¿Cuándo debe mi hijo controlar esfínteres? 

Dr. Alejandro Serrano Sierra* 
Cuando se trata este tema nos enfrentamos a diversos cuestionamientos, los padres, ansiosos porque el niño supere esta etapa, utilizan una serie de procedimientos no siempre correctos que en múltiples ocasiones, complican la evolución de una capacidad funcional que se alcanzará, generalmente, entre los dos y cinco años de edad. 
Es importante que los papás no se obsesionen ni dediquen tanto tiempo y esfuerzo a un hábito que el niño adquirirá de manera natural; ya que, aunque no se haga nada, los niños sanos tarde o temprano aprenderán a controlar sus esfínteres .
Cuanto mayor es la preocupación más actitudes negativas suelen generarse y que sólo retrasarán el proceso y lo complicarán.
¿Aunque sea un proceso natural, podemos hacer algo para favorecer el control de esfínteres?
La respuesta es Sí, el iniciar el entrenamiento después de los 18 meses como un juego puede ser útil. Sin embargo, la mejor edad para poner en práctica y de manera cotidiana este acto de enseñanza-aprendizaje, es a partir de los dos años de edad, cuando el niño puede integrar más fácilmente esta capacidad a su vida.
Para el adiestramiento, es necesario contar con una "bacinica" apropiada o con un excusado pequeño que le permita estar cómodo, colocarlo en el baño de la casa, próximo a la recámara del niño.
En ocasiones es factible utilizar un excusado normal, pero con un aditamento que lo soporte y que le ayude al niño a sentarse en él.
Felicitar a nuestro hijo cuando consiga realizar sus necesidades en el momento y espacio adecuado eleva su confianza en sí mismo y contribuye a favorecer su desempeño.
Una de las formas más comunes de aprender, es a través de la imitación, los niños acostumbran repetir lo que hacen los demás, de esta manera comienzan, por ejemplo, a hablar. Por eso, los padres, después de decirle al niño lo que tiene que hacer, pueden poner el ejemplo y hacerlo frente a él. El padre o los hermanos mayores deben acompañar a los niños y la madre o hermanas mayores a las niñas.
¿Qué debemos evitar?
Los regaños, castigos, amenazas o actitudes que denigran a nuestros hijos son perjudiciales para su sano desarrollo físico y mental. Es importante no hacer de esta función fisiológica una competencia familiar que ponga en pugna a padres e hijos.
Burlarse del niño, sobre todo delante de los demás, tan sólo complicará el proceso y lo retrasará aún más; además, la seguridad y autoestima del niño se podrían ver afectadas.
No colocar la bacinica en cualquier lugar, tener un espacio fijo, que el niño ubique e identifique para tal función, ayuda a crear un hábito y contribuye a que el pequeño reconozca el lugar apropiado para ello dentro del hogar.
Es conveniente que el inicio del control de esfínteres  no se relacione con otra actividad fundamental de su desarrollo, como el ingreso a la escuela o la llegada de un hermanito. Cualquier acontecimiento que afecte al niño, puede ocasionar que se altere el proceso normal y exista una aparente vuelta hacia atrás, en esos momentos no se debe presionar al chico, hay que apoyarlo y dejar que vuelva a tomar su curso normal. A veces, lo que el niño busca es llamar la atención en virtud de que se siente desplazado o angustiado frente a una situación desconocida o que no logra entender.
Aunque se refiere que es mejor pasar del pañal (normal) al excusado directamente, en algunos casos, el calzón entrenador puede ser de gran ayuda y permitir que el niño adquiera progresivamente el control de sus esfínteres, y al mismo tiempo, evitar la angustia de la madre porque su hijo moje algunas áreas de su casa.
¿A qué se debe que mi hijo controleesfínteres durante el día y no por la noche?
El niño que controla esfínteres durante el día, en la mayoría de los casos indica que no tiene ningún problema grave y que su madurez es normal. Sin embargo, es común que se le dificulte el control por la noche, durante el sueño profundo, especialmente cuando hace frío o después de ingerir gran cantidad de líquidos en las últimas horas del día. Hay niños que a pesar de despertarse con la necesidad de orinar, lo hacen en la cama por miedo o temor a la obscuridad, en estos casos es útil dejar en el baño una luz nocturna que le proporcione seguridad.
¿Si mi hijo tiene cinco años y aún no controla esfínteres, qué debo hacer?
Es normal que la mayoría de los niños controlen esfínteres entre los dos y los cinco años, en caso contrario esto puede estar dado por alguna alteración urinaria, y por lo tanto debe ser valorada por el pediatra, quién le orientará sobre su manejo integral, como ejemplo de ellas está la incontinencia urinaria, de origen orgánico.
Los padres deben estar pendientes de las características de la orina (color, olor y manifestación de dolor durante la misma), que son importantes de reportar al pediatra ya que pueden indicar un proceso infeccioso.
También, pueden existir malformaciones congénitas de las vías urinarias o de la columna vertebral que favorecen la retención urinaria y falta de control por lo tanto si el niño rebasa los cinco años de edad y aún no controla esfínteres, debe ser valorado por su pediatra.
En los casos que no se encuentra alteración orgánica, deberá realizarse un estudio psicológico para descartar esta causa. Es posible que el niño no quiera sentarse en la bacinica por rebeldía o trate de llamar la atención de los padres para provocar que estén pendientes de él, otros, muy perceptivos llegan a darse cuenta de la angustia de los padres y manipulan la situación.
Sin duda, como todo proceso en la vida, éste en particular involucra muchos de los factores descritos, empero, el tomar las cosas con el conocimiento de la evolución natural de esta capacidad, nos permitirá orientar a nuestros hijos para lograrlo.

* Subdirector de Asistencia Médica 
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588 9791, dónde recibirá respuesta a sus dudas.

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