Sangrados nasales 

La mayoría de los sangrados nasales no pasan de ser una molestia que desaparece espontáneamente; son muy alarmantes y algunos pueden llegar a ser peligrosos.

Los médicos clasificamos a los sangrados nasales en dos categorías:

1) Sangrados anteriores: son aquellos que provienen de la parte anterior del tabique nasal; inician con sangrado por una fosa nasal cuando el paciente se encuentra sentado o parado y se presentan en casi todos los casos de un solo lado.

2) Sangrados posteriores: son aquellos que se originan en la parte más profunda de la nariz, la sangre baja por la parte posterior de la garganta y boca, aun cuando el paciente está parado o sentado.

Si el paciente se encuentra acostado, los sangrados anteriores pueden dar la impresión de ser posteriores, especialmente si la persona se está sonando la nariz o tiene tos.

Es importante distinguir entre estos dos tipos de sangrado, ya que los sangrados posteriores (muy raros en niños) necesitan el manejo de un médico. Los sangrados posteriores se presentan en personas de mayor edad, con presión arterial alta o con golpes en nariz y cara, mientras que los anteriores se presentan casi siempre en niños.

Los sangrados nasales anteriores son muy comunes en clima seco o caliente; el aire reseca la mucosa de la nariz, provocando que se haga frágil; la manipulación de la nariz cuando la mucosa se encuentra en estas condiciones provoca la ruptura de vasos sanguíneos y, por consiguiente, sangrado.

Es muy frecuente ver los sangrados en niños pequeños que acostumbran "rascarse" la nariz, por lo que recomendamos a las madres que mantengan las uñas de sus hijos cortas, para disminuir de esta forma la posibilidad de lastimar la nariz.

Cuando la mucosa de la nariz está muy seca, podemos ayudar aumentando la cantidad de agua que toma nuestro hijo, además de utilizar una crema lubricante neutra; la crema debe ponerse en ambas fosas nasales sin tratar de introducirla demasiado, colocando un poco en la punta del dedo y dirigiéndolo hacia la parte media (tabique nasal), sin lastimar la nariz.

Cuando el clima está muy seco puede ser necesario aplicarla dos o tres veces al día. 

Generalmente con una aplicación en la noche es suficiente.

 

Sangrado Anterior
Si su hijo tiene un sangrado anterior, puede conseguir que éste pare aplicando las siguientes medidas:
1- Coloque a su hijo sentado o parado, SIN inclinar la cabeza hacia atrás, si lo acuesta NO para el sangrado, lo que sucede es que la sangre baja por la garganta dando la falsa impresión de haber parado el sangrado.
2- Suene la nariz de su hijo sin introducir el pañuelo en las fosas nasales.
3- Tome firmemente con su dedos las partes blandas de la nariz (con su pulgar y dos dedos), presionando suave pero firmemente (como si tratara de evitar un olor o fuera a sumergirse en agua).
4- Haga esta presión en la nariz por 5 minutos (con reloj).
5- Mantenga la cabeza arriba del nivel del corazón (sentado o parado).
6- Puede aplicar algo de hielo (en vuelto en un trapo o bolsa) a la nariz y mejillas durante 3 ó 5 minutos.

Para prevenir que vuelva a sangrar una vez que paró el sangrado:

7- No permita que su hijo se rasque la nariz ni se suene.
8. No deje que haga esfuerzos o una actividad intensa.

Si vuelve a sangrar:

9- Suene la nariz con energía.
10- Coloque un algodón húmedo del tamaño del dedo meñique de su hijo en la fosa nasal y haga presión de nuevo.
11- Llame a su médico.

Debe llamar a su médico inmediatamente:
- Si el sangrado no para.
- Si el sangrado se presenta con frecuencia.
- Si la pérdida de sangre es rápida o cuantiosa.
- Si el paciente se siente débil o se desmaya.
- Si el sangrado inicia escurriendo por la garganta en lugar de escurrir por enfrente.

*Médico adscrito al servicio de Otorrinolaringología del Hospital Infantil de México.
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588-97-91, donde recibirá respuesta a sus dudas.