Las últimas novedades en el campo de la pediatría, en un lenguaje accesible para los padres.
Un estudio encuentra que cuando se combina con la contaminación atmosférica y el tabaquismo, aumenta las probabilidades de la afección
La contaminación atmosférica de los coches puede aumentar las probabilidades de que un niño desarrolle asma, pero si se le añade el estrés de los padres, las probabilidades de asma suben aún más, encuentra un estudio reciente.
Para los niños expuestos al humo de tabaco mientras siguen en el útero, otro riesgo de asma, el estrés de los padres también aumenta el riesgo de asma, señalaron los investigadores.
"Hay una asociación entre la contaminación atmosférica y el asma, y crece con una mayor exposición al estrés en el hogar", aseguró el investigador principal Ketan Shankardass, becario de investigación postdoctoral del Centro para la investigación de la salud en los barrios marginados del Instituto de conocimiento Li Ka Shing del Hospital de St. Michael en Toronto.
"Todavía no se conoce la causa del asma", apuntó Shankardass. "Se trata de una enfermedad importante que afecta a mucha gente en todo el mundo y en realidad aún no tenemos seguridad de qué la causa, así que no podemos controlarla muy bien. Pero este hallazgo contribuye a nuestra comprensión del proceso causal".
El informe aparece publicado en la edición en línea de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences.
Para el estudio, Shankardass y colegas recolectaron datos sobre 2,497 niños en el sur de California. Los niños, que tenían entre cinco y nueve años de edad, no tenían antecedentes de asma ni respiración sibilante cuando el estudio comenzó. Durante tres años, los investigadores rastrearon si los niños desarrollaban asma o no.
Además, los investigadores pidieron a los padres que llenaran un cuestionario que medía el estrés. El cuestionario preguntaba a la madre del niño si se sentía en control de su vida, y si se sentía que podía manejar los problemas o si tenía problemas para manejar su vida, explicó Shankardass.
Los autores del estudio también recolectaron datos sobre la exposición de sus hijos a la contaminación relacionada con el tráfico y si los niños habían estado expuestos a humo de tabaco antes de nacer.
Por sí mismos, el estrés ni el estatus socioeconómico no aumentaron el riesgo de desarrollar asma, encontraron los investigadores.
Sin embargo, cuando el estrés de los padres se combinaba con la contaminación el tráfico o la exposición al humo de tabaco antes del nacimiento, el riesgo de asma aumentaba más que entre los niños expuestos al tráfico o al humo, pero no al estrés.
Shankardass anotó que la exposición a la contaminación del tráfico y el tabaquismo prenatal además del estrés son más comunes en las áreas de bajo nivel socioeconómico, lo que podría ayudar a explicar por qué el asma podría afectar de manera desproporcionada a los hijos de padres en desventaja.
"Por una vez, tal vez tengamos una pieza del rompecabezas que ayude a explicar las disparidades sociales en el asma", apuntó.
El Dr. Clifford Bassett, director médico de Atención de alergias y asma de Nueva York, dijo que no es sorprendente que el estrés de los padres pueda tener un impacto sobre los niños y el asma.
"El estrés tiene un impacto sobre el sistema inmunitario. Claramente, la relación entre el estrés, el tabaco y la contaminación atmosférica es algo entre cosas malas", aseguró Bassett.
"Hay muchas variables distintas (conductuales, socioeconómicas, ambientales y fisiológicas) que dictan si un niño desarrollará asma o no", añadió Bassett. "Hay muchas vías biológicas que tienen que ver con la relación del asma y el estrés y el sistema inmunitario".
Bassett también opina que medir el estrés del hogar debería ser parte del tratamiento de un niño que tiene asma.
Etiquetas: ASMA, ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
Los bebés que nacen cuatro meses antes del pico de la temporada de resfrío y gripe corren un 30 por ciento más de riesgo de desarrollar asma, lo que sugiere que estas infecciones impulsarían la condición respiratoria crónica, indicaron el viernes investigadores estadounidenses.
El estudio fue publicado en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine. "Todos los bebés están expuestos a esto y es potencialmente evitable", dijo la doctora Tina Hartert, directora del Centro de Investigación del Asma de la Vanderbilt University y encargada de la investigación.
La autora señaló que se sabe desde hace años que los bebés del hemisferio norte que nacen en otoño corren más riesgo de desarrollar asma, pero que este estudio es el primero en relacionar esta tendencia con el pico de actividad viral en los meses de invierno.
Hartert y sus colegas estudiaron los registros médicos de 95.000 bebés y madres del estado de Tennessee.
El equipo halló que todos los bebés del estudio tenían mayor riesgo de asma si habían padecido bronquiolitis, una infección pulmonar generalmente causada por el virus respiratorio sincicial o VRS. Pero los bebés nacidos en otoño eran los que más peligro corrían.
"Lo que logramos demostrar fue que el momento del nacimiento y el riesgo de desarrollar asma se mueven a la par hasta el pico de estas infecciones virales en invierno", añadió la experta. Mientras que los factores de riesgo genéticos predisponen a un niño a desarrollar asma, Hartert cree que la exposición ambiental a la infección viral en invierno, y particularmente por VRS, activaría esos genes.
Casi todos los niños se infectan con VRS en la primera etapa de la vida, la mayoría de las veces entre los 3 y los 6 meses. El virus suele eliminarse sin complicaciones mayores.
Hartert dijo que la tarea ahora es probar que prevenir estas infecciones podría evitar que los niños desarrollen asma. "Ese es el punto en el que estamos ahora. Necesitamos comprobar que prevenir esta infección evita esta enfermedad crónica", agregó la autora.
La forma más fácil de hacerlo sería con una vacuna, pero por el momento no existe ninguna. GenVec Inc , la unidad MedImmune de AstraZeneca y otras empresas están trabajando en inmunizaciones contra el VRS.
Publicado en la revista American Journal of respiratory and critical care medicine
Etiquetas: ASMA, ENFERMEDADES RESPIRATORIAS, INFECCIONES
Un equipo de investigadores señaló que la alimentación de tipo mediterráneo protegería a los niños del asma y la rinitis alérgica, también conocida como fiebre del heno.
Según los autores, los resultados del estudio realizado en México "brindan evidencia adicional sobre los beneficios de los hábitos de alimentación saludables y respaldan la necesidad de medidas de salud pública para promover una dieta sana entre los chicos".
La alimentación materna durante el embarazo y la de los niños en sus primeros años de vida jugaría un papel importante en el riesgo de asma infantil.
En la investigación actual, los expertos examinaron la relación entre la alimentación de los pequeños y de sus madres durante el embarazo y el desarrollo de asma y rinitis alérgica en una muestra al azar de 1.476 niños de 6 y 7 años.
En los pequeños, una mayor adherencia durante el año previo a una dieta mediterránea -con muchos vegetales, frutas, legumbres, pescado y cereales y pocos lácteos, carne, comida chatarra y grasa- estuvo asociada con menos asma, sibilancias, rinitis alérgica, estornudos e irritación ocular.
La doctora Isabelle Romieu, del Instituto Nacional de Salud Publica de México en Morelos, y sus colegas informaron sus hallazgos en la revista Allergy.
Los investigadores no descubrieron una relación directa entre el consumo de una dieta mediterránea durante el embarazo y una reducción del riesgo de asma o rinitis alérgica en los niños.
La idea de que la dieta mediterránea protegería contra el asma es biológicamente posible, indicó el equipo de Romieu en su informe.
Este tipo de alimentación es rica en antioxidantes que pueden proteger los pulmones y las vías aéreas del daño oxidativo. También tiene mucho pescado, que es una buena fuente de ácidos grasos omega-3, y pocos omega-6.
Esta proporción de ácidos grasos omega 3 y 6 demostró disminuir los niveles perjudiciales de proteínas causantes de inflamación, que suelen aumentar en los pacientes con asma.
Nadar en piscinas con cloro al aire libre parece aumentar las posibilidades de que un niño desarrolle asma, informaron el jueves investigadores belgas.
Otros estudios relacionaron el cloro y el asma, pero los resultados de la nueva investigación, publicada en European Respiratory Journal, ponen en duda la idea de que las piscinas al aire libre son más seguras que aquellas bajo techo, donde los vapores permanecen atrapados en un ambiente cerrado.
"Cuanto más se nada, mayor es el riesgo", dijo Alfred Bernard, toxicólogo de la Universidad Católica de Lovaina, en Bruselas, quien dirigió el estudio. "Lo que es nuevo en este estudio es que observamos por primera vez las piscinas al aire libre", agregó el autor.
El asma, que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, es la causa más común de enfermedad infantil crónica. Los síntomas incluyen sibilancias, falta de aire, tos y opresión en el pecho.
Bernard y sus colegas demostraron que las piscinas al aire libre son igual o más riesgosas que aquellas techadas, dado que los vapores perjudiciales se mantienen a nivel del agua.
Y debido a que los niños suelen pasar más tiempo en las piscinas, son más propensos a tragar el agua con cloro o ingerir los químicos que contienen los vapores y que pueden atacar las defensas celulares que protegen a los pulmones de los alergenos, dijo Bernard.
"Observamos que el riesgo de las piscinas al aire libre es igual o mayor que el de las piscinas internas, porque los niños suelen pasar más tiempo en ellas y tienen más cloro", añadió el experto.
El equipo belga evaluó a 847 estudiantes de alrededor de 15 años por asma y alergias y le consultó a sus padres sobre la exposición a factores de riesgo, como el humo de tabaco, las mascotas y la contaminación. También consultaron cuánto tiempo pasaban los niños en piscinas al aire libre.
Los investigadores determinaron que el riesgo para el 50 por ciento de los chicos predispuestos a alergias y asma estaba directamente relacionado con la cantidad de tiempo que pasaban en el agua.
Los niños con la mayor asistencia a piscinas -una hora por semana durante 10 años- eran cinco veces más propensos a ser asmáticos que los jóvenes que nunca habían nadado en una piscina, reveló el estudio.
"Los niños pequeños están más expuestos, porque ingresa más agua en sus vías aéreas y sus pulmones aún está en desarrollo", señaló Bernard en una entrevista telefónica.
Publicado en la revista European Respiratory Journal
Lea también el artículo sobre nadar en albercas cubiertas
Lea: la natación antes de los 2 años podría dañar los pulmones
Etiquetas: ASMA, INTOXICACIONES, PEDIATRIA PREVENTIVA
SE INVESTIGA LA ASOCIACIÓN DEL CONSUMO DE MONTELUKAST CON TENDENCIAS SUICIDAS
Recientemente acaba de ser publicada una advertencia de a FDA en la que advierte que esta investigando la posible asociación del consumo del Montelukast (Singulair®), medicamento utilizado para la prevención del asma bronquial y de la rinitis alérgica tanto en niños como en adultos con tendencias suicidas, cambios del comportamiento y de humor. El reporte dice textualmente: "Singulair es un medicamento eficaz que está indicado para el tratamiento del asma y los síntomas de la rinitis alérgica. Los pacientes no deben dejar de tomar Singulair antes de hablar con su médico si tienen preguntas acerca de esta nueva información. Hasta que se disponga de más información, los profesionales de la salud y los cuidadores deben vigilar tendencias suicidas (pensamiento y comportamiento suicida) y cambios de comportamiento y humor en los pacientes que toman Singulair."
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Leer el reporte original de la FDA
Reacciones psiquiátricas en niños con Montelukast
Comentario: El montelukast ha sido un medicamento muy eficaz en la prevención del asma en los niños, sin embargo como todo medicamento, el paciente que lo consume por periodos prolongados debe ser vigilado periódicamente por su médico. Es el segundo medicamento más prescrito por los pediatras en los Estados Unidos, después de la amoxicilina. Estamos viendo muchas madres que se lo administran a sus hijos por recomendación de sus amigas (automedicación). Dentro de las reacciones secundarias reportadas están temblores, depresión, pensamientos y comportamiento suicida, ansiedad, dolor de cabeza, dolor de estómago, cansancio, dificultad para tragar, inflamación de la cara, garganta, labios, ojos, manos, pies, tobillos, ronquera, comezón, salpullido, urticaria, dolor o inflamación de los senos paranasales, problemas en el hígado. Recuerde que si su hijo toma el montelukast debe estar bajo supervisión frecuente de su pediatra.
Etiquetas: ASMA, INTOXICACIONES, SALUD MENTAL
ASMA EN NIÑOS
Escuche la entrevista a la Dra. Blanca Del Río Navarro, sobre este importante problema de salud en los niños.
Etiquetas: ASMA, AUDIOS, ENFERMEDADES RESPIRATORIAS, PEDIATRIA PREVENTIVA
LA ANGUSTIA MATERNA AUMENTA EL RIESGO DE ASMA INFANTIL.
Un estudio encuentra que las madres que tienen depresión o ansiedad persistentes tienen más probabilidades de tener niños con enfermedad de las vías respiratorias
Los hijos de mujeres que tienen depresión o ansiedad persistentes tienen un mayor riesgo de desarrollar asma, según sugiere una investigación reciente.
Investigadores canadienses informan sobre un aumento de 25 por ciento en las probabilidades de asma para los niños que son expuestos a la angustia materna desde el nacimiento hasta los siete años de edad. No se encontró tal asociación para la angustia materna de corta duración, como la depresión posparto.
"El asma es una enfermedad multifactorial y hemos identificado un posible factor que podría estar relacionado con su desarrollo", afirmó Anita Kozyrskyj, autora del estudio y profesora asociada de la facultad de farmacia de la Universidad de Manitoba en Winnipeg, Canadá. "Yo creo que lo bueno es que se trata de un factor de riesgo que puede prevenirse". Los hallazgos aparecen en la segunda edición de enero de la American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
Se estima que 20 millones de estadounidense tienen asma, lo que incluye nueve millones de niños, según la American Academy of Allergy, Asthma and Immunology. Se desconoce la causa exacta del asma, pero los investigadores han encontrado muchos factores que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad, como antecedentes familiares, exposición al humo de segunda mano y otros desencadenantes ambientales.
Debido a que el aumento en la incidencia del asma parecía ser paralelo al aumento en la cantidad de estrés crónico experimentado por las mujeres en general, y debido a que otras investigaciones habían sugerido una relación posible entre el asma y la angustia materna, Kozyrskyj y sus colegas revisaron los registros médicos de casi 14,000 niños de Manitoba, desde su nacimiento hasta los siete años.
El estado de asma se definió por haber acudido a al menos dos consultas médicas por asma, haber tenido una hospitalización por asma o haber recibido dos o más recetas de medicamentos para el asma. La angustia materna se definió como haber realizado una consulta médica, haber sido hospitalizada o haber recibido una receta para la depresión o la ansiedad durante el primer año de la vida del niño y más allá.
Casi uno de cada cinco niños que participaron en este estudio resultó expuesto a la angustia materna durante el primer año de vida, según el estudio. La prevalencia de asma en toda la población del estudio fue de 6.6 por ciento.
Luego de ajustar los datos para los factores de riesgo conocidos, como antecedentes maternos de asma, vivir en un área urbana, uso de antibióticos y otros, los investigadores encontraron un riesgo de asma 25 por ciento mayor entre los niños cuyas madres tenían depresión o ansiedad duraderas.
De manera interesante, los investigadores también notaron que la angustia materna persistente se relacionaba con una probabilidad de asma infantil 44 por ciento más grande en las familias de altos ingresos, en comparación con las familias de bajos ingresos.
Kozyrskyj dijo que los investigadores "no comprenden esta asociación completamente" y sólo pueden especular sobre cómo podría aumentar la angustia materna el riesgo de asma. Algunas teorías posibles son que las madres que están deprimidas o ansiosas podrían fumar más, amamantar menos y podrían no prestar tanta atención a sus hijos. Cualquiera de estos factores podría contribuir al desarrollo del asma.
Otros no están tan seguros sobre la importancia de la angustia materna en el asma.
"Tal vez haya algo en esto. No lo descartaría, pero no diría que se trata de una causa del asma. Una asociación no conlleva causa y efecto. Es sólo un aspecto más del ambiente del niño que hay que evaluar", afirmó la Dra. Jennifer Appleyard, jefa de la sección de alergias e inmunología del Hospital y centro médico St. John de Detroit.
"Hay tantas variables que realmente hay que evaluar esto más en un estudio mucho más controlado", dijo, y añadió que sería interesante incluir también al padre y otros cuidadores primarios en cualquier análisis futuro.
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Etiquetas: ASMA, ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
LA CONTAMINACIÓN DEL TRÁFICO DAÑA LOS PULMONES DE LOS NIÑOS ASMÁTICOS.
Un estudio encuentra que los niños que viven cerca de autopistas transitadas se enfrentan a un riesgo de más de 50 por ciento de problemas respiratorios
Los niños que sufren de asma que se exponen a la contaminación del tráfico tienen un mayor riesgo de problemas respiratorio y reducción en el volumen pulmonar, según un estudio que evaluó a niños en la ciudad fronteriza mexicana de Ciudad Juárez, un punto de cruce hacia los Estados Unidos.
"Las ciudades importantes en las fronteras del norte y del sur de los EE.UU. con frecuencia tienen altos niveles de flujo de tráfico vehicular, sobre todo en los puntos de cruce de las fronteras. Las emisiones del tráfico vehicular de la alta densidad de tráfico que cruza la frontera podría estar afectando de manera negativa la salud de las poblaciones que viven en las áreas aledañas", afirmó en una declaración preparada el autor principal del estudio, el Dr. Fernando Holguin, profesor asistente de medicina pulmonar en la Facultad de medicina de la Universidad de Emory.
Holguin y sus colegas reclutaron a 200 niños asmáticos y no asmáticos entre los seis y los doce años de edad, que habitaban en Ciudad Juárez. Durante un año, los investigadores midieron la densidad de tráfico y los contaminantes relacionados al tráfico cerca de las viviendas y escuelas de los niños. Evaluaron la función pulmonar y síntomas respiratorios de cada niño durante cuatro meses.
Los investigadores encontraron que los niños con asma, pero no los que no la padecían, resultaban afectados por vivir en casas en áreas con tráfico concurrido. Esos niños tenían niveles más altos de óxido nítrico exhalado (NO), además de reducciones tanto en el volumen pulmonar como en el flujo de aire.
Vivir dentro de 50 metros de una carretera con mucho tráfico aumentaba el riesgo de síntomas respiratorios en niños asmáticos en más de cincuenta por ciento, concluyeron los investigadores.
"Nuestros resultados muestran que una proximidad a las emisiones relacionadas al tráfico, ya sea en el hogar o la escuela, puede conllevar efectos crónicos sobre la salud respiratoria de los niños que sufren de asma", aseguró Holguin.
Los hallazgos "podrían tener implicaciones para los niños asmáticos que residen en tales condiciones, sobre todo los que tal vez no estén adecuadamente controlados con fármacos, dado que podrían ser más susceptibles a las emisiones vehiculares".
Pulblicado en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
Etiquetas: ASMA, ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
BENEFICIO DEL ENTRENAMIENTO CON EJERCICIO AEROBICO EN EN EL CONTROL DE LA ENFERMEDAD Y CALIDAD DE VIDA DE LOS NIÑOS ASMÁTICOS
Los niños con asma respiran mejor, toman menos medicamentos y sienten una mejoría general si aumentan su aptitud física, indicaron investigadores en Brasil.
En un estudio sobre niños con asma bien tratado, el ejercicio aeróbico supervisado mejoró la aptitud respiratoria y redujo la sensación de falta de aliento inducida por la actividad física. Asimismo, las dosis diarias de esteroides inhaladas disminuyeron un 52 por ciento en los niños que habían participado en el entrenamiento físico, mientras que no cambiaron o aumentaron entre los chicos del grupo de "control" que no hicieron ejercicio.
"El acondicionamiento físico en los niños asmáticos bajo tratamiento médico adecuado también mejoró la calidad de vida, en especial, los síntomas de la enfermedad y la capacidad física", dijo a Reuters Health el autor del estudio, el doctor Celso R. F. Carvalho, de la Universidad de Sao Paulo.
Carvalho destacó también que los padres de niños asmáticos entrenados aeróbicamente dijeron estar "menos preocupados por el asma como una enfermedad crónica en sus hijos". Los resultados, publicados en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise, surgen de datos sobre 38 niños y adolescentes de 7 a 15 años con asma moderado a grave, que al azar participaron en un grupo de entrenamiento aeróbico supervisado o un grupo de control.
El entrenamiento aeróbico fue de intensidad moderada a alta dos veces semanales durante 16 semanas. Todos los niños recibían tratamiento médico adecuado para el asma antes del entrenamiento.
Estos resultados, concluyeron los autores, subrayan la importancia de que los niños con asma hagan actividad física con regularidad.
"Los niños que tienen problemas para respirar debido al asma, a veces temen inducir la falta de aliento a través del ejercicio, lo que puede alterar la aptitud física con el tiempo", dijo Carvalho.
"Aquí es donde vemos a pacientes con asma tener bajos niveles de aptitud física. El entrenamiento, supervisado adecuadamente, no es sólo una opción para este grupo, sino también una estrategia de manejo de los síntomas", finalizó el experto.
Publicado en Medicine and Science in Sports and Exercise, septiembre del 2007
Etiquetas: ASMA, MEDICINA DEL DEPORTE, PEDIATRIA PREVENTIVA
SÓLO LA MITAD DE LOS FÁRMACOS RECETADOS PARA EL ASMA SE TOMAN REALMENTE A DIARIO DE LA FORMA INDICADA POR EL MÉDICO
La mala actuación de los padres y sus errores de percepción sobre la medicación podrían ser un fuerte obstáculo para el control del asma infantil. Sólo cerca de la mitad de los fármacos recetados para prevenir el asma se toman realmente a diario de la forma indicada por el médico, según un estudio dirigido por la Dra. Kelly Conn, University of Rochester School of Medicine (Estados Unidos), publicado en “Pediatrics”.
Los autores encuestaron a 622 adultos del sudeste de Michigan cuyos hijos tomaban al menos un medicamento para prevenir los síntomas del asma.
Aproximadamente, uno de cada seis padres (17%) confesó que sus temores acerca del posible daño que el medicamento pudiese producir eran mayores que la creencia de que sus hijos necesitasen la medicina. Otro 6% estaba inseguro sobre si los medicamentos serían beneficiosos o generarían daño. Finalmente, el 77% de los padres dijo que la necesidad de la medicación pesaba más que sus dudas. Sin embargo, tan sólo un 14% de los padres manifestó haber seguido el régimen de medicación de su hijo de la forma indicada.
La Dra. Conn explicó que muchas de las preocupaciones de los padres tienen su origen en una falta de comprensión de los últimos medicamentos, diseñados para prevenir los ataques de asma más que para tratar los síntomas inmediatos. Según la investigadora, los padres que tuvieron asma en su infancia podrían no estar acostumbrados a los nuevos sistemas de control y quizá piensen que toser tres o cuatro veces a la semana es normal. "Podrían no entender que hay un medicamento que, tomado de forma diaria, podría hacer que sus hijos estuviesen prácticamente libres de síntomas", concluyó la Dra. Conn.
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EL 70% DE LOS NIÑOS ASMÁTICOS MANIFIESTA SU ASMA ANTES DE LOS 5 AÑOS
El asma es en la actualidad la enfermedad más frecuente en la infancia y va en aumento aunque las causas de este crecimiento no se conocen a fondo.
En estos casos, es importante que médicos y padres colaboren para poder controlar los síntomas del asma y que los niños con esta enfermedad lleven una vida normal, sin limitaciones. Un niño asmático tiene que poder tener un vida normal. Este es el objetivo del tratamiento del niño asmático, según el doctor Eduardo Pérez-Yarza, de la unidad de neumología pediátrica del Hospital de Donostia y jefe de pediatría.
El asma es la enfermedad crónica más controlada y que puede llegar a afectar menos a la vida diaria del niño. Y es que los expertos cuentan con una serie de tratamientos eficaces y seguros.
La vida de estos afectados puede ser tan normal que varios asmáticos son deportistas profesionales.
El asma clásica aparece más entre los 6 y 8 años. De hecho, "el 70% de los niños asmáticos debuta su asma antes de los 5 años". Pero antes de esta edad es más complicado su diagnóstico. Pero con una buena conversación con los padres es muy fácil el diagnóstico.
Cuanto más pequeño es el niño la incidencia es menor. Hoy por hoy entre un 6 y 8% de los niños de 6 años tienen asma y un 10% de los niños de 13 o 14 años. Pero gracias a los tratamientos el niño asmático no será un adulto asmático.
La enfermedad se manifiesta de distintas maneras. Lo más habitual son resfriados que no se acaban de curar. Otros pueden sufrir crisis de ahogo. Y otros puede que hayan sido diagnosticados de neumonía.
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IDENTIFICADO UN GEN QUE AUMENTA EL RIESGO DE DESARROLLAR ASMA EN LA INFANCIA
Un equipo internacional publica en "Nature" que variantes de un gen llamado ORMDL3 incrementa en un 60-70% el riesgo de aparición de la enfermedad
Un equipo internacional ha identificado variantes en un gen llamado ORMDL3 que podrían aumentar un 60-70% el riesgo de desarrollar asma en la infancia. Las conclusiones de la investigación se publican en la edición digital de "Nature".
El estudio, en el que han participado más de 2.000 niños, establece que existen marcadores genéticos en el cromosoma 17 que poseen un importante efecto sobre el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Los investigadores también descubrieron que estos marcadores alteraban los niveles de un nuevo gen llamado ORMDL3 que se encontraba a niveles elevados en las células sanguíneas de los niños con asma en comparación con aquellos sin la enfermedad. Los resultados del estudio sugieren que la variante de este gen asociada a la enfermedad aumenta el riesgo de tener asma entre un 60 y un 70%.
El asma está causada por una combinación de factores ambientales y genéticos de los que se poseen pocos datos. En el trabajo han participado investigadores de Reino Unido, Francia, Alemania, Austria y Estados Unidos que esperan que su investigación permita finalmente el desarrollo de nuevas terapias contra la enfermedad.
Según Miriam Moffatt, del Imperial College London (Reino Unido) y una de las autoras del trabajo, "este es un estudio de grandes dimensiones en el que han participado científicos y médicos de muchos países, y creemos haber descubierto algo nuevo e interesante sobre el asma infantil. Estos nuevos descubrimientos no explican por completo las causas del asma pero proporcionan una mayor información sobre el laberinto de los factores genéticos que intervienen en la enfermedad".
El ORMDL3 es el tercer miembro de una nueva clase de genes de los que se desconoce su función precisa. Se cree que codifican una proteína de transmembrana que está anclada dentro de una estructura intracelular conocida como retículo endoplasmático. Los autores proponen que ORMDL3 debería ser estudiado en mayor detalle a través de estudios a gran escala en diversos centros de investigación.
Willian Cookson, también integrante de esta institución británica y coordinador del trabajo, añade que los resultados suponen el efecto genético más fuerte que se ha descubierto hasta el momento. "Aún no sabemos cómo el ORMDL3 afecta a la susceptibilidad al asma. En organismos primitivos como la levadura existen genes similares, por lo que sospechamos que ORMDL3 podría ser un componente muy antiguo de los mecanismos inmunes. No parece formar parte del proceso alérgico. Debido a que su expresión es elevada en los asmáticos se podrían desarrollar terapias dirigidas al gen, aunque esto llevará algún tiempo".
Los científicos llegaron a estas conclusiones tras comparar el perfil genético de 994 pacientes con asma iniciada en la infancia y 1.243 personas sin la enfermedad.
Examinaron más de 317.000 polimorfismos de un solo nucleótido, buscando aquellos que se asociaban al asma infantil, así como los genes se expresaban en las células sanguíneas humanas. Estos dos tipos diferentes de análisis permitieron a los investigadores identificar el ORMDL3 como un factor de riesgo significativo para el asma infantil.
Los investigadores confirmaron posteriormente sus resultados analizando el perfil genético de 2.000 niños de Alemania y otros 3.000 individuos de Reino Unido que nacieron en 1958 y fueron seguidos hasta la actualidad en relación a la presencia de la enfermedad.
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ASMA EN NIÑOS, VOLVIENDO A LA ALIMENTACIÓN NATURAL
Muchos estudios han demostrado la menor incidencia de asma entre los niños que han recibido lactancia materna exclusiva y también entre los que han nacido en ambientes no expuestos al humo del cigarrillo.
En la actualidad se está estudiando más a fondo el efecto de los alimentos como preventivos y reductores de los cuadros de Asma, rinitis alérgica y dermatitis atópica en los niños.
Los estudios científicos, han demostrado que los alimentos que más hipersensibilidad e intolerancia generan son: la leche de vaca y las fórmulas infantiles que contienen leche de vaca en bebés; en niños pequeños son principalmente: huevo, trigo (gluten), tomate y lácteos.
Es importante la identificación temprana de las sustancias que producen o agudizan cuadros alérgicos ya que su eliminación puede generar una gran mejoría en los niños sensibles a alimentos
Los niños que muestran niveles menores de alergias asmáticas, rinitis o dermatitis atópica, son aquellos que consumen frutas, verduras y cereales integrales con excepción en algunos casos del trigo. Se ha visto que muchos niños asmáticos casi no consumen este tipo de alimentos que generan protección por contener una gran cantidad de vitaminas y sustancias antioxidantes que protegen el tejido pulmonar de las inflamaciones.
La calidad de las grasas también es importante ya que los niños con cuadros asmáticos consumen más margarinas, en contraste se ha visto que los ácidos grasos de los peces como los Omega-3 marinos son protectores, ya que actúan como antiinflamatorios y las margarinas como inflamatorios (mucho ojo).
Por ello si su hijo es alérgico, retire los alimentos que más comúnmente generan alergias, y observe si genera una mejoría en los cuadros alérgicos, normalmente al retirarlos las alergias ambientales se reducen considerablemente, por ejemplo la alergia a la humedad o al polvo.
Las investigaciones sobre la relación entre alergias y alimentación concluyen en el beneficio de la alimentación natural, significa más alimentos frescos sobre todo vegetales y frutas y menos empacados con alto contenido de azúcares y cereales refinados carentes de vitaminas y antioxidantes naturales. Si no lo hace así en casa, es tiempo de ir generando cambios e incrementar estos alimentos en la dieta cotidiana de toda la familia.
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DESHÁGASE DE LOS PELUCHES
Son bonitos, pero acumulan polvo y pueden provocarle alergias al pequeño
Los muñecos de peluche son muy lucidores, pero no perfectos para el cuarto de los niños. Por si no lo sabías, éstos guardan mucho polvo y, por consiguiente, podrían ser nocivos para la salud del pequeño, sobre todo si resulta con alguna alergia.
Lo ideal es mantenerlos lejos del lugar donde duerme y lavarlos con frecuencia, pues la mayoría pueden echarse a la lavadora.Nada más pregúntele a un alergólogo o a su pediatra qué tanto daño pueden hacerle a tu pequeño y ya verás que no lo pensarás dos veces antes de retirarlos de la cuna.
Además, en este lugar también resultan peligrosos porque, dormido el bebé, podrían caer sobre su rostro y provocarle asfixia, sobre todo si son muy grandes, o podría abrazarlos y asfixiarse sin querer.
Otra cosa, tu bebé es tan pequeñito, que no necesita almohada, así que retírasela de la cama porque podría tener el mismo efecto de los monos de peluche.
Mejor deja la almohada para cuando el niño sea mayor y te la pida. Por cierto, ésta también puedes meterla a la lavadora, porque con cambiarle la funda no es suficiente, pues dentro quedan los residuos de jugo u otros líquidos.
Tip para mamá
Cuando se envuelve el cuerpo de un bebé en una sábana o mantita, los brazos le quedan pegados al tronco y las piernas bien sujetas.
Esta manera de arroparlo propicia que esté calentito, y la presión que ejerce la mantita sobre su cuerpo parece ayudarle a sentirse seguro y cómodo.
Para hacerlo correctamente, siga estos pasos:
· Extienda una sábana o manta y doble hacia adentro una parte de la esquina.·
. Acueste al bebé boca arriba con la cabeza sobre el pliegue.
· Envuelva el cuerpo del bebé con la esquina izquierda y acabe asegurando el extremo de la cobija debajo del cuerpo del pequeño.
· Pliegue la esquina inferior hacia arriba sobre los pies del bebé.
· Envuelva el cuerpo del pequeño con la esquina derecha, dejándole la cabeza y el cuello al descubierto.
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ANTIBIÓTICO USADO EN BEBÉS PODRÍA AUMENTAR EL RIESGO DE ASMA.
Un estudio sugiere que estos medicamentos podrían eliminar tanto las bacterias nocivas como las beneficiosas
Según una investigación reciente, administrarle a un bebé menor de un año antibióticos para infecciones que no sean del tracto respiratorio aumenta significativamente las probabilidades de que el niño desarrolle asma.
El estudio halló que el riesgo fue el mayor para aquellos bebés que recibieron varios cursos de antibióticos y para los que recibieron recetas para antibióticos de amplio espectro. Los antibióticos de amplio espectro tienden a eliminar una gran variedad de bacterias, tanto buenas como malas.
"El asma es una enfermedad de varios factores. Hemos encontrado evidencia de una relación entre el uso de antibióticos antes del primer año de vida y el asma", aseguró Kozyrskyj, autora líder del estudio y profesora asociada de la Universidad de Manitoba en Winnipeg, Canadá.
Una hipótesis, agregó Kozyrskyj, es que los antibióticos de amplio espectro eliminan demasiadas bacterias beneficiosas.
"Quizá sea que se necesita la presencia de las bacterias beneficiosas durante el primer año de vida para que el sistema inmunitario se desarrolle normalmente. Los antibióticos, por su parte, están eliminando parte de la microflora natural de los intestinos", dijo. Los hallazgos del estudio aparecen en la edición de junio de Chest.
Cada año, cerca de 4 millones de niños estadounidenses tienen asma activa, que causa unos 14 millones de días de escuela perdidos, según la American Lung Association. Debido a que, actualmente, el asma no se puede curar, sólo controlar, los investigadores se están enfocando en factores que podrían tener que ver con el desarrollo inicial de la enfermedad pulmonar.
Para el estudio nuevo, Kozyrskyj y sus colegas le hicieron seguimiento a unos 14,000 niños desde su nacimiento en 1995 hasta 2003, cuando habían cumplido siete años. Los datos provinieron del Programa de seguros de Manitoba Health Services y contenían información sobre consultas médicas, recetas, hospitalizaciones y diagnósticos.
Adicionalmente, los investigadores combinaron estos datos con la de las madres de los niños para determinar si había antecedentes maternos de asma. Los padres también llenaron encuestas sobre la exposición en el hogar y en el ambiente.
Todos los niños eran de Manitoba. La mitad era de sexo masculino y el 57 por ciento vivía en áreas urbanas. Los investigadores hallaron que la cuarte parte de los niños provenía de familias de bajos ingresos, el 90 por ciento tenía hermanos o hermanas, las madres del 5 por ciento tenían antecedentes de asma y el 6 por ciento desarrolló asma a la edad de siete años. Las dos terceras partes de los jovencitos habían recibido al menos una receta para antibióticos durante el primer año de vida y muchos de ellos para antibióticos de amplio espectro, según el estudio. Además, entre más antibióticos se hubieran recibido, mayor era el riesgo de asma.
Los niños que recibieron uno o dos cursos de antibióticos tenían un riesgo 21 por ciento mayor de asma, los que recibieron entre tres y cuatro un riesgo de 30 por ciento y los que recibieron más de cuatro un 46 por ciento.
Los niños que recibieron antibióticos para infecciones que no eran del tracto respiratorio, como las del tracto urinario, fueron hasta 86 por ciento más propensos a desarrollar asma que los tratados por infecciones respiratorias.
Entre otros factores que aumentaron el riesgo de asma se encontraban antecedentes familiares, vivir en áreas urbanas y ser de sexo masculino. Tener un hermano o hermana otorgó un efecto ligeramente protector, así como tener un perro si habían recibido varios cursos de antibióticos. Para los niños que habían recibido más de cuatro cursos de antibióticos antes del primer año, tener perro redujo el riesgo de asma en 28 por ciento. Sin embargo, entre los que recibieron menos antibióticos, el efecto protector no existió.
El Dr. Alan Khadavi, especialista en asma pediátrica del Centro Médico de la Universidad de Nueva York, aseguró que la prevención del asma no era ninguna razón para comprar un perro. "Si ya tiene perro, está bien, pero los estudios se contradicen respecto a si los perros son beneficiosos o perjudiciales"; agregó.
En cuanto al uso de antibióticos, aseguró Khadavi, "si su hijo menor de 1 año está enfermo, haga que lo evalúen. No insista con los antibióticos. Pero si se trata, por otro lado, de una infección grave que necesita tratamiento, yo no me preocuparía tanto por el riesgo de asma. Si es una infección leve, el método de esperar a ver no será perjudicial si están recibiendo la atención de un médico".
El Dr. Sai Nimmagadda, médico tratante de la división de alergología del Hospital conmemorativo infantil de Chicago, aseguró que el estudio señala la necesidad de "un uso más juicioso de los antibióticos, sobre todo de los de amplio espectro en los niños menores de un año".
"En cuanto se desarrolla la respiración sibilante, es difícil alterar el curso del asma, por lo que estamos revisando de nuevo para determinar si hay cualquier factor de riesgo que podamos cambiar", aseguró, Kozyrskyj recomendó que los médicos comiencen recetando antibióticos de espectro restringido, como amoxicilina, para los pacientes más pequeños y, si es necesario, intentar con uno de amplio espectro.
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Etiquetas: ASMA, PEDIATRIA PREVENTIVA
MEDICAMENTO PARA EL ASMA EVITA QUE LOS NIÑOS FALTEN A LA ESCUELA
El estudio realizado por el laboratorio farmacéutico halló que montelukast también redujo las consultas médicas
En los niños pequeños que tienen ataques de asma esporádicos y recurrentes, el tratamiento con el medicamento montelukast (Singulair) reduce la cantidad de visitas no programadas al médico, el absentismo escolar o a la guardería y la cantidad de días que los padres deben dejar de trabajar por cuidar al niño.
Esa es la conclusión de los investigadores del Hospital Royal Children de Melbourne, Australia, que le dieron seguimiento a la salud de 202 niños asmáticos entre los 2 y los 14.
El estudio fue financiado por la división australiana del laboratorio farmacéutico Merck, fabricante de Singulair.
Durante un año, los padres administraron montelukast a los niños o un placebo según era necesario.
El grupo de niños que recibió el montelukast tuvo un total de 163 visitas no programadas al médico durante el año, en comparación con 228 del grupo que recibió el placebo.
Entre los niños que recibieron el montelukast, "los síntomas se redujeron en 14 por ciento, las noches de vigilia en 8.6 por ciento, las ausencias a la escuela o a la guardería en 37 por ciento y el tiempo que tuvieron que ausentarse los padres en 33 por ciento", aseguró en una declaración preparada el Dr. Colin F. Robertson, autor del estudio, del departamento de medicina respiratoria.
No hubo reducciones significativas en el cuidado del especialista, en las hospitalizaciones, en la duración de los episodios de asma o en el uso de medicamentos beta agonista o prednisolona.
El estudio aparece en la edición actual del American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, publicada por la American Thoracic Society.
El asma intermitente representa el 75 por ciento de los ataques en los niños asmáticos, según los investigadores.
"Los episodios agudos de asma en los niños pequeños constituyen una carga significativa para los recursos de atención de la salud", aseguró Robertson. "El ingreso hospitalario por asma en los niños entre los 0 y los 4 años es cinco veces más común y, para los que tienen entre 5 y 14 años, es el doble de común que entre los adultos que tienen asma".
Etiquetas: ASMA, ENFERMEDADES RESPIRATORIAS, PEDIATRIA PREVENTIVA
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