Mí hijo tiene ampollasPor Dr. Carlos Alfredo Mena Cedillos
Las ampollas y las vesículas son elevaciones sobre la piel que contienen material líquido seroso (transparente o amarillo traslúcido) o bíen sanguíneo: la diferencia entre unas y otras es el tamaño, considerándose ampolla cuando mide más de 5 milímetros y vesícula cuando es menor a esta dimensión. Ocasionalmente se observa un líquido amarillento o blanco opaco (pus) que sugiere una infeccíón por bacterias agregadas, a esta lesión se le conoce como póstula y cuando son más grandes y profundas, forman los abscesos. ¿Cómo saber si son graves o no?Para valorar la importancia de este tipo de lesiones debemos tomar en cuenta factores como la edad de aparición, localización y distribución de las lesiones, así como antecedentes (fiebre, contacto con otros niños enfermos, enfermedades inmediatas previas).Cuando tenemos vesículas al nacimiento o pocos días después, abundantes y muy diseminadas a toda la piel, se debe preguntar por enfermedades de la madre antes del nacimiento, puede ser de pronóstico serio y, por lo tanto, se debe acudir a consulta de inmediato; puede corresponder a un herpes o varicela que en niños de esta edad suelen ser infecciones más graves de lo normal. Si las vesículas aparecen en niños más grandecitos (bebés de pocos meses a escolares de 8 ó 9 años), éstas se acompañan de otras lesiones como pápulas (elevaciones pequeñas pero sólidas) y costras hemáticas, además de comezón, podría tratarse de una intensa reacción, algo así como una alergia al piquete de insecto. Si además, en este mismo grupo de edad, aparecen síntomas generales como fiebre baja y se agregan pústulas, podría ser una varicela; en estos dos padecimientos el manejo puede ser conservador, siendo importante evitar el rascado, mantener uñas cortas y bañar a diario; se debe observar el estado general del niño para prever complicaciones y evitar el uso de medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico (aspirina) en el caso de varicela. Si las vesículas se presentan conglomeradas en racimos cercanos a las mucosas (ojos, boca, genitales), acompañado de comezón o ardor, tal vez se trate de un herpes simple; si se presentan en trayectos (haciendo caminos) con dolor agregado, frecuentemente en tórax, región lumbar o cara, el diagnóstico probable es herpes zoster; cuando la localización es exclusivamente en palmas, plantas y mucosa de la boca, se debe pensar en una enfermedad mano-pie-boca; estas tres últimas enfermedades son de origen viral, generalmente son de pronóstico benigno y sólo ocasionalmente requieren medicamentos específicos para combatir al agente causal. Como se vio, algunas de estas enfermedades afectan a las mucosas, pero en estos casos, las vesículas no son elevadas como cuando se presentan en otras regiones de la piel, por lo que sólo se observan lesiones planas con contenido líquido. ¿Las ampollas tíenen otro significado?Las ampollas o bulas son de alerta en los recién nacidos (los primeros 28 días de nacido) y pueden estar advirtiendo una enfermedad genética (por ejemplo, una llamada epidermolisis bulosa o bien infecciosa (por algunas bacterias), las cuales deben ser atendidas por especialistas. Cuando aparecen en niños mayorcitos pueden ser secundarias a quemaduras, pero en estos casos se acompaña de dolor y enrojecimiento de áreas periféricas y además existe el conocimiento del antecedente.La dermatitis por contacto, o sea, la irritación de la piel por substancias agresivas o alergizantes para el paciente, pueden provocar enrojecimiento más la formación de ampollas en los casos más intensos; también es común que se conozcan los antecedentes del contacto con la substancia y produce ardor o comezón. Algunas respuestas a medicamentos se expresan con ampollas; una forma leve de esta expresión es con lesiones rojas, redondas u ovaladas con el centro blanco o con una ampolla (las describimos como "tiro al blanco"). Una forma más intensa es con enrojecimiento generalízado y varias ampollas que dejan áreas "desnudas" de piel, afectando incluso, mucosas de boca, ojos y genitales. A mayor intensidad llegan a haber zonas de piel "muerta", que se manifiesta con obscurecimiento importante de la misma (distinguir de las lesiones violáceas tipo moretón, que pueden ser parte del cuadro normal); cuando se presenta de esta manera puede haber un desprendimiento muy fácil de la piel, aún al mínimo roce. Es frecuente el antecedente de ingesta de algún niedicamento o bien de alguna infección aparentemente banal pocos días antes del inicio del cuadro; de los medicamentos, los más frecuentemente implicados, están algunos antibióticos como las sulfas (trimetoprim-sulfametoxasol), anticonvulsionantes (difenilhidantoína) y analgésicos (dipirona). Hay otro grupo de enfermedades ampollosas de origen inmunológico, es decir, hay una autoagresión donde corresponden los pénifigos, penfigoide y dermatitis herpetiforme, pero éstas son raras en niños, particularmente los dos primeros años, y se deben diagnosticar por métodos especializados. ¿Qué se debe de hacer ante la presencia de estas lesiones?En términos generales, la ampolla y la vesícula no se deben traumatizar; la excepción son algunos casos de epidermolisis bulosa o, generalizando, cualquier ampolla que esté muy tensa y que se esté extendiendo notoriamente; en estos casos se puede provocar una liberación de la tensión picando el techo de la ampolla mediante procedimiento de asepsia (aseo previo) y aguja estéril; sin embargo, no se recomienda hacerlo sin una supervisión o sin indicación médica; por otro lado, está indicado realizar aseo diario, evitar el rascado y se puede apresurar su secado utilizando fomentos secantes (por ejemplo: manzanilla) o talcos de uso común, en capa fina. Ocasionalmente se necesitará complementar el manejo con algunos medicamentos tipo antihistamínicos, anti-inflatmatorios, antivirales, antíbióticos o esteroides, pero esto no es un tratamiento específico para resolver la ampolla o la vesícula, sino para atacar la causa o los síntomas debiendo dejarse para la receta del médico.*Jefe del Servicio de Dematología, ,Hospital Infantil
de México.
|
Derechos Reservados ® 1996 Información Selectiva, S.A. de C.V. Todos los derechos reservados |