¿Tiene caspa mi hijo?

Dr. Carlos Alfredo Mena Cedillos*
En medicina llamamos "escama" al desprendimiento de la piel en bloques; éste puede ocurrir en casi cualquier zona, pero cuando lo hace en las partes que están cubiertas de pelos le adjudicamos el término popular de "caspa"; es decir, podemos tener esta manifestación no sólo en la piel del cráneo, sino también en pestañas y cejas. Generalmente la caspa se da en bloques finos, pero también se puede observar en bloques gruesos y da el aspecto de "costra".
¿Qué ocasiona la caspa?
Se tienen que considerar varios aspectos, el primero, la edad: Si la observamos en un recién nacido y la escama es fina y seca, puede tratarse de una "descamación fisiológica", condición natural que se presenta en la mayoría de los recién nacidos; ésta es más habitual en la piel del tronco más que en la cabeza.
En el mismo grupo de edad, y también en niños de algunos meses de vida, puede presentarse lo que llamamos "dermatitis seborreica", que es la aparición de una escama más oleosa que a veces confluye, da formación a costras y se acompaña de enrojecimiento; la dermatitis seborreica es un padecimiento de las glándulas sebáceas (las que producen grasa de la piel), de causa multifactorial, con frecuencia se vuelve crónica, de difícil tratamiento pero sin compromiso grave a la salud ni riesgo para la vida.
En niños más grandecitos, pre-escolares y escolares, se ve menos frecuentemente la dermatitis seborreica, y cuando se llega a desarrollar, empieza a tener el mismo aspecto que en el adulto, es decir, la caspa común que es una escama fina, seca, abundante y sin enrojecimiento; en niños de este grupo se debe empezar a pensar en padecimientos como la tiña, que es producida por hongos. La tiña se caracteriza, además de la escama, por caída del pelo y el engrosamiento del extremo distal del pelo cortado. Puede acompañarse de comezón, pequeñas pápulas y enrojecimiento, pero estos síntomas son menos comunes que los primeros.
También en niños y adolescentes, podemos encontrar casos de psoriasis, aunque esto es más frecuente en el adulto; este padecimiento es de origen complejo y se caracteriza por la caspa rodeada de eritema (enrojecimiento) formando placas o a veces siguiendo el límite de implantación del cabello; la caspa suele ser blanca y con una textura de "parafina"; a menudo se recaba el antecedente de otro familiar afectado, pero cuando se trata de adultos, esperamos ver las lesiones en otras regiones (codos, rodillas), más frecuente que en la cabeza.
¿Es alarmante la caspa?
Es raro que la caspa por sí sola esté anunciando alguna enfermedad grave; se debe tomar con calma pero sí atender al niño. Unicamente cuando se acompaña de enrojecimiento y escama generalizada, frecuentemente con comezón intensa, es cuando se debe atender como urgencia; claro que en estos casos lo que menos llama la atención es la caspa.
¿Qué debo hacer?
En la mayoría de los casos no se debe hacer nada por cuenta propia ("primero, no dañar"); la excepción la constituyen los bebés de pocos meses de vida con esa caspa oleosa, a veces en costra (dermatitis seborreica), en quienes se puede aplicar un poco de aceite de almendras dulces unas 4 horas antes del baño y enjuagar bien durante el mismo. Hay que tomar en cuenta que ésta es una medida paradójica, ya que estamos tratando a la "seborrea", que en aumento de la producción de grasa con una substancia oleosa, por lo que no se debe utilizar más tiempo del indicado y sólo en estos niños pequeñitos, ya que no se han visto los mismos resultados en niños mayores de 2 años; ocasionalmente se le agregan substancias querolíticas (que destruyen la queratina), pero esto se debe dejar para la consulta con el especialista.
En el resto de los casos, se debe definir bien el diagnóstico por lo que lo mejor es llevar al niño a consulta, y que el tratamiento sea definido por el especialista, ya que el manejo depende de la causa específica que está ocasionando la caspa; así por ejemplo, puede haber medicamentos tomados, como sería el caso de la tiña de la cabeza, donde se utilizan pastillas o suspensiones, algunos aplicados tópicamente como en la dermatitis seborreica, donde se usan algunas lociones; en otros, además de las medidas de sostén que se puedan manejar, se requiere de una mayor explicación del problema, como en la psoriasis, donde dicha explicación y por consecuencia, el entendimiento por parte del paciente, es fundamental para su manejo.

*Jefe del Servicio de Dermatología


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