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Las hamburguesas son, hoy en día, el alimento que identifica y caracteriza a las “comidas rápidas” o “comidas chatarra”. Sin embargo, teniendo en cuenta ciertas consideraciones, pueden convertirse en una buena opción para ofrecerles a los niños o a cualquier otro integrante de la familia.
El primer consejo es que sean elaboradas en casa. De esta manera, uno puede conocer los ingredientes que la integran, de qué calidad son y en qué cantidad se encuentran. Para su elaboración, se puede optar por los distintos tipos de carne: de vaca, de pollo o de pescado.
La recomendación es siempre utilizar cortes magros y picarlos; o comprar directamente carne ya picada pero especial, con poca grasa.
El huevo, que se encuentra entre sus ingredientes y que se utiliza como elemento de unión, puede usarse entero, o utilizar únicamente la clara sobre todo en el caso de aquellas personas que por problemas de salud necesiten reducir la cantidad de colesterol que ingieren en su alimentación.
Las hamburguesas, al igual que otro tipo de preparaciones en cuya elaboración se mezclan ingredientes, constituyen una buena oportunidad para incorporar vegetales en la alimentación. Por ejemplo: zanahoria, acelga, cebolla, ají, cebolla de verdeo, berenjenas, etc. Estos alimentos pueden triturarse y mezclarse con los otros ingredientes y de esta manera quedan “ocultos”. En este caso, las hamburguesas son una buena opción para ofrecerles a los niños ya que ellos suelen aceptar este plato sin problemas y en definitiva, están comiendo los vegetales que en ellas se encuentran.
Al momento de cocinarlas, ya sea a la plancha, a la parrilla o al horno, se debe asegurar su cocción completa, verificando que en su interior no haya partes rosadas o que al cortarlas no salga jugo rojo.
Cuando llegue la hora de consumirlas se pueden servir “al plato”, junto con puré de hortalizas (como papa, batata, zanahoria, zapallo, calabaza, etc.) o con ensaladas de vegetales variados en color.
También pueden consumirse en sándwich, pero siempre es bueno también agregar tomate, lechuga o algún otro vegetal para enriquecer la comida con más vitaminas y minerales y aumentar la ingesta de fibra. Otra forma de incrementar la fibra es optando por panes de salvado o aquellos que vienen con semillas.
Etiquetas: ALIMENTACIÓN INFANTIL, NUTRICIÓN INFANTIL, OBESIDAD INFANTIL
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