¿QUÉ DEBO HACER CUANDO MI HIJO RECIBE
UN GOLPE EN LA CABEZA?
Dr. Alejandro Serrano Sierra *
Suena el teléfono y se escucha la voz angustiada de una
madre que nos dice: Doctor, mi hijo se cayó de la cama y se
golpeó la cabeza, ¿Qué hago ?, esta es una de las
preguntas que con mayor frecuencia nos hacen los padres de familia y que
habitualmente van seguidas de otras preguntas : ¿Puedo
dejar que se duerma? ¿ Debo tomarle una radiografía?
¿Es urgente que lo revise el médico? ¿Cuáles
son las medidas inmediatas que debo realizar? ¿Qué manifestaciones
clínicas me pueden indicar que el golpe puede ser grave? ¿Debo
administrarle algún médicamento? Ha vomitado
varias veces, ¿que hago? ¿Puede
tomar sus alimentos regularmente?
Estas preguntas son tan solo un ejemplo
de las muchas que suelen hacer los padres de un niño que ha recibido
un traumatismo en la cabeza. Para entender sus consecuencias y conocer
su manejo empezaremos por definirlo y mas adelante señalaré
algunos de los aspectos que los padres deben observar cuando este accidente
suceda.
Sufrir un golpe en la cabeza se define
en términos médicos como traumatismo craneoencefálico,
que puede producir la alteración de la función cerebral,
la que generalmente y dependiendo de la causa resulta temporal.
En los niños, su mayor incidencia
ocurre entre los seis meses de edad y los seis años. Dentro
de los accidentes, el traumatismo craneoencefálico es la causa que
con mayor frecuencia determina el internamiento de los niños en
las salas de urgencias.
Ante un traumatismo craneoencefálico
los padres deben vigilar la aparición de las siguientes manifestaciones,
las que pueden indicar un mayor compromiso neurológico y por lo
tanto la revisión médica inmediata:
1.- Cambios de conducta ( irritabilidad,
somnolencia, etc.).
2.- Alteración del estado de
la conciencia ( alerta, sopor, coma, etc.).
3.- Movimientos anormales. (desde alteraciones
de los movimientos oculares hasta crisis
convulsivas).
4.- Sangrado en el sitio del golpe.
5.- Sangrado por nariz (epistaxis),
oídos ( Otorragia) o por la boca.
6.- Trastornos del equilibrio ( al estar
de pie o durante la marcha).
7.- Hundimientos o deformaciones del
cráneo.
Cuando suceda un traumatismo craneoencefálico
el pediatra decidirá los estudios que deberán realizarse
y el manejo inmediato. Ante la sospecha de fractura de cráneo, se
le practicará el estudio radiológico necesario, para confirmar
o descartar la misma. La fractura de cráneo generalmente nos hace
sospechar que el traumatismo fue intenso y por lo tanto deberá vigilarse
estrechamente la evolución del niño con el proposito de evitar
complicaciones.
El vómito es el signo que se
presenta en más de la mitad de los casos, sin embargo por sí
sólo no es un indicador de la gravedad del traumatismo, a menos
que se presente en forma repetida, incoercible y con gran fuerza, lo que
se conoce como vómito en proyectil, que traduce aumento de la presión
intracraneana, condición que puede poner en peligro la vida
del niño, por lo que debe informarse de inmediato a su médico
para iniciar el manejo oportuno.
En forma general cuando sucede el traumatismo
craneoencefálico debe evitarse la administración de líquidos,
alimentos, o medicamentos, en tanto no sea valorado por el pediatra y el
decida su tratamiento.
Recordar que ningún traumatismo
es insignificante, por lo que siempre debe consultar a su médico,
quien decidirá el momento para la revisión médica
del niño, hasta entonces los padres podrán estar tranquilos.
Durante las primeras 72 horas posteriores
al traumatismo deben vigilarse las manifestaciones ya descritas, sin embargo
aunque es menos frecuente, algunas de ellas pueden aparecer después
de la primera semana de ocurrido el accidente.
Otros datos que pueden orientar tanto
a los padres como al pediatra para considerar que el traumatismo es grave,
se describen a continuación:
- La perdida del conocimiento por más
de dos minutos acompañada de movimientos anormales ( crisis convulsivas)
y sangrado por la nariz, oídos o boca.
- Somnolencia o sueño profundo:
Ante lo que se recomienda vigilar el estado de conciencia del niño,
lo que obliga a los padres a observarlo durante 20 o 30 minutos después
del golpe y detectar oportunamente cualquier cambio en su conducta. En
la mayoría de los casos no es necesario evitar que el niño
se duerma, como comúnmente se escucha en forma popular.
Es recomendable despertar al niño cada dos horas, durante
las primeras doce horas para valorarlo, lo que se logra a través
de que el niño diga su nombre, reconozca a sus padres, conteste
a preguntas sencillas, distinga sus juguetes preferidos, intente asir el
biberón, responda a estímulos externos y que su equilibrio
y marcha sean normales.
- Cuando se presente una herida, usted
aplicará presión directa sobre la misma y hielo, en caso
de que no deje de sangrar sera necesario que el pediatra la revise y decida
si aplicará vendoletes o saturarla.
En algunos casos, de acuerdo con la
valoración del pediatra y diagnostico, se requerirá que el
niño sea revisado por el neurólogo pediatra.
Podemos concluir, que ante un traumatismo
craneoencefálico los padres o personas que lo presencien, deben
vigilar los signos de alarma que hemos descrito y que a continuación
se resumen:
Signos de alarma:
Cambios de conducta.
Irritabilidad.
Somnolencia.
Pérdida del conocimiento.
Movimientos anormales ( crisis convulsivas).
Sangrado por nariz, oídos y boca.
Vómito repetidos ( en proyectil,
con gran fuerza).
Formación de hematomas (chipote)
grande.
Herida en piel cabelluda o cara, que
no deja de sangrar.
Trastornos del equilibrio o la marcha.
*Subdirector de Asistencia Médica
del Hospital Infantil de México.
Si quiere consultar a algún pediatra
del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al
588-97-91, donde recibirá respuesta a sus dudas.
|