¿Por qué mi hijo se enferma tanto de las anginas?


Por Dr. Roberto Carreño M.*

     Una de las infecciones más comunes en Pediatría es la faringoamigdalitis. Las comúnmente llamadas "anginas" son el primer frente de batalla que nuestro organismo presenta como defensa para las agresiones del medio externo.


     Día a día nuestro sistema inmune debe trabajar arduamente para poder diferenciar entre aquellas cosas que son dañinas para nuestra salud y aquellas que no lo son. Muchos son los enemigos a los que debe de enfrentarse y entre estos microbios podemos contar principalmente a los virus y las bacterias.


     Estos microor
ganismos son capaces de infectarnos al viajar en las pequeñas gotitas de saliva que expulsan las personas enfermas al toser o estornudar. En otras ocasiones si no somos cuidadosos y no nos lavamos las manos frecuentemente, cualquier objeto que haya estado en contacto con alguna persona infectada por estos microorganismos, puede ser la fuente o foco infeccioso para que nos contagiemos.


     De ahí que muchas veces el simple lavado de manos sea la mejor forma de protegernos de múltiples infecciones no sólo en vías respiratorias sino también de infecciones gastrointestinales como la diarrea.
Cada vez que alguno de estos microorganismos invade la garganta, nuestro sistema inmune no solo debe de ser capaz de destruirlo, también debe aprender a reconocerlo y en un futuro destruirlo aún antes de que cause la enfermedad.


     Desafortunadamente, existen múltiples virus y bacterias que pueden causar infección en la garganta y si a esto agregamos que de cada uno de estos microorganismos, en especial virus, existen variaciones que aunque pequeñas, a los ojos del sistema inmune los hacen diferentes, el trabajo del sistema inmune se hace más difícil al tener que reconocer a cada una de estas variaciones.


     Es importante hacer notar que la mayoría de las infecciones son causadas por virus para los cuales no contamos con un tratamiento específico, salvo ciertas excepciones. En este caso el uso de antibióticos no mejora la infección, la cual sigue su curso normal hacia la mejoría. Por el contrario el uso indiscriminado de antibióticos sí favorece la selección de bacterias cada vez más resistentes y por lo tanto de más difícil manejo.


     Por otro lado, las bacterias en ocasiones son capaces de asociarse y evadir la actividad de los tratamientos como ocurre en el caso del estafilococo dorado y el estreptococo. En este caso, el primero produce una sustancia que inactiva algunos tipos de antibióticos lo que es aprovechado por el segundo que es altamente sensible a la penicilina. Así de esta unión se benefician las bacterias pero desafortunadamente, para causar enfermedad.


     El estreptococo beta hemolítico del grupo A debe ser siempre vigilado, ya que aunque en un número reducido de personas, este puede ser el causante de otras afecciones tanto a nivel de riñón y en otras ocasiones causante de fiebre reumática, causando daño especialmente en niños. Afortunadamente, como se menciona previamente, este microorganismo sigue siendo altamente sensible a la penicilina por lo que su tratamiento es rápido, eficaz y a un bajo costo.


     Un aspecto relacionado por la mayoría de la población con las infecciones de vías respiratorias es el hecho de los cambios bruscos de temperatura. De acuerdo a lo antes expuesto, son microorganismos que a través del contagio, son los causantes de la enfermedad y no la exposición a bajas temperaturas. Sin embargo es obvio que durante la temporada de frío las infecciones en vías respiratorias son más frecuentes pero esto es debido al mayor tiempo que se pasa en interiores con lo que se incrementa la posibilidad de contagio. De otra manera habría un mayor número de infecciones en Alaska o en Siberia.


     Son los primeros años de vida en los que todo este proceso de aprendizaje para el sistema inmune ocurre y es por lo que sólo a través del tiempo disminuyen las infecciones, en especial de las vías respiratorias. Dado el hecho de que las infecciones pueden ser causadas por múltiples organismos, la adecuada valoración de un niño debe ser realizada por el pediatra.


     Siempre recuerde usted como padre de familia que en ocasiones el manejo de estos cuadros no ameritará antibióticos, ya que su uso no es siempre necesario. Pregunte a su pediatra cuál es la razón del tratamiento que le indica a su hijo y de esta manera la relación médico-paciente se verá enriquecida a favor de su hijo.

 

Jefe de Servicio del Departamento de Medicina Interna y Reumatología.
Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 5 228 9917 ext 1241, donde recibirá respuesta a sus dudas.



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Revisado:13/07/10

 

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