pueda regresarse (encarcelamiento o estrangulación). Se presenta con mayor frecuencia en los defectos localizados en la ingle y en forma ocasional en el ombligo. En el caso de que esto suceda, deberá acudir inmediatamente a un hospital para que un experto haga una valoración a su hijo.

¿Cuál es el tratamiento?
Si se trata de una hernia inguinal, el tratamiento es con cirugía en el 100 por ciento de los casos, pues ésta nunca cierra espontáneamente y la operación consiste en cerrar el defecto; es una cirugía relativamente sencilla.
En el caso de las hernias umbilicales pequeñas, éstas deben ser vigiladas hasta los dos años por el pediatra, ya que existen grandes posibilidades de curación espontánea; pero si persisten más allá de esta edad, el tratamiento ideal es la cirugía, la cual consiste en cerrar el defecto.
Debe aclararse que cuando la hernia umbilical es grande, debe operarse de inmediato, independientemente de la edad.

¿La cirugía es dolorosa?
Con las nuevas técnicas anestésicas, no es necesaria una anestesia general y se utiliza un bloqueo muy seguro que permite realizar la cirugía tranquilamente y que el paciente sea dado de alta de 3 a 4 horas después de terminada la operación.
Ni los padres ni los pacientes tienen que sufrir el trauma de pasar una noche en el hospital. La recuperación en los niños es extraordinariamente rápida y pueden estar reintegrados a sus actividades en forma normal una semana después de la cirugía.
En conclusión, una hernia es un defecto generalmente de nacimiento cuyo tratamiento debe ser hecho por el cirujano de niños; es una enfermedad relativamente frecuente y el tratamiento oportuno resuelve sin mayor trauma, para el menor o la familia, el problema.

(*) Jefe del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Infantil de México.
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588-97-91, donde recibirá respuesta a sus dudas.
 
 

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