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Combinan fármacos, cesáreas y control de lactancia. Reduce instituto a cero por ciento transmisión de VIH a recién nacidos
El Instituto Nacional de Perinatología tiene una de las contadas historias de éxito en la contención del VIH/Sida, pues ha logrado eliminar prácticamente la transmisión del virus de madre a hijo.
Cada año nacen en México cerca de 100 niños con VIH/Sida, quienes adquirieron el virus de sus propias madres.Y aunque hay formas de reducir el riesgo de transmisión perinatal, sometiendo a las madres a un tratamiento intensivo durante el embarazo, muchas de ellas no sabían siquiera que estaban infectadas.
Sin el tratamiento, según Federico Javier Ortiz Ibarra, médico del Departamento de Infectología del instituto, la posibilidad de transmitir la infección por la vía perinatal se eleva hasta el 45 por ciento.
Desde 1989, el instituto ha atendido a 169 mujeres embarazadas con VIH -el acumulado nacional de casos de transmisión perinatal del virus es de 853- y desde entonces ha reducido paulatinamente el número de niños contagiados, hasta dejarlo en cero.
Al principio, reconoce Ortiz, las pacientes con VIH causaban entre el personal del instituto. "Nadie quería llevarles la comida y se la dejaban en la puerta. Nadie quería entrar. Había que entrar como astronauta, con bata, con careta y este tipo de cosas", comenta en entrevista.
Hoy, destaca, sólo se mantiene la práctica de proteger al personal médico en el momento de la cesárea, pues cuentan con guantes de un material especial para evitar pinchazos de agujas, batas impermeabilizadas y caretas. "Hoy día puedes venir a una consulta, estar sentada junto a una paciente infectada y no darte cuenta, porque reciben la misma atención", apunta.
La respuesta médica no era tampoco la más efectiva, pues se limitaba a darle una atención obstétrica a la madre y vigilancia pediátrica al producto, obteniendo un resultado de 22 por ciento de transmisión.En la segunda etapa, ya en los 90, se contó con medicamentos antirretrovirales, lo que permitió una disminución de contagio al 10 por ciento.
Finalmente, a partir de 1999, se aplicó terapia antirretroviral combinada, se promovieron las cesáreas -se ha comprobado que con este método hay menos transmisión en el nacimiento que por la vía vaginal- y se suprimió la lactancia materna, con lo que se consiguió que ninguna de las mujeres atendidas desde entonces haya transmitido la infección a su bebé.
Además, se logró comprobar que aunque la mujer no reciba tratamiento durante el embarazo, todavía se puede aplicar medicamentos al recién nacido para evitar que desarrolle el virus en su cuerpo, logrando buenos resultados.
El objetivo ahora es garantizar que las madres tengan el mismo tratamiento que cualquier persona que viva con VIH, no sólo para evitar la transmisión vertical, sino para que tenga una buena calidad de vida y vean crecer a sus hijos.
Según Ortiz, las cifras logradas en el Instituto Nacional de Perinatología representan algo inédito a nivel internacional.
La clave, subraya, es que la mayor parte de las futuras madres que atiende esa institución son sometidas a la prueba rápida de VIH, y siempre con su consentimiento."De 2 mil 600 mujeres atendidas de noviembre a la fecha, 97 por ciento aceptaron", destaca.
De ese total, se identificaron cuatro pacientes con VIH, dos de ellas embarazadas, y otras dos que acudieron a la institución para recibir otros servicios.
El problema, asegura, es que el instituto "sólo atiende la punta del iceberg", pues actualmente apenas da tratamiento a 16 mujeres que viven con la infección.
El costo promedio de la atención de una mujer embarazada con VIH es de 300 mil pesos en ocho meses de embarazo.Sin embargo, asegura Ortiz, sería más caro -además del costo social- pagar los 16 mil pesos mensuales que representaría el tratamiento mensual de su hijo infectado.
Sector vulnerable Casos de transmisión perinatal de VIH/Sida en México:
2003: 25 2004: 77 2005: 97 2006: 107 2007: 91 *
Hasta el 15 de noviembre 853 casos de recién nacidos con VIH fueron diagnosticados entre 1983 y 2007.
908 mujeres embarazadas recibieron terapia antirretroviral en 2006.
$300,000 es el costo total de atención a mujeres embarazadas con VIH.
$16,000 es el costo mensual de atención a niños con VIH.
Etiquetas: EDUCACIÓN SEXUAL, INFECTOLOGÍA, PEDIATRIA PREVENTIVA
Un estudio sugiere que un diálogo constante puede evitar conductas arriesgadas
Es algo que los padres probablemente no quieran escuchar, pero una investigación reciente sugiere que tener sólo una gran "conversación sobre el sexo" con los hijos no es una idea tan buena.
En lugar de ello, el estudio recomienda fomentar un diálogo continuo sobre el sexo con los hijos, aunque resulte incómodo, de manera que sean menos propensos a tener conductas sexuales arriesgadas.
"Es importante que los padres preparen las bases desde el principio al hablar con sus hijos sobre el sexo, de manera que se convierta en parte de la norma en el hogar", afirmó el autor principal del estudio Steven Martino, científico conductista de RAND en Pittsburgh.
"A medida que los hijos crecen y tienen experiencia, es deseable que sientan que es natural hablar con sus padres. Cuando se les preguntó dónde les gustaría obtener su información, los niños afirman que de sus padres más que de cualquier otra persona".
Martino dice que se da cuenta que algunos padres se siente incómodos hablando de sexo con sus hijos. Y señaló que no importa que los niños sepan que uno se siente incómodo, pero que también hay que explicar que se trata de un tema tan importante que hay que conversarlo de todos modos.
En el estudio de Martino participaron 312 adolescentes y sus padres. Tanto los padres como los adolescentes rellenaron cuestionarios de línea de base. Los investigadores hicieron que los adolescentes completaran las encuestas en habitaciones privadas y les aseguraron que sus padres no recibirían ninguna de la información que suministraran.
Luego, se dividió aleatoriamente a los padres en dos grupos. La mitad asistió a una clase de intervención sobre la crianza de ocho semanas llevada a cabo en en lugar de trabajo, llamada "Padres que hablan, adolescentes sanos", diseñado para mejorar la comunicación con sus hijos adolescentes. Los demás padres simplemente completaron la encuesta y no recibieron intervención alguna.
Se completaron encuestas de seguimiento a la semana, tres meses y nueve meses después del inicio de la intervención. Las encuestas se diseñaron para evaluar 22 temas relacionados con el sexo, como las consecuencias del sexo, cómo tomar decisiones sobre cuándo tener relaciones sexuales, cómo decir que no si no se desea tener relaciones sexuales, qué tan bien previenen los condones las enfermedades de transmisión sexual, y otros.
Entonces, los investigadores evaluaron la amplitud de las comunicaciones, es decir, cuántos de los 22 temas habían discutido los padres con sus hijos adolescentes y con qué frecuencia.
Encontraron que cuando los adolescentes y padres tenían más conversaciones (repetición), los adolescentes reportaban sentirse más cerca de sus padres y sentían que podían hablar con ellos más abiertamente sobre el sexo y otros temas. Una mayor amplitud de comunicación se relacionó con la percepción de facilidad en la conversación sobre el sexo entre el padre y el hijo, según el estudio.
Los resultados del estudio aparecen en la edición de marzo de Pediatrics.
"No se puede hablar de sexo una sola vez. La discusión debe ser continua", afirmó la Dra. Lea deFrancisci Lis, psiquiatra infantil del Centro de estudios infantiles de la Universidad de Nueva York en esa ciudad.
DeFrancisci Lis señaló que, como la mayoría de los estudios, éste no estableció una relación directa de causa y efecto. "No podemos afirmar que los niños cuyos padres les hablan más abiertamente sobre el sexo tienen menos relaciones sexuales", apuntó. "Pero la investigación ha demostrado una relación entre los padres que son más abiertos y los niños que esperan más tiempo para tener relaciones sexuales, un menor índice de embarazo de adolescentes y menos enfermedades de transmisión sexual, así que la comunicación es realmente importante".
Ambos expertos recomendaron comenzar a hablar sobre el sexo a una edad temprana dándole el nombre correcto a las partes del cuerpo. DeFrancisci Lis dijo que cuando va a nacer un nuevo hermanito, es una gran oportunidad para discutir de dónde vienen los bebés. Aconsejó que para los padres que se sienten realmente incómodos al hablar sobre el sexo, los libros pueden ayudar a comenzar el diálogo.
Martino añadió que ver televisión o películas con el niño puede suscitar situaciones de aprendizaje y podría hacer que el diálogo se sienta más natural. Apuntó que lo mismo sucede con la letra de algunas canciones para adolescentes.
Etiquetas: ADOLESCENTES, EDUCACIÓN SEXUAL
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