El control de esfínteres
El control
de esfínteres es una situación que en ocasiones despierta mucha angustia
en los padres y llega a originar situaciones de tensión con los hijos;
incluso se presta a competencia entre otros niños de la misma edad,
calificando de esta forma el grado de desarrollo psicomotor, obediencia,
estimulación, etcétera, siendo frecuente que secundario a esto se den
actitudes de maltrato a los
niños.
Por Dra. Magdalena Cerón Rodriguez
¿A qué
edad inicia el control de
esfínteres?
La
edad de inicio de control de esfínter vesical (orina) y anal varía de un
niño a otro, pero en términos generales va de los 18 a los 24 meses, en
efecto esto depende del grado de madurez y desarrollo de músculos y
nervios que hacen posible el control voluntario de los esfínteres; el
control de la defecación suele ser primero que el de esfínter vesical, lo
cual puede iniciar como incomodidad del niño ante la presencia de un pañal
sucio, esto es más marcado cuando hay materia fecal, tolerando por más
tiempo un pañal húmedo con
orina.
La edad de
inicio en el control de esfínteres también puede variar de acuerdo al
grado de estimulación y convencimiento que las madres ejercen sobre el
pequeño para lograrlo, el medio ambiente que le rodea y las presiones a su
alrededor.
¿Existen
otros factores además de la madurez física que intervengan en el control
de
esfínteres?
Sí,
de hecho no sólo el adecuado desarrollo físico participa en el control de
los esfínteres, interviene la relación madre hijo, la participación de
otras personas que están al cuidado de los niños, es decir aquellas
personas que se encargan de establecer límites, además de aquellos que se
encargan de estimularlos o mantener una relación cordial, sin maltrato ni
presión para lograr el control a temprana edad. Las actividades en grupo
que se desarrollan en guarderías participan notablemente en el alcance del
control, siempre y cuando estas actividades se den bajo un ambiente
agradable, sin la participación de castigos, obligar o ridiculizar a los
niños que no contribuyen a alcanzar la meta deseada. Los hábitos
intestinales también juegan un papel muy importante, pues un niño que
padece estreñimiento por lo general presentará dolor al evacuar, y siempre
que pueda tratará de evitarlo, lo cual hará difícil el proceso de control,
inclusive traerá esto como consecuencia la retención voluntaria de materia
fecal creando otro tipo de problemas intestinales, así mismo los niños que
cursan con cuadros intermitentes de diarrea, pudieran presentar aparentes
retrocesos cuando ya controlaban y de repente se vuelven incontinentes
dada la urgencia de evacuar. En otras circunstancias se da el caso de el
niño que se encuentra en etapa de inicio de control de esfínteres y se
asocia la llegada del hermanito, al observar los cuidados del nuevo bebé y
el cambio de pañal, los niños presentan entonces regresiones y requieren
de volver a utilizar el
pañal.
¿Cómo
puedo iniciar el adiestramiento de mi hijo para el control de
esfínteres?
Es
muy importante lograr que el proceso del control de esfínteres sea algo
natural, no obligado, hacer que el niño vea a otras personas hacer uso del
sanitario, familiarizarse con el inodoro u orinal (nica o escusado) que va
a utilizar, que no le genere angustia. Realizar esta actividad en grupo
cuando acuden a guarderías favorece el proceso; hacer comentarios
positivos al niño cuando empieza a avisar para ir al baño, le hará darse
cuenta de que tuvo una actitud positiva, mas no se deberán hacer
manifestaciones excesivas, pues debemos recordar que es sólo un proceso de
aprendizaje más como comer con cubiertos por ejemplo, de tal forma que no
vamos a centrar tanto la atención en dicho
proceso.
Se debe
utilizar ropa cómoda que le facilite al pequeño despojarse de la misma
cuando sienta el deseo de orinar o evacuar, el calzón entrenador puede ser
de utilidad, la ropa complicada o apretada puede obstaculizar las
maniobras cuando el niño tiene la urgencia y no dispone aún de mucho
control como para esperar a quitarse la ropa y "que no le gane la pipí".
Favorecer un horario es una medida que auxilia el hábito, esto es, si
conocemos el patrón de evacuaciones de un niño y sabemos que suele defecar
dos o tres veces al día, se le puede invitar a usar el baño u orinal a
esas horas, para tratar de irlo acostumbrando al uso de las
instalaciones.
Si
no existe un horario habitual, tratar de conocer las señales que un niño
manifiesta cuando quiere orinar o incluso cuando empiezan a aislarse en
algún sitio para poder defecar, es entonces cuando uno puede con sutileza
llevarle al baño, evitando inhibirle el deseo de micción (orinar) o
evacuar, es decir evite expresiones como "córrele antes de que te
gane".
¿Qué
medidas debo evitar para lograr un control de esfínteres
adecuado?
Es de
vital importancia evitar las conductas hostiles y agresivas, no compararlo
con otros niños ni ridiculizarlo o ponerlo públicamente en evidencia,
evitar golpes o castigos, ya que esto sólo generará angustia en el niño y
deteriora la relación madre hijo, en algunas ocasiones la dificultad en el
proceso de control de esfínteres trae como consecuencia retención
voluntaria de orina y materia fecal que posteriormente evoluciona a
problemas de
salud.
En el
proceso de educación para el inicio de control de esfínteres interviene el
desarrollo físico adecuado, un ambiente familiar adecuado y un entorno
social en general que facilite un evento tan natural como
éste.
Dra.
Magdalena Cerón Rodríguez
Pediatra
internista, adscrita al servicio de urgencias del hospital infantil de
México Federico
Gómez.
Si quiere
consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de
México llame al 5 228 9917 ext 1241, donde recibirá respuesta a sus
dudas.
Revisado:13/07/10