¡AUXILIO, LLAMEN UN MÉDICO!


Por Dr. Edgar Bustos Córdova



     Todos alguna vez podemos tener la oportunidad de vernos involucrados en situaciones de urgencia médica, esto es especialmente cierto para quienes vivimos con niños. Algunas enfermedades pueden comenzar en forma súbita e inesperada, y en otras ocasiones nos enfrentamos con accidentes; en el momento menos esperado un niño puede presentar la necesidad de auxilio médico: una caída accidental, el inicio de fiebre, una convulsión o un desmayo.


    Ante tales circunstancias existen dos importantes normas que debemos seguir:


     1) Conservar la calma. Esto implica tener una idea clara de la situación y mantener la serenidad pase lo que pase, esto es fundamental para actuar en forma rápida y correcta.


    2) Obtener ayuda. Solicitar ayuda es siempre indispensable. Aun suponiendo que tenemos experiencia médica o en primeros auxilios, solicitar el apoyo es útil para obtener más recursos humanos o materiales que puedan ofrecerse al enfermo.


     ¿Cómo Puedo Obtener Ayuda en Caso de Emergencia?


      En caso de encontrarse solo, gritar pidiendo auxilio puede ser el paso inicial; en caso de tener otra persona a la mano, puede quedarse con el enfermo la persona con más experiencia y el otro deberá buscar ayuda.


     Puede ser tan sencillo como traer un médico o socorrista que se encuentre en el sitio. En caso de no encontrarse ayuda cercana solicitarla por vía telefónica resulta lo más fácil y práctico.


     En nuestra ciudad el número telefónico 060 permite el acceso a una red de servicios de emergencia de tipo médico y no médico.


     La línea 080, contratada en forma particular, permite que al recibirse la llamada en el centro receptor se conozca automáticamente la localización de quien pide ayuda; esto puede resultar muy práctico ya que se ahorran unos instantes, además de que en situaciones de gran tensión emocional frecuentemente olvidamos el domicilio o hasta la nuestro propio nombre. En otras poblaciones conviene conocer el teléfono de emergencia y tenerlo siempre a la mano.


         ¿A Qué Lugar Debe Llevarse a un Enfermo en Caso de Emergencia?


     Una vez que ha acudido una ambulancia en nuestro auxilio -o bien si se ha decidido llevar al enfermo directamente sin utilizar la ambulancia- surge la duda sobre cuál es el sitio óptimo para canalizar al enfermo.


      Un error frecuente radica en empeñarse en conseguir un Hospital muy grande o "muy confiable" como primera opción. Esto puede resultar práctico si este Hospital se encuentra cerca; sin embargo, en muchos casos no es así y el tiempo que se tarda en llegar al Hospital puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.


      Lo ideal es llevar al enfermo al servicio de Urgencias más cercano. En la Ciudad de México existen numerosos hospitales distribuidos a lo largo de toda la zona metropolitana. Tratándose de una Urgencia médica en la que la vida está en peligro no es necesario que se trate de un Hospital particular o gubernamental; tampoco es necesario que se tengan documentos a la mano tratándose de instituciones de seguridad social. Todos los servicios de urgencia tienen la obligación de prestar la atención de emergencia inmediatamente y posteriormente arreglar las cuestiones administrativas.


      Una sugerencia práctica es tener siempre en mente cuál es el Hospital más cercano a nuestro domicilio o sitio de trabajo y tener clara la ruta para llegar a éste; inclusive sería práctico conocer con certeza cuál es la vía de acceso del servicio de urgencias de ese Hospital, pues ésta no siempre está bien señalizada.


    ¿Qué Puedo Hacer para Auxiliar a un Enfermo Mientras Llega la Ayuda?


      Esto dependerá del conocimiento y experiencia de quien brinda la ayuda. Si la persona no tiene ninguna experiencia lo mejor es no hacer nada. Frecuentemente los intentos por ayudar resultan ser más perjudiciales que benéficos. Un conocimiento basado en tabúes, creencias populares o lo que "aprendieron" de ver programas en televisión es causa frecuente de complicaciones graves.

     Existe una serie de técnicas de ayuda inicial de emergencia conocidas como Primeros Auxilios que puede ofrecer grandes beneficios a un enfermo antes de llegar al servicio de Urgencias.

     Llevé de emergencia a mi enfermo a un Hospital y ahora quiero trasladarlo a otro sitio, ¿qué hago?


      Una vez atendida la urgencia, las cosas resultan más sencillas. Decidir cambiar de Hospital es una actitud legítima.


     Algunas razones para decidir cambiar de unidad hospitalaria pueden ser las siguientes: se agotaron los recursos económicos para seguir pagando la atención; este sitio no cumple con las expectativas, o bien simplemente existe otro Hospital al que se le tiene más confianza o por alguna razón conviene más al enfermo o a sus familiares.


       En cualquiera de los casos no debe cometerse el error de sacar al enfermo como alta voluntaria y llevarlo sin previo aviso a otro Hospital. El traslado de enfermos es un procedimiento complejo que requiere profesionalismo del médico. El traslado debe hacerse como un acuerdo entre el médico que lo envía y el médico que lo traslada. El médico tratante tiene la obligación de comunicarse al Hospital receptor para acordar el traslado y las condiciones de éste.


  ¿Qué es una urgencia médica?


      Múltiples definiciones han sido redactadas por médicos para definir qué situaciones deben considerarse una urgencia. Es indudable que cualquier síntoma o enfermedad debería tratarse lo más pronto posible. Sin embargo, no todos los problemas de salud deben considerarse como urgencias. Por ejemplo un niño que ha perdido el apetito en los últimos meses debe evaluarse y tratarse por un médico en cuanto sea posible, si bien es cierto que entre más pronto se atienda es mejor, su atención no representa un caso de urgencia; sería ilógico acudir a las tres de la mañana al Servicio de Urgencias solicitando atención por este problema (como suele suceder).


       Lo que realmente caracteriza a un problema de urgencia radica en lo rápido que requiere la atención médica; las urgencias médicas pueden ocasionar complicaciones o la muerte si la atención médica no se recibe en minutos u horas. Algunos ejemplos de urgencias serían los siguientes: un caso de deshidratación, una fractura, una intoxicación o la pérdida del conocimiento.


     ¿Cómo puedo saber si el síntoma que tiene mi hijo es realmente un caso de urgencia?


     Las personas ajenas a la medicina no tienen ninguna obligación de saber si una situación es urgente o no. Hace algunos años se realizó una encuesta a un grupo de padres de familia que llevaron a sus hijos al servicio de urgencias argumentando que su hijo se encontraba resfriado. Se les preguntó el motivo de utilizar el Servicio de Urgencias si su hijo únicamente presentaba un problema relativamente leve. La respuesta más común y también la más razonable fue la siguiente: "no tenía la seguridad de que se trate sólo de un resfriado común, sólo después de la revisión médica podría asegurarme de que no existía realmente alguna otra complicación".


      En conclusión, si existe la duda sobre si un problema médico se trata de una urgencia médica, esta duda debería aclararse cuanto antes. Una vez que un problema médico se evaluó por un experto y se ha descartado que requiere atención inmediata, la urgencia deja de serlo.


      La solución no siempre radica en acudir al servicio de urgencia ante cualquier síntoma; esto último resultaría un terrible caos, no alcanzarían todos los servicios médicos para atender a todos los usuarios. Lo primero que debe hacerse es utilizar el sentido común para tomar la decisión. Cuando esto último no ha resuelto la duda sobre si se trata o no de una urgencia, lo más práctico es ponerse en comunicación con un médico de confianza, él sí puede decidir si amerita o no acudir al Servicio de Urgencias.


     El uso tan difundido de radiolocalizadores y teléfonos celulares facilita las cosas y asegura en la mayoría de los casos la posibilidad de solicitar consejo a un médico prácticamente en cualquier momento. Un consejo práctico radicaría en tener siempre a la mano los números telefónicos de dos o más médicos de confianza dispuestos a auxiliarnos o aun mejor contar con el número telefónico de su radiolocalizador o teléfono celular.


     Siempre que mi hijo tiene una molestia acudo al servicio de urgencias. ¿Será eso correcto?


Definitivamente no. Aunque los servicios de urgencias aparentemente cuentan con una serie de ventajas, éstos están reservados para casos muy particulares que de no atenderse pondrían en peligro la vida del enfermo.


         Utilizar los servicios de urgencias en forma indiscriminada tiene dos serias consecuencias:


         1. El uso inapropiado de los servicios de urgencias conlleva saturación de los mismos con el consiguiente retraso en la atención para quienes realmente lo requieren. Por mucho que le urgiera acudir al supermercado o llevar a los niños a la escuela, usted no solicitaría una ambulancia para trasladarse. Además el uso del servicio de urgencias para casos que no lo ameritan resulta en gastos más elevados que si es atendida en el lugar apropiado. Si en los países ricos cuidan este tipo de detalles para ahorrar recursos, con más razón nosotros.


         2. Está comprobado que quienes acuden a urgencias por problemas que no lo ameritan tienen un menor cumplimiento al tratamiento. Por otro lado, acudir al servicio de urgencia a resolver todo tipo de problemas de salud implica que no se goza del gran beneficio que implica el tener a un "médico de cabecera"; este último conoce bien al paciente y da seguimiento a cada uno de sus problemas.


         En el caso de los niños existe le servicio llamado Control de niño sano donde además de resolver los problemas que van surgiendo se lleva un control seriado del crecimiento y desarrollo del menor, se controla la alimentación y se vigila la correcta aplicación de vacunas. El Control del niño sano es de incalculable valor tanto para la salud individual como social.


         Antes de utilizar cualquier servicio público, todos los usuarios deberíamos aprender el modo correcto de usarlo. Esto traería beneficios a todos.

  

     Dr. Edgar Bustos Córdova
    Jefe del Departamento de Atención Ambulatoria
    Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil  de México llame al 5 228 9917 ext 1241, donde recibirá respuesta a sus dudas.



     




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Revisado:13/07/10

 

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