El mal aliento: ¿trastorno de salud en los niños?


Dra. Liliana Beatriz Worona Dibner*


La halitosis o "mal aliento" es un problema relativamente frecuente en la población infantil que generalmente se atribuye a una higiene deficiente de la cavidad bucal y de sus piezas dentarias restándosele importancia. Sin embargo, puede ser el aviso de algún trastorno orgánico.

Numerosas son las causas de mal aliento en los niños y pueden originarse en diferentes órganos o aparatos como la cavidad oral, la faringe, el sistema respiratorio y el aparato digestivo, o de alguna enfermedad sistémica, es decir, que afecta varios órganos a la vez. Asimismo, puede ser un signo transitorio en la evolución de alguna afección infecciosa aguda como son las estomatitis, gingivitis, faringoamigdalitis, rinitis, sinusitis o bien persistir durante un largo periodo acompañando a afecciones crónicas no diagnosticadas.

En el siguiente cuadro pueden verse las principales causas.

Cavidad oral:

Caries, periodontitis, gingivitis, estomatitis, aftas.

Faringe:

Faringoamigdalitis aguda y crónica, adenoiditis, cuerpos extraños en fosas nasales, absceso periamigdalar, difteria.

Aparato respiratorio:

Rinitis supurada, atrófica; sinusitis, bronquiectasias, cuerpos extraños bronquiales, absceso pulmonar.

Aparato digestivo:

Divertículo esofágico, hernia hiatal, esofagitis, gastritis, alergia alimentaria (leche de vaca).

Enfermedades sistémicas:

Diabetes, insuficiencia renal crónica, falla hepática aguda.

¿Qué hacer en caso de que el mal aliento se presente en los niños?

Si se trata de un niño pequeño, sano hasta el momento en que se comienza a percibir el mal aliento, se deberá pensar en la posibilidad de introducción de algún cuerpo extraño en las fosas nasales (trozos de goma-espuma, semillas, juguetes pequeños, etcétera).

De documentar su existencia, es conveniente no intentar su extracción sino acudir al médico ya que en el intento, el cuerpo extraño puede profundizarse aún más o causar alguna lesión.

Descartada esta posibilidad, los siguiente es verificar que se esté llevando a cabo una higiene bucal y cepillado dental adecuados, y al mismo tiempo, hacer una visita al dentista para verificar el estado de salud o enfermedad de las piezas dentales, así como de los tejidos periodontales, ya que las afecciones de éstos constituyen una de las causas más frecuentes del mal aliento.

Si el examen odontológico descarta alteraciones bucales, o bien si a pesar del tratamiento dental el mal aliento persistiera, se deberá hacer una consulta con el pediatra, quien mediante un adecuado interrogatorio, examen físico y eventualmente estudios de laboratorio y radiológicos será el responsable de hacer un adecuado diagnóstico y aplicar el tratamiento más apropiado.

En conclusión, el mal aliento es una llamada de atención que no debe ser desatendida ya que una consulta a tiempo puede resultar en un diagnóstico y un tratamiento oportunos.

* Jefa del Departamento de Nutrición y Gastroenterología.

 


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