Lesiones en el deportista adolescente.
Por Dr. Rogelio Cortés Rodriguez
El esguince agudo del tobillo es la lesión músculo-esquelética más común del deporte, independientemente de la edad o el nivel de participación y representan entre el 10 y el 30 por ciento de todos los traumatismos al practicar deporte. Cuando se comparan con otras lesiones articulares, las del tobillo se distinguen porque en su mayor parte afectan las mismas estructuras, 85 por ciento de estas lesiones son esguinces por inversión (rotación interna del pie) que afectan los ligamentos laterales del tobillo. Son 3 los ligamentos laterales que ofrecen apoyo a la articulación del tobillo y son, los ligamentos astragaloperoneos anterior y posterior y el ligamento calcaneoperoneo. Las lesiones de estos 3 ligamentos se produce por etapas y el primero en lesionarse es el astragaloperoneo anterior, si continúa la fuerza de la inversión, el segundo en lesionarse es el calcaneoperoneo anterior y por último en los esguinces graves se desgarra el ligamento astragaloperoneo posterior.
El otro mecanismo de esguince en el tobillo es la eversión (rotación externa del pie), que constituye el 15 por ciento de las lesiones de esta articulación, siendo éstas más graves que las lesiones de inversión puesto que se acompañan de una tasa más elevada de fracturas con alteración de la anatomía del tobillo.
En la actualidad existen muchos tipos de dispositivos de apoyo para el tobillo, la mayor parte de ellos pertenecientes a estas categorías: cintas adhesivas, férulas posteriores, ortesis semirrígidas y zapatos protectores.
En resumen los adolescentes deportistas que deseen aplicarse los dispositivos de apoyo en el tobillo, disponen de una gran gama de ortesis comerciales pero es importante recalcar que ninguno de ellos ofrece segura protección contra los esguinces de esta articulación durante la actividad deportiva.
En el sexo femenino una de las actividades deportivas más en boga es el ballet. La gran mayoría de las participantes en ballet son principiantes, asisten a clases por lo general una o dos veces a la semana, concentrándose en posiciones básicas que demandan esfuerzo físico creciente que suele acompañarse de lesiones. Las lesiones más comunes que se observan en los niveles de principiantes son las que se relacionan con la rotación externa forzada de la cadera, reconociendo la mayoría de los instructores de ballet que los errores de técnica son la fuente primaria de lesiones en las bailarinas. Es importante que el médico investigue la existencia de cambios en los estilos coreográficos, las superficies sobre las que se baila y los programas de ensayo y presentación cuando trate a una bailarina lesionada. La mayoría de las lesiones en las adolescentes se deben a los intentos de forzar la primera posición (talones juntos con la punta de los pies apuntando hacia los lados) lo que tiene como consecuencia rotación externa a nivel de las caderas.
En las adolescentes las fuerzas musculares relacionadas con los movimientos de ballet, pueden aplicar estrés intolerable en el calcáneo y en la tibia. Saltar y tocar tierra repetidamente puede aplicar un estrés que condicione en las bailarinas jóvenes: inflamación del calcáneo, del tendón de Aquiles y del tendón rotuliano.
Se observa muy a menudo escoliosis en las bailarinas de ballet siendo esta mayor que en la población en general y se han sugerido como causas: una nutrición deficiente, grasa corporal baja e inicio retrasado del ciclo menstrual. Se debe advertir a los padres que no todas las niñas están bendecidas (dotadas) con la anatomía más adecuada para enfrascarse en el ballet.
La disciplina y la gracia lograda por cada estudiante de ballet son aspectos valiosos para la vida y pueden considerarse metas que valen la pena por sí mismas.
 
Jefe del Servicio de Ortopedia
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Revisado:13/07/10