¿Es recomendable el chupón en mi hijo?

Luz María Amor Santoyo*
Todo recién nacido presenta un reflejo primario de búsqueda y de succión. Para el niño, la succión es importante tanto en sus necesidades psicológicas como en las nutricionales. Durante su alimentación los lactantes no únicamente buscan satisfacción nutricional, sino que también experimentan un estímulo placentero de los labios, lengua y mucosa oral y aprenden a asociar estos estímulos con otras sensaciones como la cercanía de la madre, su voz y protección.
El reflejo de succión en general, es una reacción involuntaria que no es aprendida, que se produce de una relación innata de estímulo-respuesta. En el hombre aparece desde la semana 16 de vida intraulterina, así el neonata posee un mecanismo relativamente desarrollado de succión, constituyendo la relación más importante que mantiene con el mundo exterior, a través de este reflejo no solamente recibe alimento, sino también un sentimiento de bienestar incomparable que es esencial en los primeros meses de vida.
Se ha observado que al tocar los carrillos de un recién nacido, éste volteará la cabeza del lado que se le tocó; si siente que algo toca sus labios, abre la boca y trata de buscar de inmediato el pezón materno o el chupón. Este reflejo es innato y debe aprovecharse para entrenar al bebé a mamar. Se recomienda frotar el pezón o chupón de la mamila sobre el carrillo y el bebé volteará ansiosamente para encontrarlo. De ahí la importancia de la succión, ya que es un medio de adaptación al medio externo que rodea al bebé.
Cuando un objeto es puesto en las manos del bebé, lo primero que hace es poner el objeto dentro de su boca y lo explora, lo succiona y, además, de tranquilizarse le parece gratificante.
Se ha observado que a bebés a los que se les ha privado de la succión por alguna enfermedad o por otros factores, se desarrollan de manera diferente, llegan a ser flojos, irritables y en algunas ocasiones apáticos.
El hábito de succión digital aparece en estos estadios de desarrollo temprano y no sólo es concierne a los padres, sino también al pediatra, psiquiatra o psicólogo, odontopediatra, ortodoncista y terapeuta del lenguaje.
Si se trata de un hábito oral se deben considerar las siguientes preguntas:
¿Se puede considerar el hábito normal para la edad o el estado de desarrollo del niño?
La teoría psicoanalista de succión digital sugiere que el hábito es asociado al temprano estímulo placentero en la vida, pero no se descarta que es debido a disturbios psicológicos, sin embargo las teorías del comportamiento mencionan que la succión digital es un patrón de conducta aprendido sin ningún problema psicológico o emocional.
¿Por qué adquirió el pequeño el hábito?
Los niños se succionan el pulgar en diferentes circunstancias, cuando tienen sueño, al estar dormidos, cuando están aburridos, hambrientos, después de comer, en estados melancólicos y en situaciones de estrés.
Se ha sugerido el uso de chupones o pacificadores como sustituto del dedo, ya que se ha visto que el niño que usa chupón raramente adquiere el hábito de la succión digital.
¿Es el hábito dañino o potencialmente dañino para la boca y sus estructuras?
Los signos clásicos de un hábito de succión ya sea digital o por chupón activo, dependen de la intensidad, la duración y la frecuencia con que se realice, y éstos provocan:
Mordida abierta anterior, lo que provoca una falta de contacto entre los dientes anteriores e inferiores, mientras los posteriores se encuentran en oclusión.
Movimiento vestibular de los dientes superiores y desplazamiento lingual de los dientes inferiores.
Constricción maxilar, que sucede por un cambio en el equilibrio entre la musculatura bucal y la lengua.
¿Si el hábito es dañino, las alteraciones producidas por éste desaparecen en el momento de quitar el hábito?
Los problemas de maloclusión antes mencionados ocurren también con el uso de chupones, siendo estos menores y menos pronunciados que los ocasionados por el dedo.
Si no ocurren cambios dentales, no se aconseja tratamiento alguno en base a la salud dentaria; sin embargo, algunos pacientes y sobre todo los padres pueden solicitar el tratamiento por el hecho de que conforme el niño aumenta de edad, los hábitos digitales o del chupón se vuelven menos aceptados desde el punto de vista social.
Aunque hoy en día se han podido fabricar chupones muy semejantes al pezón materno, los chupones que se encuentran en el mercado de alguna forma alteran la fisiología de la succión, obligando al recién nacido a mantener su boca abierta en exceso, lo que ocasiona un mayor esfuerzo para la musculatura oral.
El chupón común solo exige que el niño aspire sin que haga trabajar adecuadamente el movimiento de la boca. La función muscular en este proceso es de importancia relevante para el desarrollo muscular y óseo del maxilar y de la mandíbula. Es importante añadir que el reflejo de succión se observa en los tres primeros años de vida.
¿Cuándo es razonable la decisión de romper el hábito?
Los cambios dentarios que se ocasionan por el uso del chupón son similares a los ocasionados por los hábitos de succión digital.
Desde el punto de vista teórico es más sencillo dar fin a los hábitos del chupón que a los digitales, ya que bajo el control de los padres es posible suspender el chupón de manera inmediata.
Según reportes se ha encontrado una asociación inversa entre la succión del dedo y el succionar el chupón, y se sugiere el valor de recomendar a los padres el dar el chupón a los lactantes para impedir que adquieran el hábito de chuparse el dedo. No se recomiendan chupones endulzados y se sugiere que se le ofrezca al niño limpio.
Es de vital importancia que se retire el chupón radicalmente entre los cinco y seis meses de edad, antes de que erupcionen los dientes para evitar las malformaciones antes mencionadas de un hábito activo.
Recordemos que el chupón únicamente se ofrecerá al bebé si es propicio a desarrollar un hábito de succión digital. Aunque se les ha llamado pacificadores a los chupones, hay que recordar que su correcto uso es para satisfacer las necesidades fisiológicas del bebé y no para pacificar a los que rodeamos a los niños.
* Doctora adscrita al servicio de Odontopediatría del Hospital Infantil de México Federico Gómez.
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 588 9791, dónde recibirá respuesta a sus dudas.

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