¿Mi hijo tiene conjuntivitis? 

 
Dr. Manuel Rodríguez Almaraz* 

 
 
Los ojos tienen una membrana mucosa transparente que los recubre, y a los párpados por su cara interna, esta membrana tiene como función mantener húmedos los ojos, y por la acción mecánica de las lágrimas para limpiar de las impurezas del medio ambiente, así se mantiene la parte más anterior que es la córnea con una transparencia tal que le permite ver con claridad, esta membrana es muy vascularizada y tiene unas glándulas que producen moco, también tiene una substancia que se llama lisozima y que protege al ojo de las bacterias. 
Cuando la conjuntiva se inflama se denomina conjuntivitis y puede deberse por exposición al sol, por irritantes, por desvelo, por exceso de trabajo en la lectura y escritura y las formas más graves serán aquellas por infección con la entrada de microorganismos al ojo los que podrán ser bacterias, virus, parásitos, hongos o por la entrada de substancias químicas (vapor, polvo, ácidos, substancias corrosivas, etc.) o por la entrada de cuerpos extraños como una arenilla, el ala de un insecto, una "rebaba", etc.
De esta manera tenemos que cualquiera inflamación de la conjuntiva se llama conjuntivitis.
¿La contaminación provoca conjuntivitis? Efectivamente, en un medio de alta contaminación de gases, substancias químicas, polvos, luces, etc., es frecuente encontrar la inflamación de la conjuntiva, tanto en niños como en adultos, esta conjuntivitis no es peligrosa, pero si el paciente la padece en forma crónica podrá quedar con alguna alteración como pigmentación, carnosidad, resequedad de los párpados, caspa, caída de las pestañas, inflamación de los párpados, fatiga ocular y visión borrosa.
¿Cómo es la conjuntivitis en los niños recién nacidos? 
Los niños recién nacidos pueden presentar conjuntivitis provocada por substancias químicas como antisépticos, jabones, etc., o por contaminación en el parto. En el primer caso la inflamación es inmediata, con lagrimeo, fotofobia y edema de los párpados. El segundo caso es la conjuntivitis del recién nacido que se presenta entre el segundo y cuarto día de vida, puede ser grave si la infección es por bacterias como el gonococo, presenta secreción purulenta, con edema de párpados y la conjuntiva muy inflamada de aspecto gelatinoso; existen otros gérmenes menos agresivos como la clamidia que produce menos material purulento y menor inflamación conjuntival. Estos casos requieren de atención inmediata de su médico pediatra o de su oftalmólogo ya que puede dejar secuelas como la ceguera.
¿Existen otros microbios que afecten al ojo? 
Efectivamente existen otras infecciones que por su cercanía con el ojo lo pueden contagiar como lesiones de la piel, del cuero cabelludo, de las cejas, de la nariz, de los oídos, de la boca, etc., de éstos principalmente es el estafilococo dorado, éste ataca el borde palpebral y produce úlceras en la córnea.
En los niños un microorganismo peligroso es el bacilo de Koch Weeks que ocasionalmente provoca infección de los tejidos alrededor de la órbita y una diseminación en la sangre.
¿Y los virus también provocan conjuntivitis? Existe un número elevado de virus que provoca conjuntivitis, su característica es que la secreción conjuntival no existe y el lagrimeo es abundante. Puede acompañarse de fiebre, bronquitis, faringitis e inflamación de un ganglio por delante de la oreja con gran inflamación de la conjuntiva y ocasionalmente úlcera de la córnea que provoca dolor y con intolerancia a la luz.
¿Y cómo se transmite? La conjuntivitis por virus y bacterias son altamente contagiosos y se puede transmitir de un paciente a otro fácilmente, en la familia, en la escuela, en la piscina, etc.
El tratamiento será indicado por su médico general o su pediatra, nunca se debe autorecetar ya que existe el riesgo de una complicación grave como en el herpes.¿En el hogar, qué tratamiento le puedo ofrecer a mi hijo? En el hogar el tratamiento será con medidas generales de limpieza, lavado de manos, aseo con té de manzanilla en gotas, limpiar el borde de los párpados con un algodón humedecido.
Algunos casos requieren de estudios especiales como frotis conjuntival, cultivo de secreción, identificación del germen como los hongos, pruebas de sensibilidad a los antibióticos o investigación de substancias que provocan reacción alérgica como el polvo de casa, caspa de perro, flores, humedad, etc.
Por ser una enfermedad infectocontagiosa, la mejor forma de evitarla es la prevención con un ambiente limpio, aseo de las manos y de la ropa, aseo de la cara, evitar el contacto con la secreción del paciente, en caso de accidente, lavar la cara con agua limpia y jabón, acudir al médico oportunamente.

*Jefe del Servicio de Oftalmología
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588 9791, dónde recibirá respuesta a sus dudas.
 
 
 

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