LA EPILEPSIA EN NIÑOS
Por Dr.José Mariel Pérez R
¿Qué es la epilepsia?
Es un padecimiento crónico, de etiología múltiple (la
etiología estudia la causa de las enfermedades), caracterizado por presencia de
"ataques", convulsivos o provocados, aunque estas dos características pueden o
no aparecer.
Etimológicamente, la palabra epilepsia significa "ser
sobrecogido bruscamente" y se define como una afección crónica que se manifiesta
por diversas causas, caracterizada por crisis recurrentes, originadas por una
descarga excesiva de las neuronas cerebrales.
Desde los tiempos de Hipócrates, se ha intentado borrar
la creencia del carácter sobrenatural de este padecimiento, dándole atributos de
enfermedad sagrada, sin embargo por temor e ignorancia, el enfermo epiléptico
sigue siendo objeto de discriminación en nuestra sociedad.
La epilepsia es uno de los padecimientos más comunes de
los trastornos neurológicos y representa aproximadamente un 60 a 65 por ciento
de la consulta externa del Hospital Infantil.
Aproximadamente el 1 por ciento de la población mundial
tiene epilepsia y se ha calculado que un 10 por ciento de estos pacientes
presentan más de una crisis al mes; paralelamente 5 millones de personas sufren
severas discapacidades originadas por las crisis epilépticas.
Hasta que no se demuestre lo contrario, la epilepsia
debe considerarse como un conjunto de síntomas que se presenta en un importante
número de padecimientos del sistema nervioso central, para lo cual el médico
deberá buscar las causas que lo originan.
La característica clínica más importante de esta
enfermedad es la variabilidad de sus manifestaciones, según el tipo de descarga
y por otro lado lo impredecible de su presentación y reaparición, con periodos
sintomáticos que pueden durar días, semanas, meses o años.
La epilepsia se manifiesta en todas las edades, en el
76.8 por ciento se presenta antes de la adolescencia, 16.3 por ciento aparece en
el adulto joven, 5.2 por ciento en los adultos y 1.7 por ciento en los ancianos.
¿Quién padece epilepsia?
Se ha definido como epilépticos a aquellos pacientes
que han sufrido dos o más crisis, que pueden cursar con alteraciones
electroencefalográficas.
Desde un punto de vista simplista podemos clasificar
las crisis epilépticas según sus causas en tres grandes rubros:
1.- Crisis de tipo sintomática, esto es cuando se
presenta un síntoma originado por algún proceso dentro del sistema nervioso,
como los tumores, o en las secuelas de lesiones como la meningitis o la
cisticercosis.
2.- De tipo idiopático (que tiene existencia propia),
que aparece en los casos en los cuales existen familiares con epilepsia no
sintomática y conllevan algún carácter de tipo genético.
3.- La de tipo criptogénico (enfermedad cuyo origen se
desconoce), en las cuales no existe antecedente familiar y se han descartado
lesiones dentro del sistema nervioso y la causa de las crisis permanece oscura.
¿Cuáles son los factores de riesgo para que un niño presente eventos
epilépticos?
Dentro de los factores de riesgo que se presentan están
la historia familiar de epilepsia, en el que repercute más la carga genética
materna que la paterna, las crisis benignas en los recién nacidos y los
síndromes epilépticos por herencia.
Entre las enfermedades neurocutáneas (las que se
generan en el sistema nervioso y se manifiestan en la piel) más frecuentes que
pueden provocar epilepsia, está la esclerosis tuberosa, en la cual se ha
reportado hasta un 90 por ciento de incidencia.
Alrededor del 10 por ciento de aquellos pacientes que
presentan neurofibromatosis y otras condiciones en las cuales existen
anormalidades en la migración de los melanocitos (células de base que dan color
a la piel) y migración neuronal.
Otros factores de riesgo que puede ocasionar eventos
epilépticos son los trastornos del metabolismo, las infecciones prenatales, las
infecciones virales durante la gestación, reportándose hasta en un 20 por ciento
de epilepsia en niños con rubeola congénita, las infecciones por citomegalovirus
y toxoplasmosis.
Cabe destacar que en los factores perinatales, o
en las malformaciones congénitas cerebrales, son altamente frecuentes las
convulsiones recurrentes.
¿Qué otras enfermedades producen convulsiones?
Entre los agentes que pueden causar convulsiones, se
encuentran los traumatismos cráneo-encefálicos, en los cuales se ha estimado que
pueden traer como secuelas la epilepsia en un porcentaje de hasta el 7 por
ciento; por otra parte, la presencia de sangre dentro del cerebro es un factor
muy importante para que existan principios de este mal.
Las infecciones del sistema nervioso central, tales
como la meningitis, han reportado presencia de crisis hasta en un 30 por ciento
en etapa aguda y con persistencia de crisis hasta de un 7 al 10 por ciento,
siendo este tipo de eventos de difícil control.
Los tumores, especialmente en niños pequeños, rara vez
se presentan con crisis convulsivas, pero en niños mayores con tumores
supratentoriales (en la membrana que está encima del cerebro), las convulsiones
son particularmente un síntoma asociado.
Vale la pena señalar que no todas las crisis
epilépticas son convulsivas. Para aclarar este punto recordemos las clásicas
crisis de "ausencia", en las que el pequeño presenta desconexión con el entorno
por breves periodos de tiempo, pudiendo suceder este fenómeno múltiples veces al
día.
En muchas ocasiones los profesores son los primeros que
detectan este tipo de epilepsia, que aunque es un evento generalizado con
alteraciones electroencefalográficas, se considera un ataque epiléptico no
convulsivo, a diferencia de los eventos convulsivos tónico-clónico
generalizados, en donde se observa un paciente que sufre una caída súbita, con
movimientos violentos, sacudidas en todo el cuerpo, así como salivación excesiva
y relajación de esfínteres.
Es importante destacar la gravedad de los pacientes que
presentan eventos convulsivos prolongados, ya que su vida corre peligro, por lo
que este tipo de casos se consideran como una urgencia médica.
* Médico adscrito a Neurología
Si quiere consultar algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de
México llame al 55 52 28 99 17 extensión 1241, donde recibirá
respuesta a sus dudas
Revisado:13/07/10