Sábado 31 de Enero de 1998 |
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El Helicobacter pylori en PediatríaDra. Alejandra Consuelo Sánchez* El Helicobacter pylori es una bacteria que coloniza el estómago y es capaz de dañarlo, ya sea a través de la producción de sustancias que directamente lo lesionan, como son enzimas y citotoxinas, o bien, desencadenando una serie de eventos inmunológicos, los cuales tienen como finalidad destruir a la bacteria; sin embargo, este objetivo no se logra realmente y lo único que ocasiona esta respuesta inmune es incrementar el daño tisular provocado por el H. pylori. A la lesión gástrica producida por estos mecanismos se le denomina gastritis, la cual puede complicarse con la formación de úlceras o bien, alterando el movimiento del esófago y duodeno. La infección por el H. pylori se manifiesta de muy diversas maneras, sobre todo, en la población padiátrica. Los síntomas característicos de la gastritis son dolor abdominal tipo ardoroso en la parte media superior del abdomen, náusea, vómito o agruras; cuando predominan el vómito y las agruras, entonces la entidad se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico. No obstante, en pediatría no siempre es tan obvia esta enfermedad, pues los niños muy pequeños no pueden expresar sus molestias y si no tienen síntomas evidentes como son vómito o regurgitación, no es posible precisar lo que les sucede. Los episodios de reflujo gastroesofágico pueden ser muy frecuentes y prolongados, pero no ser evidentes porque sólo llegan a la parte media o inferior del esófago y a pesar de que pueden provocar dolor a este nivel, si el paciente es muy pequeño, probablemente lo único que manifieste sean síntomas inespecíficos como llanto constante, rechazo al alimento, con consecuente falta de incremento de peso y talla, lo que ocasiona frecuentemente confusión tanto en los padres como en el médico. Por otro lado, la enfermedad por reflujo gastroesofágico también puede manifestarse exclusivamente con síntomas respiratorios como son tos crónica de predominio nocturno, asma o neumonías de repetición. Cuando la infección por H. pylori se complica con la formación de úlceras ya sea en estómago o en duodeno pueden presentarse además de los síntomas anteriores, sangrado de tubo digestivo, el cual puede evidenciarse por vómito con sangre fresca, o bien, con evacuaciones de coloración negruzca muy mal olientes y disminuidas de consistencia, características dadas por alto contenido de sangre proveniente de estómago o duodeno; si el sangrado es muy intenso puede complicarse con anemia. Finalmente también se ha observado que existen pacientes infectados con H. pylori que están libres de síntomas, sin embargo se ha sugerido que éstos, en algún momento de su vida presentarán alguna molestia. ¿Cómo se diagnostica la infección por H. pylori? Existen diversas pruebas para diagnosticar esta infección, la más simple consiste en detectar si existen anticuerpos en la sangre, que son las defensas que el organismo ha desarrollado contra la bacteria. Sin embargo, esta prueba no siempre es lo suficientemente sensible en los niños, debido a que la cantidad de anticuerpos puede ser tan baja que no es posible identificarlos. Otra de las pruebas con las que se cuentan para el diagnóstico de la infección es la prueba de ureasa, para la cual es necesario realizar un estudio endoscópico a través del que se obtiene un pequeño fragmento del estómago, el cual se pone en contacto con un reactivo que cambia de color si la bacteria se encuentra en ese trozo de tejido. Asimismo pueden tomarse otros fragmentos más de tejido, los cuales pueden ser analizados a través del microscopio y con la ayuda de algunas tinciones especiales es posible observar directamente al H. pylori. ¿Cuál es el tratamiento para el H. pylori? El H. pylori es una bacteria difícil de erradicar, generalmente se requiere del uso de dos o más antibióticos a la vez por periodos de 7 a 14 días además de medicamentos que tienen como objetivo bloquear el ácido gástrico contribuyendo así a la mejoría de la inflamación generada y del movimiento esófago-gastroduodenal. * Médico adscrito Departamento. de Gastroenterología y Nutrición. Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588 9791, dónde recibirá respuesta a sus dudas. |
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